lunes, 10 de febrero de 2014

el diario la nacion opera contra el pais y el gobierno

Dura desmentida papal a una operación de La Nación

  "Es un disparate", le dijo Jorge Bergoglio a su amiga y periodista Alicia Barrios. En su portada de ayer, el matutino de los Mitre aseguró que ,"preocupado por la situación del país", había convocado "a un diálogo en el Vaticano" en marzo.

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 El Papa Francisco tuvo un domingo amargo con algunos diarios porteños y les propinó la tercera desmentida desde que asumió la jefatura de la Iglesia Católica. Cerca del mediodía, aprovechó un llamado telefónico para felicitar a una amiga periodista por su cumpleaños y, tras una pregunta, negó que hubiera convocado para el miércoles 19 de marzo a "una reunión en el Vaticano de empresarios, sindicalistas y funcionarios del gobierno" con "el objetivo de garantizar la paz social" en el país. Esa información fue el principal título de la edición dominical del centenario diario La Nación, entre otros medios, y fue derribado por el propio ex cardenal primado y arzobispo porteño Jorge Mario Bergoglio, apenas se comunicó con la periodista del diario Crónica Alicia Barrios. Ambos mantienen una larga amistad de 25 años.
Según confió Barrios a la agencia Télam, Bergoglio le contestó: "Eso no es cierto. Es un disparate", cuando la cronista le preguntó por la presunta reunión que iban a celebrar en Roma el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, junto al vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, y al secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, tres representantes argentinos ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la agencia de las Naciones Unidas que realizará diez días después un Foro de diálogo mundial sobre los retos que dificultan la negociación colectiva en la función pública. La cita está prevista para el 2 y 3 de abril en Ginebra, Suiza.
De acuerdo a los comentarios de la periodista, autora del libro Mi amigo el padre Jorge, Bergoglio se había levantado de una siesta dominical y todavía no había leído los diarios argentinos, aunque los lee todos los días. Luego de negar la existencia de una reunión, buscó su agenda y le confió que para ese 19, cuando se cumpla el primer aniversario de su asunción, habrá una audiencia con el presidente del Consejo General de Educación del Arzobispado de Buenos Aires, José María Del Corral; y el secretario general del Sindicato de Mecánicos (SMATA), Ricardo Pignanelli. "Pero es una reunión por la educación. Yo no tengo agendada una reunión de ningún otro tipo", aclaró el Obispo de Roma.
Fuentes del Vaticano confiaron que las tres figuras estarán presentes enRoma, pero para participar del besamanos de todos los miércoles, un encuentro de breves minutos, por donde ya han desfilado políticos argentinos de todos los pelajes y también representantes de empresas, tal como sucederá este 19, cuando los directivos de la Cámara Argentina de Empresas Mineras se cuelguen del anillo papal.
De acuerdo con la versión desmentida ayer, se trataba de un encuentro impulsado por el padre Carlos Accaputo, titular de la Pastoral Social de la diócesis porteña y uno de los operadores políticos de mayor confianza de Bergoglio. El sacerdote está de vacaciones en el interior, aunque fuentes políticas vinculadas a la Iglesia desmintieron "categóricamente" la planificación de esa cita y de la utilización de "Cultura del Encuentro", un eslogan que Bergoglio promovió durante los encuentros anuales de la pastoral porteña y ahora es una definición pontificia.
El plan de invitar al Papa Francisco para inaugurar la conferencia 2014 de la OIT, prevista para junio, data de noviembre del año pasado, pero hasta ahora no ha pasado de los papeles y las intenciones, en un año donde "la agenda de Bergoglio no da para más", según admiten los pocos argentinos que trabajan en el Vaticano. La idea original, según algunos funcionarios, incluía aprovechar el momento del besamanos para invitar al Papa a la OIT, pero el contacto no implicaba ni audiencia especial, ni cumbre específicasobre la Argentina (ver aparte).
"Nadie puede negar el diálogo que tiene Bergoglio con la oposición, ni el papel que juega Accaputo, pero nunca haría algo tan burdo para desautorizar a la Casa Rosada de ese modo", explicó a este diario hombre del Episcopado, cuya jefatura está de vacaciones, pero aún así, envió a su secretario general Enrique Eguía Seguí el 22 de enero para asistir al lanzamiento del plan Progresar. El obispo auxiliar porteño es de estrecha confianza del Papa, y luego del lanzamiento transmitió el apoyo eclasiástico a la Casa Rosada por dos razones: por haberse hecho eco de una de las preocupaciones de la última Conferencia Episcopal y por haber asumido una cifra específica sobre la cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan.
Francisco también aprovechó para negar que hubiera llamado a la presidenta Cristina Fernández durante la semana pasada, para pedirle que retomara el diálogo con el metalúrgico Antonio Caló, secretario general de la vertiente más cercana al gobierno de la Confederación General del Trabajo (CGT). "Antonio, no creo que los sueldos no alcancen para comer", le espetó la presidenta durante su último discurso en cadena nacional. La expresión, en tono de reto, buscó retrucar la advertencia pública de Caló, que poco antes había dicho que, por la inflación, a los trabajadores "no les alcanza para comer". Antes de cortar, el oriundo de Flores negó que se hubiera mantenido algún tipo de comunicación con la jefa del Estado.
Lo cierto es que no hubo llamado presidencial, ni respuesta Papal, pero hace poco existió un importante e inesperado saludo a monseñor Mario Poli, sucesor de Bergoglio en el arzobispado porteño, cuando se conoció la noticia de su designación como nuevo cardenal primado de la Argentina. El consistorio para la creación de los nuevos purpurados será dentro de diez días en el Vaticano, y el propio Poli habría cursado una invitación para que la mandataria asistiera la ceremonia. En su lugar, habrá una nutrida comitiva de funcionarios y sacerdotes, entre ellos, el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero.
A un año del almuerzo que compartieron Bergoglio y CFK, ocurrido un día antes de su entronización del 19 de marzo de 2013, los gestos entre ambos no son como quisiera el acto opositor. Por el contrario, a pesar de las diferencias y de los debates que se vienen –como el cierre de la reforma al Código Civil–, mantienen un tono similar desde el descongelamiento que inauguraron ese día, luego de un encuentro de más de dos horas que aún se mantiene en total reserva en Roma y también en Buenos Aires.
La desmentida del domingo es la tercera que el Papa le dedica a un medio argentino, pero la primera que hace en persona, por teléfono y a través de una periodista amiga. El año pasado, envió al portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, a corregir dos veces al diario Clarín: primero cuando anticipó una visita a la Argentina en 2013, que no se concretó, y después ante el presunto llamado al presidente sirio Bashar Al Assad que, según la Santa Sede, nunca existió. «
 
El dato
El tercer caso
La desmentida a La Nación es la tercera del Papa a un diario Argentino. Las dos anteriores fueron a Clarín.
 

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