El candidato presidencial Alberto Rodríguez Saá y el bonaerense Francisco de Narváez finalmente se reunieron y acordaron salidas de campaña conjuntas no sólo en la provincia, sino también en el interior del país.
Sin declaraciones estridentes, los dos candidatos se encontraron junto a sus principales colaboradores en el departamento que el gobernador de San Luis tiene en el centro porteño y posaron sonrientes para una foto, jugando una partida de ajedrez.
Para ambos sectores fue más que suficiente para ratificar el entendimiento de cara a las elecciones generales de octubre sin generar más roces con el candidato presidencial de la UDESO, el radical Ricardo Alfonsín, que este sábado subió el tono de sus acusaciones contra el gobernador puntano.
"Esto es casi extorsionar a una fuerza política. ¿Y saben por qué hacen eso? Porque estoy seguro, y tenia una información que no podía creer, que (los Rodríguez Saá) acordaron con el Gobierno. Porque el Gobierno quiere debilitar las chances de que la UCR se fortalezca en esta elección", sostuvo Alfonsín luego de que el puntano deslizara su pedido a De Narváez para que quitara respaldo al radicalismo.
A pesar de la mesura en el acercamiento, todo indica que las señales irán subiendo de tono con el paso de los días: de hecho, Rodríguez Saá y De Narváez acordaron dos actividades de campaña juntos, la primera para el viernes o sábado próximo en el conurbano bonaerense y la otra en el interior del país, pudo saber Noticias Argentinas.
De esta forma, el acuerdo podría exceder el respaldo de Rodríguez Saá a la candidatura a gobernador bonaerense de De Narváez y convertirse en un acompañamiento a la campaña presidencial del puntano, lo que es rechazado por Alfonsín.
Del encuentro en el edificio de Santa Fe y Libertad, que se desarrolló el último viernes, participaron además los diputados denarvaístas Gustavo Ferrari y Daniel Amoroso, el ex legislador Luis Lusquiños y el senador Adolfo Rodríguez Saa, cuya candidatura a gobernador bonaerense fue vetada por la Justicia Electoral.
En un comunicado, se indicó que en la reunión "ambos dirigentes arribaron a significativos avances de cara a las elecciones del 23 de octubre" y anunciaron la apertura de "un proceso de consulta y participación con dirigentes de los 135 distritos de la provincia para convocar a todos los bonaerenses a una nueva etapa de cambios políticos".
"En un clima optimista, destacaron que existe un enorme potencial para encontrar las mejores coincidencias y expresiones políticas para los próximos comicios", se informó.
Pero el cambio de rumbo del acercamiento, que en principio había sido aceptado por Alfonsín, genera ahora malestar en el líder radical, por la eventual pérdida de apoyo del "Colorado".
"Lo que está haciendo este señor. Este cambio de actitud... porque en ningún momento había dicho nada sobre quién debíamos acompañar en el orden nacional, esto fue acordado con el Gobierno", denunció Alfonsín en declaraciones radiales en alusión a Rodríguez Saá.
Argumentó, en este sentido, que "el Gobierno sabe que si el radicalismo hace una buena elección se le complica su hegemonía", porque los legisladores de la UDESO "jamas van a acordar nada con el oficialismo que no deba ser acordado" y porque "el progresismo quedará con una alternativa potente para ganar en 2015
Sin declaraciones estridentes, los dos candidatos se encontraron junto a sus principales colaboradores en el departamento que el gobernador de San Luis tiene en el centro porteño y posaron sonrientes para una foto, jugando una partida de ajedrez.
Para ambos sectores fue más que suficiente para ratificar el entendimiento de cara a las elecciones generales de octubre sin generar más roces con el candidato presidencial de la UDESO, el radical Ricardo Alfonsín, que este sábado subió el tono de sus acusaciones contra el gobernador puntano.
"Esto es casi extorsionar a una fuerza política. ¿Y saben por qué hacen eso? Porque estoy seguro, y tenia una información que no podía creer, que (los Rodríguez Saá) acordaron con el Gobierno. Porque el Gobierno quiere debilitar las chances de que la UCR se fortalezca en esta elección", sostuvo Alfonsín luego de que el puntano deslizara su pedido a De Narváez para que quitara respaldo al radicalismo.
A pesar de la mesura en el acercamiento, todo indica que las señales irán subiendo de tono con el paso de los días: de hecho, Rodríguez Saá y De Narváez acordaron dos actividades de campaña juntos, la primera para el viernes o sábado próximo en el conurbano bonaerense y la otra en el interior del país, pudo saber Noticias Argentinas.
De esta forma, el acuerdo podría exceder el respaldo de Rodríguez Saá a la candidatura a gobernador bonaerense de De Narváez y convertirse en un acompañamiento a la campaña presidencial del puntano, lo que es rechazado por Alfonsín.
Del encuentro en el edificio de Santa Fe y Libertad, que se desarrolló el último viernes, participaron además los diputados denarvaístas Gustavo Ferrari y Daniel Amoroso, el ex legislador Luis Lusquiños y el senador Adolfo Rodríguez Saa, cuya candidatura a gobernador bonaerense fue vetada por la Justicia Electoral.
En un comunicado, se indicó que en la reunión "ambos dirigentes arribaron a significativos avances de cara a las elecciones del 23 de octubre" y anunciaron la apertura de "un proceso de consulta y participación con dirigentes de los 135 distritos de la provincia para convocar a todos los bonaerenses a una nueva etapa de cambios políticos".
"En un clima optimista, destacaron que existe un enorme potencial para encontrar las mejores coincidencias y expresiones políticas para los próximos comicios", se informó.
Pero el cambio de rumbo del acercamiento, que en principio había sido aceptado por Alfonsín, genera ahora malestar en el líder radical, por la eventual pérdida de apoyo del "Colorado".
"Lo que está haciendo este señor. Este cambio de actitud... porque en ningún momento había dicho nada sobre quién debíamos acompañar en el orden nacional, esto fue acordado con el Gobierno", denunció Alfonsín en declaraciones radiales en alusión a Rodríguez Saá.
Argumentó, en este sentido, que "el Gobierno sabe que si el radicalismo hace una buena elección se le complica su hegemonía", porque los legisladores de la UDESO "jamas van a acordar nada con el oficialismo que no deba ser acordado" y porque "el progresismo quedará con una alternativa potente para ganar en 2015
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