SANTA FEMiércoles, 09 de abril de 2014 | 07:29
Santa Fe subterránea: la historia de los pasadizos que se esconden bajo tierra
La bibliografía histórica de la capital provincial ofrece grandes referencias sobre el hallazgos de pasadizos y construcciones subterráneas, muchos de ellos ubicados en la zona sur de la ciudad. Datan del siglo XIX. Galería de fotos.
Matias De Philippis/Diario UNO
Un excelente trabajo encabezado por la ex Directora del Archivo General de la Provincia de Santa Fe, Ana María Martha Cecchini de Dallo, puso en relieve hace ya varios años la confirmación de la existencia de una gran cantidad de pasadizos y construcciones subterráneas que datan de siglos pasados, y que en la actualidad, muchos de ellos permanecen ocultos pese al paso de los años y yacen debajo de grandes construcciones arquitectónicas modernas. Otros de ellos son muy conocidos y abiertos al público para su conocimiento en paseos históricos-culturales.
Constan en la bibliografía de la historia santafesina diversas menciones que la tradición y el imaginario colectivo atribuyen a diferentes sectores de la ciudad, como por ejemplo la casa de Gálvez, sobre Moreno entre San Martín y San Jerónimo, o en San Martín y General López, donde por muchos años de habló de la existencia de criptas subterráneas o sobre el tesoro escondido en el Templo de los Jesuitas.
En barrio Sur
Existen datos históricos sobre puntos urbanos con antecedentes de pasadizos y construcciones subterráneas coloniales y modernas del siglo XIX, la gran mayoría ubicados dentro de los límites del barrio Sur y relacionadas a edificaciones religiosas, como la iglesias de San Francisco o el templo de Santo Domingo, con túneles de aproximadamente 1,70 m de alto por 1,50 m de ancho que posiblemente se dirigían al antiguo Cabildo. Los restantes se localizan en edificios de la segunda mitad del siglo XIX y en otros barrios.
Otro caso emblemático es el de la Compañía de Jesús, cuya manzana en el sur de la ciudad, donde se encuentra el Colegio Inmaculada, es hoy un complejo de edificaciones de diferentes épocas, en el cual se registran numerosos datos sobre construcciones subterráneas. Algunos de ellos fueron reconocidos por las autoridades del Colegio y aún subsisten, siendo utilizados habitualmente por los alumnos, como es el caso del túnel que vincula dicha institución educativa con el club Ateneo, cruzando por debajo de la calle 25 de Mayo.
En la propiedad ubicada en San Martín 1861, al construir un edificio quedó al descubierto una gran arcada ubicada a unos 3 metros de profundidad y a 30 metros del frente. El arco, de aproximadamente 2,10 metros de alto y con un ancho de 3,90 metros, está sostenido con ladrillos de adobe y fue tapiado con ladrillos de similar tamaño. El actual propietario preservó la arcada en la cochera del edificio, pero no se pudo hasta la actualidad conocer aún lo que existe del otro lado.
En San Martín y Juan de Garay, en la casa perteneciente al Club del Orden, en el año 1979, al realizarse las excavaciones para construir un nuevo edificio, se localizó un pasadizo sobre la pared sur, con dirección norte-sur, de dimensiones considerables, ya que en ese momento les demandó varios días rellenarlo.
En el estudio encabezado por la ex Directora del Archivo General de la Provincia de Santa Fe, Ana María Martha Cecchini de Dallo, se da cuenta de la existencia de una pasadizo en la Casa de Gobierno, ubicado en la pared sur de un sótano que había funcionado como sala de calderas, a unos 3 metros de profundidad; el mismo fue clausurado mediante una pared. Según describe el informe, “se intentó investigar in situ sin suerte en razón de las numerosas intervenciones ocurridas en el edificio”. Cabe recordar que este edificio fue levantado donde estuvo ubicado el Cabildo.
En el Colegio Inmaculada
La institución educativa ubicada en el sur de la ciudad, frente a la plaza 25 Mayo, sobre calle San Martín, posee un túnel que une dos manzanas, la del colegio y la del club deportivo Ateneo. El mismo es utilizado por los alumnos para la practica deportiva y cruza por debajo de calle 25 de Mayo.
Debajo del piso de la reconocida Sala Garay del Colegio Inmaculada, existen tres túneles o pasillo, que nacen debajo del escenario de la sala, donde se observa un gran ambiente con ventanas que dan al patio del sagrado corazón ( antigua clausura ) y son tres los túneles: el este, el oeste y el central, que sale al exterior y se comunica con el patio de los naranjos por medio de una puerta de chapa.
Casa Hume – Estación del Ferrocarril (actual Museo Ferroviario)
En el edificio que se encuentra en la esquina de Hipólito Yrigoyen y San Luis, existen túneles cuya construcción se calcula que data de 1895 y se usaban para cruzar la recaudación de la estación. Esta a 1,50 metros de profundidad, tiene 2,50 metros de alto y entre 2,80 y 3 metros de ancho; es de mampostería calcárea y los techos y dinteles de hierro y pinotea. Posee ventilación mediante aberturas con rejas que se abren a los jardines del museo y sobre calle Hipólito Yrigoyen. Se encuentra bloqueado a unos 35 metros pero llegaba a la estación (actualmente de ómnibus), tenía otro ramal hacia el norte donde funcionaba una empresa de encomiendas.
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