Analía Boggia y Javier Polvani, autores de "Cuidado con Cobos", hablaron con Perfil.com sobre su libro acerca del hombre que quiere suceder a los Kirchner.
Por Pablo Javier Blanco (*)
Julio Cobos y una biografía que cuenta todos sus secretos e intimidades. | Foto: Télam
Ampliar El 17 de julio de 2008, minutos después del “voto no positivo” del vicepresidente Julio Cobos, decisión que lo eyectó del oficialismo y lo erigió en ese momento en una suerte de ídolo de la oposición, los periodistas mendocinos Analía Boggia y Javier Polvani tomaron una decisión: escribir la biografía pública y privada del hombre que le había infringido al kirchnerismo su primer derrota nacional.
Cuidado con Cobos ¿Quién es ese hombre? (editorial Aguilar) es el fruto de esa investigación y un libro que permite adentrarse en aspectos desconocidos del hombre que pidió que la historia lo juzgue.
Al comienzo, un párrafo traza el perfil político del vice y es lapidario: “ Cobos no es ni se hace. Sus acciones son el resultado de su personal interpretación de lo que la tribuna espera de él. Lo desvela la gloria; lo condiciona la respuesta inmediata del colectivo que se identifica como ‘la gente’; la confrontación con la opinión dominante lo martiriza, aún en las ocasiones en las que está convencido de que la opinión pública se equivoca”.
Sin embargo, lo más rico y a la vez revelador de la biografía se encuentra en los detalles de su vida privada, en parte relatadas por el mendocino en una larga entrevista que se publica al final del libro. La relación con su padre peronista, cómo dejó a su primera novia por su actual esposa, su luna de miel que compartió con dos amigos, la influencia de sus hijas mujeres y su despojo por lo material son algunos de los puntos íntimos que aborda la investigación.
En diálogo con Perfil.com, los autores contaron más detalles del libro:
- El título "Cuidado con Cobos", ¿es una advertencia buena o mala?
Javier Polvani: Es una advertencia, ni buena ni mala. En menos de 15 años Cobos pasó de ser un ingeniero común de Mendoza a ser el vicepresidente de la Nación, después de haber sido Gobernador, sin atarse a los códigos, reglas y mandamientos que rigen las internas de los partidos. En cada salto hacia arriba que dio dejó un tendal de heridos en las estructuras que lo empujaron. Un tipo así es un peligro para los profesionales de la rosca, aunque en ese ámbito muchas veces se lo ningunee. ¿Cómo no le van a decir traidor?
Analía Boggia: Como con Cobos nunca se sabe, cada lector sacará sus propias conclusiones, pero es una forma de llamar la atención sobre algunas características que no se conocen de la corta pero intensa vida política de Cobos.
-¿Cuál fue el dato que más los impactó al indagar en su vida?
JP: Cómo armó la relación con su esposa. Se conocieron gracias a un amigo de ambos. Lo impresionante es que Cobos cuenta hasta el nombre de su "primera" novia, desairada por el amor a Cristina Cerutti, la madre de sus tres hijos. Es un episodio entrañable del libro.
AB: Creo que una de las cosas más llamativas fue el vínculo que tiene con sus hijos, especialmente con "la más chiquitita", como él llama a María Eugenia. Fue ella quien lo asesoró en los momentos previos al voto no positivo, y eso se difundió en esos momentos, pero lo bueno fue profundizar también en la relación que mantiene con sus hijas mujeres. Lo otro que hasta resulta llamativo es la descripción que hace de sus bienes, una sencillez que en algunos tramos sorprende.
-Dan a entender que Cobos sin la UCR no puede ser presidente, pero la UCR sin Cobos tampoco tener un presidente. ¿Cobos es el único presidenciable?
JP: Antes y después de las elecciones del año pasado, Cobos buscaba tanto a la UCR como el partido a Cobos. Se necesitaban. Después vino la construcción de la candidatura de Alfonsín, el efecto aniversario de la muerte de Don Raúl y al mendocino le salió una competencia. Cobos está convencido de que la UCR es indispensable para sus chances.
AB: Si hay algo que parece haber entendido Cobos después de las elecciones del 2007 es que necesita de la estructura partidaria. Lo que sí parece es que Cobos ha quedado entrampado dentro de esa estructura que en muchos flancos parece serle cada vez más adversa e inclinarse más por la candidatura de Alfonsín. Si Cobos es el único presidenciable o no, lo decidirán los radicales...
-¿Por qué a pesar de ser un tipo calmado, siempre genera conflictos de poder?
JP: Porque desconoce la lógica de la rosca. Porque va para donde le parece no para donde acordó. Porque no se debe a una estructura, a un aparato. Fue decano, gobernador y vicepresidente con el aparato de quienes serían sus principales enemigos después de cada conquista. En los dos cargos anteriores, Cobos ganó con los conflictos de poder que
generó.
AB: Porque la mayoría de las veces se desentiende de los códigos de la corporación política y es gran parte de esa corporación la que lo ve como un traidor. Cobos actúa en soledad y eso genera conflictos de poder inevitablemente.
-Ustedes dice que siempre toma decisiones importantes en soledad, ¿se puede ser así presidente?
JP: Y si gana las elecciones, puede ser presidente. El panorama para Cobos es complicado pero tiene vida todavía. Después de eso si puede gobernar es otro tema. "Yo no soy un loquito", dice Cobos cuando le preguntan por sus decisiones en soledad. Y él está convencido de que es ingobernable el país sin acuerdo con el peronismo. Cobos fue gobernador, sabe de los "lobos y lobbys", de los que habló Rodríguez Saá.
AB: No todas las decisiones las toma en soledad, muchas veces lo hace influenciado por un montón de voces que recoge, que generalmente pertenecen a casos aislados quizás, pero que no hacen al armado de políticas a largo plazo.
-¿Leyó el libro Cobos? ¿Qué le pareció?
JP: Habría que preguntarle a Cobos. A la esposa, Cristina Cerutti, seguro no le gustó. No le gustan los periodistas, aunque guarda un trato amable. Cobos supo desde el principio que estábamos trabajando en un libro y nunca nos preguntó qué íbamos a contar. El respeto del tipo en eso fue admirable, en todo el proceso nadie llamó para preguntar. Nos dio una entrevista larguísima en su casa sin hacer preguntas ni negarse a responder las nuestras.
AB: Parece que lo han leído sus asesores, algo que nos sorprendió, teniendo en cuenta que Cobos generalmente trata de tomarse el trabajo de sacar sus propias conclusiones sobre los hechos. Pero sabemos que su círculo más íntimo ha hecho un pormenorizado informe de lo que dice el libro.
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