martes, 20 de marzo de 2012

del blog de artemio

política y engaño: disimulación y simulación





No podemos seguir tan burros !!! No tenemos teorías como los marxistas y liberales sí tienen! . Somos una pura práctica .

Hay que reflexionar compañeros y compañeras al menos sobre qué es "la práctica política", según la ideología populista . Me anticipo al debate , sugiero esta definición:

Vista desde el populismo la práctica política -- toda práctica política -- es "engaño" , esto supone la deformación intencionada de la realidad que percibe otra persona o grupo de personas.

Para discutir sobre este tema, seguimos un texto del filósofo y crítico de arte Fernando Castro :

... recordemos la definición de camuflaje que ofrece James G. Ballard en su Proyecto para un glosario del siglo XX”: “El buque de guerra o el búnker camuflados no tienen que desaparecer por completo, sino confundir nuestros sistemas de reconocimiento siendo por un momento lo que son y luego dejando de serlo. Muchos imitadores y políticos sacan partido del mismo principio”.


En la práctica política "lo real" no debe desaparecer por completo, sino aparecer en estado de dismulación o simulación , y siempre aparecer así y solo así .

Steward Whaley, en su libro referencial Detecting Deception: A Bibliography of Counterdeception Across Time, Cultures and Disciplines, advierte que el engaño puede dividirse en dos categorías principales:

1- La disimulación (ocultar lo real) y
2- La simulación (mostrar lo falso).

Dentro de la disimulación, identifica tres clases:

1- El encubrimiento (ocultar lo real haciéndolo invisible),
2- La tergiversación (ocultar lo real disfrazándolo) y
3- El despiste (ocultar lo real confundiendo).

Dentro de la simulación, incluye

1- La imitación (mostrar lo falso a través de los parecidos),
2- La invención (mostrar lo falso a través de una realidad diferente) y
3- La atracción (mostrar lo falso desviando la atención).

En última instancia, lo fundamental para la política y de ahí su complejidad , es su capacidad de adaptarse a la situación y modificar el engaño de acuerdo a circunstancias siempre diversas y muy fluídas.

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