miércoles, 2 de abril de 2014

medios

MEDIOS Y COMUNICACION
El cultivo de la inseguridad
Marta Riskin reflexiona sobre el manejo mediático de la inseguridad y advierte sobre su descontextualización y la manipulación del tema.

http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif Por Marta Riskin *
“Canta Oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes...”
Ilíada, Canto I, Homero
Según el Gran Encuestador Mediático, la inseguridad encabeza las preocupaciones de los argentinos y exige “mano dura”, expresión que en el imaginario colectivo sustituye a varias medidas represivas, generalmente ilegales.
Cabe destacar que el aparente incremento de hechos delictivos no ha modificado la cobertura informativa ni los sondeos “multiple choice”, tan inútiles para interpretar o estructurar respuestas a problemáticas complejas como sus deducciones sesgadas.
A semejanza del tratamiento que reciben los otros dos axiomas de percepción favoritos de las consultoras –economía e inflación– los informes continúan exhibiendo inconsistencias conceptuales y ocultando sus relaciones mutuas.
Las exposiciones descontextualizan las tragedias, distanciando pobreza, enfermedades y adicciones y presentando cada caso como suceso aislado, inevitable e imposible de solucionar.
Al impacto emocional y los peligros reales, se suma impotencia y tandas de angustia que confunden al público, al menos, para que desvincule las conclusiones coléricas de la des-información recibida.
Asimismo, la persistente ausencia de vínculos causales e históricos impide a la audiencia, encuestada o no, apreciar la funcionalidad del selecto triángulo de Bermudas mediático como guardián de las relaciones económicas, políticas y sociales más conservadoras.
Los libros muerden
Roland Barthes dice en Mitologías: “... el abuso oculto en la exposición decorativa de lo evidente-por-sí-mismo permite a la clase media incorporar sin reparos y por ‘sentido común’, consumos que se presentan como ‘naturales’ y ofrecen soluciones simples y efectivas; en especial a problemas graves y complejos, como ‘la seguridad’”.
Esclarecer la trama de mitos aparentemente inocentes, reconocer la naturalidad con que se asumen los prejuicios o la falsa neutralidad de los diseños tecnológicos, exige la aplicación de herramientas capaces de devorar los marcos de interpretación lineal.
En los libros está la ferretería.
Valga como ejemplo para visualizar un vínculo entre consumo y delito que jamás detectan las cámaras de seguridad, el paradigma vigente del relato propuesto por el cine comercial y el bombardeo publicitario: un mundo hostil cuyos héroes y heroínas, bellos y violentos, poseen fuerza, valor e ingenio suficientes para acceder luchando a cuanta aventura y bienes deseen.
Apenas espectáculo o diversión pueril si no se aprecia su poder para establecer éticas y estéticas eficaces que disciplinan desde cachorros a los miembros de una sociedad, condenándolos a la ansiedad con la amenaza de la exclusión y a los marginados al resentimiento perpetuo.
No es azaroso que los líderes de proyectos totalitarios descalifiquen como “teóricos” y “complicados” estos cuestionamientos y enaltezcan las virtudes de “las almas sencillas”. Precisan hordas de consumidores fáciles de conducir, cuando sea conveniente, al enfrentamiento con algún otro.
De lo contrario, hasta la simple discusión por un mejor Código Penal desnudaría los intereses que encubren.
En contraste, la historia de las ciencias y las artes demuestra que el estímulo democrático a estudios, análisis y debates desarrolla capacidades en individuos y comunidades y permite la elección en libertad, de mejores y más felices destinos.
Siembra y recolección
Cuando el Estado avanza hacia una distribución más equitativa de la riqueza, tarde o temprano enfrentará a quienes reniegan de las políticas inclusivas y actúan como válvulas de escape de las tensiones previamente instaladas como insoportables por el poder económico concentrado.
La funesta cólera –¡Oh diosa Causalidad!– los arrastra hacia el mismo destino que los aqueos.
Para evitar que la ciudadanía sea manipulada en contra de sus propios intereses, debería estar preparada para detectar, al menos, las contradicciones y ocultamientos más obvios del discurso, hoy mediático, e identificar a quienes trabajan en dirección a las soluciones y a quienes juegan al tero.
Sólo la ejercitación permite el reconocimiento, tanto de quienes surten dosis periódicas de prejuicios y emociones –específicamente miedo e ira– cuanto de los oportunistas que evitan o intentan retrasar la puesta en marcha de soluciones de fondo a los problemas centrales de la seguridad y la economía.
Para sortear la violencia y canalizar conflictos hacia la competencia política y el debate de ideas, la mejor solución es cultivar seguridad en mayorías y minorías.
La tarea es de largo aliento y exige tiempo y trabajo. Sin dudas, vale la pena.
* Antropóloga UNR.
MEDIOS Y COMUNICACION
Accesibilidad en la TV Digital
Juan Manuel Zorzoli y Luis Ernesto Chaura subrayan las posibilidades que habilita el desarrollo de la TDA y apuntan la necesidad de una planificación estratégica para fortalecer el “derecho a la comunicación” de los sectores más excluidos.

http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif Por Juan Manuel Zorzoli * y Luis Chaura *
El avance de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) en el mundo audiovisual tiene impacto directo en las formas de hacer ver, oír y comprender la televisión y en la vinculación de ésta con las personas a las que va dirigida. Ahora bien: ¿cuál es el alcance de éstas para las personas con discapacidad? y ¿qué se está desarrollando en materia de universalización de las políticas públicas en este sentido?
La TV Digital Terrestre en Argentina (TDA), una de las tantas políticas públicas de comunicación, universal y gratuita, que compone el poliedro tecnológico (Conectar Igualdad, Argentina Conectada, etc.) nace en el año 2009 en simultáneo con el debate político social y la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA, Nº 26.522). Por primera vez en la historia, la legislación reconoce al colectivo de las personas con discapacidad como sujetos activos en el campo de la comunicación, estableciendo prácticas inclusivas que otorgan derechos y obligaciones en los espacios de participación que propone y evitan la discriminación.
De acuerdo con lo que lo enuncia el art. 66 de la LSCA, las producciones audiovisuales deben cumplir con criterios de accesibilidad (uso de subtítulos ocultos, audiodescripción y lengua de señas de Argentina) para que las personas con discapacidad y adultos mayores estén en condiciones de acceder a las producciones televisivas. Además, se incluyen en este grupo a los niños, jóvenes y adultos en aprendizaje de lectoescritura y colectivos que utilizan lenguas no vernáculas, entre otros, a fin de que puedan disfrutar de las mismas producciones sin ningún tipo de restricción.
La accesibilidad entendida como un concepto integral de carácter global implica a su vez complejidad y participación social por parte de todos los actores involucrados en la política en cuestión (Estado, sociedad civil, sector privado). Ambos aspectos son considerados clave y prioritarios dentro del Consejo Asesor del Sistema Argentino de TDA, tal como lo enuncia su coordinador general, el licenciado Osvaldo Nemirovsci: “La TDA no sólo es la garantía de información, entretenimiento y de oferta cultural, sino también un medio hacia la plena inclusión”.
Se constituye así una especialización en continuo desarrollo dentro de la lógica comunicacional, que requiere complementariedad y especificidad para ser parte y diferenciarse el mismo tiempo de ésta, permitiendo así configurar saberes/prácticas de los diversos actores participantes.
Es necesario un modelo de planificación estratégica basada en una lógica comunitaria, imprescindible para orientar el accionar en temas centrales que apunten al fortalecimiento del “derecho a la comunicación” de los sectores más excluidos. Este precisa de la concientización en la difusión de la información/comunicación de carácter público en formatos accesibles, como es el caso de las políticas públicas y la participación de la sociedad civil a través del fomento/capacitación a las producciones audiovisuales, dentro del Programa Polos Audiovisuales Tecnológicos; y/o la optimización en el uso de tecnología a través del desarrollo de conversores con características accesibles, telefonía celular e interactividad, permitiendo así ampliar los canales de información necesarios con los que se podrán crear “producciones audiovisuales accesibles”. Esta tecnología permitirá también el impulso al uso autónomo de la TV mediante aplicaciones accesibles (control por comando de voz, audiolocución, etc.), contemplando criterios de diseño universal que mejoran la usabilidad de acuerdo con los requerimientos que cada persona precise.
Las diferentes dimensiones vinculan y promueven constantemente nuevas actividades y ocupaciones relacionadas con la “accesibilidad” en el proceso de convergencia digital, convirtiendo este salto cualitativo de lo analógico a lo digital en un avance tecnológico de carácter dinámico, estético y de compromiso ético.
Este proceso –como todo en transición– requiere una apropiación cultural a nivel social, supone avances, dificultades y desafíos y demanda cambios (paulatinos) sobre los patrones culturales establecidos, sobre la toma de conciencia y el accionar de los diversos sectores que la conforman, permitiendo así expresar formas de participación que garanticen y legitimen el derecho a la comunicación.
* Responsables del Area de Accesibilidad del Consejo Asesor de TDA. Integrantes de la Coalición por una Comunicación Democrática.


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