Gracias a una amnistía general por los 20 años de la Constitución rusa, llegaron a la argentina los activistas de Greenpeace Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, después de dos meses de cárcel a raíz de una protesta en el Ártico.
Speziale, de 21 años, visitó "AM" y contó su experiencia. Luego de la cárcel, la argentina, llegó a Buenos Aires mucho más segura de su militancia en defensa de la ideología.
"Pude salir adelante saber que todo el mundo sabía que éramos inocentes y reafirmo mi convicción de seguir luchando por lo que yo creo y poder decir que no me gusta lo que le están haciendo a mí planeta", comentó la esperanzada muchacha.
Cuando se le preguntó si cree que le deben o no unas disculpas por esos dos meses en la cárcel, Speziale sostuvo que: "No necesito que me perdonen por un delito que no cometí".
Respecto al papel de la embajada argentina en el conflicto, Camila explicó que siempre estuvo acompañada por su país.
"Nos levantaban a las 6 de la mañana, te daban el desayuno, esperabas hasta el mediodía el almuerzo. Tenía tele y los libros de la biblioteca. Mucha gente de todo el mundo donó libros en español para que yo pudiera leer", relató.
Por otro lado, si bien sostuvo que estar presa "es horrible", también admitió que las condiciones físicas no fueron malas. "Esto no me tiró para atrás, estoy totalmente convencida de que lo que hice es lo correcto", finalizó.
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