Benedicto XVI se despidió hoy de los obispos y sacerdotes de la diócesis de Roma y anunció que permanecerá "oculto para el mundo" tras su renuncia al papado, que se concretará el próximo miércoles 27, cuando presida su última audiencia general ante la multitud que seguramente se congregará en la Plaza San Pedro.
"He notado siempre su presencia física y aunque me retiro para rezar, sé que siempre estarán cerca de mí, aunque para el mundo permanezca oculto", afirmó el Papa ante el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini; los obispos auxiliares y los varios centenares de sacerdotes de la diócesis romana, cuyo titular es él como obispo de Roma.
El encuentro, celebrado en el Aula Pablo VI del Vaticano, estaba previsto antes de que Benedicto XVI anunciara el lunes pasado que renunciará al papado, por eso adquirió hoy un significado mayor, ya que fue la última vez que se reunió con toda su diócesis.
Benedicto XVI, vestido con su tradicional sotana blanca, instó además a una "verdadera renovación" de la Iglesia.
El Papa habló de su pasado como teólogo y contó anécdotas relacionadas con el Concilio Vaticano II, en la década del 60, en el que participó activamente, un evento considerado clave para la modernización de la Iglesia del siglo XX. Según opinó, las reformas aprobadas entonces, su apertura al diálogo con el mundo, "no se han realizado".
El primer jefe de la Iglesia en siete siglos en renunciar a su cargo consideró que la visión actual que dan los medios de comunicación de la Iglesia, tan política, "ha creado muchos problemas, ha sido una calamidad".
"Aún si me retiro estaré siempre cerca a todos ustedes y ustedes estarán conmigo aún si desaparezco del mundo", agregó el P
No hay comentarios:
Publicar un comentario