jueves, 10 de abril de 2014

El agua mantiene en vilo a la región

LLUVIAS EXTRAORDINARIAS

El agua mantiene en vilo a la región


Las Tunas. El camino de acceso al predio donde la Asociación Unión Tamberos hace su remate de vaquillonas. De hecho, suspendido este 12 de abril.- Foto:Exequiel Kay


Exequiel Kay
exequielkay@gmail.com

Después del crítico fin de semana con lluvias que oscilaron entre los 150 y 500 milímetros en el centro-norte de la provincia de Santa Fe, los días soleados echan luz sobre el impacto del fenómeno hídrico, los problemas estructurales y las condiciones para la contención de las poblaciones y sus bienes.

La magnitud de las precipitaciones no impide observar las deficiencias de infraestructura básica en la región ni elude de responsabilidades públicas en los distintos niveles. Una recorrida de este cronista por el departamento Las Colonias que recibe excedentes del oeste y del norte- permite visualizar algunas de las aristas que conducen al nudo de un problema de múltiples causas.

Rutas y puentes

Al margen de las deficiencias de las carpetas asfálticas, la falta casi total de mantenimiento de banquinas dificulta cualquier tarea de asistencia ante fenómenos como el actual. Los 4.500 kilómetros asfaltados de la red vial provincial dejan constancia de las falencias aún persistentes en la conectividad de los pueblos. Un ejemplo histórico: Campo Andino, a menos de 30 kilómetros de Laguna Paiva. Toda una comunidad hoy aislada. Y por último los puentes. Muchos de ellos centenarios en el área rural Elisa en Las Colonias, Marcelino Escalada en San Justo, -por citar dos- están al borde del colapso, en tanto aquellos ubicados en rutas provinciales y nacionales, tienen estructuras de hormigón vetustas, de otras épocas, lejos de las exigencias actuales.

Dos ejemplos merecen párrafos aparte. El agua volvió a inundar la Ruta Provincial Nº 62 en menos de seis meses. Como muestra la imagen que acompaña la nota, este es el estado actual del tramo entre Providencia y María Luisa, a la altura del sistema de puentes y aliviadores del arroyo Cululú. Una vez más, la Dirección de Vialidad junto a Defensa Civil y Seguridad Vial, dispuso el corte total debido a que la calzada, en una extensión de 1 kilómetro, se encuentra con 40 centímetros de agua cruzando a gran velocidad. Luego de un fenómeno similar en noviembre de 2013, se repitieron los reclamos históricos de las autoridades comunales ante la DPV y legisladores. Hasta el momento, ninguna respuesta oficial concreta. Y ya ocurrió de nuevo.

El otro, los puentes sobre la Ruta Nacional Nº 11 en jurisdicción de Sauce Viejo, en el contexto de una falencia estructural que incluye otros puentes por la misma vía de comunicación hacia el sur. Uno, sobre el arroyo Colastiné, colapsó hace unos años. Está previsto que se construyan tres. Recién va uno. En el caso del Arroyo de los Padres, este fenómeno hídrico vuelve a poner en foco su carácter endeble. El puente “peina” literalmente el pelo del agua. El espejo hídrico está casi a nivel de la cinta asfáltica, una íntima relación que se torna peligrosa.

Canales y alcantarillas

Las lluvias pusieron en evidencia una vez más la falta de mantenimiento de canales en todo el centro provincial. No se observa uno en óptimas condiciones, al menos, en los caminos rurales que atraviesan las rutas provinciales Nº 70 (Humboldt, Nuevo Torino, Esperanza), Nº 50s (Franck, Las Tunas y San Jerónimo), Nº 10 (desde Pilar hacia la zona de Santa María y desde Torino hacia Felicia) y Nº 11 nacional en la zona de Sauce Viejo y más al norte entre Nelson y Videla. Hay honrosas excepciones en la Ruta Nº 6 entre Franck y Esperanza.

Las alcantarillas volaron por los aires. En todo el tramo de la Ruta Nº 70 entre Humboldt y Nuevo Torino se observan “by pass” en el ingreso a los campos. La masa de agua excede la capacidad de los tubos. Idéntica situación desde Las Tunas hacia San Jerónimo Norte. En el tramo Providencia y María Luisa, directamente no existen. La limpieza de canales y cunetas en plena emergencia es otro síntoma de una cuenca con problemas de salud. Algo está mal y parece ser una consecuencia de la falta de coordinación, planificación y/o recursos entre los comité de cuenca, las comunas y la provincia.

Esta falencia se traslada hacia adentro de los campos, en plena zona rural, donde los caminos se convierten en ríos. Felicia, Grütly, Las Tunas, San Jerónimo Norte, Santa María son algunos ejemplos. Realidad que impacta sobre las rutas que están amenazadas por la masa de agua que se esparce entre los sembradíos. Tampoco son cauces aptos los arroyos. La optimización de las cuencas del Canal Patrás (Elisa), Las Prusianas y Cululú (Humboldt, Grütly, Colonia Rivadavia), son deudas históricas de la provincia.

Es verdad que se trata de fenómenos extraordinarios, con lluvias de elevada intensidad en pocas horas, difíciles de prevenir aunque se hayan tornado en un problema crónico en los últimos diez años. Pero no es imposible deducir que los efectos negativos de los mismos podrían reducirse en porcentajes importantes si las rutas, los puentes, los caminos rurales, las alcantarillas estuviesen medianamente adecuadas a los tiempos que corren.

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