Una "stripper" en la monarquía sueca
La novia del príncipe Carlos Felipe es una despampanante "plebeya" que posa en revistas pornos y participa en un reality show de TV. Qué dicen los reyes. Fotos.
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Por Darío Silva D'Andrea (*) | 24.03.2012 | 08:42
La joven posó con poca ropa en la revista masculina Slitz. | Foto: Cedoc
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Desde que las chicas “plebeyas” comenzaron a conquistar los palacios reales europeos en los últimos años, los reyes de Suecia nunca imaginaron que una de ellas -la de peor reputación- terminaría conquistando a su único hijo varón. Por eso, desde que el príncipe Carlos Felipe de Suecia (de 33 años) vio por primera vez a Sofia Hellqvist nada volvió a ser igual en el armonioso palacio real de Estocolmo.
Los reyes Carlos Gustavo y Silvia se oponen rotundamente a la relación. Las hermanas de Carlos Felipe también, pero él ya abandonó el hogar paterno para instalarse en un lujoso departamento de Estocolmo con su novia. La chica se destaca por su belleza, y también por su polémica vida laboral: “stipper” en clubes nocturnos, modelo de lencería íntima, imagen frecuente de revistas pornográficas y participante de un candente reality show de TV.
El príncipe y Sofía viven en una lujosa residencia en el exclusivo barrio de Djurgården al este de Estocolmo. “Estamos muy bien aquí”, confesó Sofía, por la que el príncipe dejó a su anterior novia tras nueve años de relación. La discusión fue grande y los reyes le prohibieron a su hijo aparecer en público con Sofia. Esa chica de curvas voluptuosas, ojos azules rasgados y una negra melena era la misma que había posado para la revista masculina Slitz con una sola prenda: una serpiente que rodeaba su cuerpo desnudo.
Según la revista Vanity Fair, a Sofia “le faltaba la cultura y el savoir faire” de la anterior novia de Carlos Felipe, una publicista hija de un hombre de negocios sueco, mucho más sencilla y discreta. Sofia, por su parte, procede de una familia de clase media-baja, y a los 18 años se mudó a Estocolmo para trabajar como camarera y bailarina en locales nocturnos. Para Tony Kollberg, como fotógrafo amigo de Sofía, ella “es inteligente, humilde y con los pies en la tierra. Una chica que quiere casarse. Sus fotos en bikini son probablemente sólo un paréntesis en su vida, y la Familia Real necesita una persona como Sofía”.
Según los medios suecos, la princesa Victoria (hermana mayor de Carlos Felipe) le recomendó a su hermano varias veces que terminase con dicha relación, pero él no le hizo caso. La otras hermana, la bella Madeleine, parece haberse convertido en la enemiga número uno de Sofia. Tras conocerla una noche en el palacio, le dijo a su hermano que jamás querría a una chica tan vulgar, la clásica “interesada”. Desde entonces su desprecio hacia la novia del príncipe fue total, como el de otros familiares.
“Las duras críticas llevaron a la familia real al borde de un ataque de nervios”, según esta publicación. Mientras tanto, la revista Se&Hör reveló las “maniobras” de la reina Silvia para separar a Sofia de su hijo. El artículo afirmaba que la soberana “jugaba sucio” en su afán de apartarla de la familia, sin lograrlo. Hoy, se asegura que existe una buena cantidad de fotografías que podrían ver la luz de un momento a otro y manchar mucho más la escandalosa reputación de Sofia Hellqvist.
* Especial para Perfil.com
Los reyes Carlos Gustavo y Silvia se oponen rotundamente a la relación. Las hermanas de Carlos Felipe también, pero él ya abandonó el hogar paterno para instalarse en un lujoso departamento de Estocolmo con su novia. La chica se destaca por su belleza, y también por su polémica vida laboral: “stipper” en clubes nocturnos, modelo de lencería íntima, imagen frecuente de revistas pornográficas y participante de un candente reality show de TV.
El príncipe y Sofía viven en una lujosa residencia en el exclusivo barrio de Djurgården al este de Estocolmo. “Estamos muy bien aquí”, confesó Sofía, por la que el príncipe dejó a su anterior novia tras nueve años de relación. La discusión fue grande y los reyes le prohibieron a su hijo aparecer en público con Sofia. Esa chica de curvas voluptuosas, ojos azules rasgados y una negra melena era la misma que había posado para la revista masculina Slitz con una sola prenda: una serpiente que rodeaba su cuerpo desnudo.
Según la revista Vanity Fair, a Sofia “le faltaba la cultura y el savoir faire” de la anterior novia de Carlos Felipe, una publicista hija de un hombre de negocios sueco, mucho más sencilla y discreta. Sofia, por su parte, procede de una familia de clase media-baja, y a los 18 años se mudó a Estocolmo para trabajar como camarera y bailarina en locales nocturnos. Para Tony Kollberg, como fotógrafo amigo de Sofía, ella “es inteligente, humilde y con los pies en la tierra. Una chica que quiere casarse. Sus fotos en bikini son probablemente sólo un paréntesis en su vida, y la Familia Real necesita una persona como Sofía”.
Según los medios suecos, la princesa Victoria (hermana mayor de Carlos Felipe) le recomendó a su hermano varias veces que terminase con dicha relación, pero él no le hizo caso. La otras hermana, la bella Madeleine, parece haberse convertido en la enemiga número uno de Sofia. Tras conocerla una noche en el palacio, le dijo a su hermano que jamás querría a una chica tan vulgar, la clásica “interesada”. Desde entonces su desprecio hacia la novia del príncipe fue total, como el de otros familiares.
“Las duras críticas llevaron a la familia real al borde de un ataque de nervios”, según esta publicación. Mientras tanto, la revista Se&Hör reveló las “maniobras” de la reina Silvia para separar a Sofia de su hijo. El artículo afirmaba que la soberana “jugaba sucio” en su afán de apartarla de la familia, sin lograrlo. Hoy, se asegura que existe una buena cantidad de fotografías que podrían ver la luz de un momento a otro y manchar mucho más la escandalosa reputación de Sofia Hellqvist.
* Especial para Perfil.com
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