sábado, 9 de febrero de 2013

muchachos de papel

ADELANTO

Las vacaciones secretas de Flor Kirchner en París

Viajó con su prima y paró en un hotel boutique en pleno cepo. Custodios full time y la incomodidad de los turistas.


El lunes 4, Cristina Fernández aprovechó uno de sus tantos discursos para hablar de turismo. En el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada y al día siguiente de que se conoció el escrache a Axel Kicillof cuando volvía de unas vacaciones en Uruguay vía Buquebus, citó una serie de cifras que intentaban probar el incremento de argentinos que viajaron al exterior en los tiempos del cepo cambiario. “Parecía ser que nadie se podía ir de la República Argentina. Pero realmente las cifras del año 2012 fueron de salida de argentinos. Esto es el relato con cifras, porque vieron que hablan del relato, pero el relato siempre es sobre hechos, cifras y objetos. Lo de otros es ciencia ficción, que es otra cosa totalmente diferente. Como verán, ningún argentino que ha querido ha dejado de salir del país. Y tenemos casi un 13 por ciento más de argentinos que se fueron de turismo fuera del país que el año pasado. Y lo más lindo de todo: cuando se hace la encuesta de por qué te vas, algunos se fueron a trabajar, pero la mayoría se fue de vacaciones”, se alegró la Presidenta ante su auditorio.
Cristina, que suele mechar historias íntimas y personales para ilustrar y darle emotividad a sus discursos, desperdició la oportunidad de contar una anécdota que hubiese graficado a la perfección el auge de argentinos viajeros. Su hija Florencia Kirchner acaba de volver de unas vacaciones por Europa que incluyeron destinos tan exclusivos como París y Roma. En tiempos de cepo cambiario, controles hiperburocráticos y formularios kafkianos para quienes gastan dólares en el exterior y propaganda a favor de las vacaciones pesificadas, la más joven del clan vivió una estadía de lujo y en euros y engrosó las estadísticas que citó la Presidenta.
Florencia llegó a mediados de enero a la capital francesa dispuesta a recorrer todas las atracciones de una de las ciudades más hermosas y caras del mundo. Pero su viaje no se quedó ahí. Después de una semana de estadía en París partió hacia Roma, donde pasó unos días antes de volver a la capital francesa. La última semana de enero ya estaba en Buenos Aires. La información del viaje de la hija K fue confirmada a NOTICIAS por dos contingentes de turistas argentinos que la reconocieron y que además se alojaron en el mismo hotel que ella en Francia. ¿Cómo fueron las vacaciones secretas de la hija de la Presidenta?
FLORENCIA A FULL. Una postal europea que hizo circular entre sus amistades. La imagen de tapa es un fotomontaje de NOTICIAS.
FLORENCIA A FULL. Una postal europea que hizo circular entre sus amistades.
CEPO & BAGUETTE. Florencia no estuvo sola en su estadía por Europa. Viajó con una de sus primas, la hija de la ministra Alicia Kirchner y del operador K, Armando “Bombón” Mercado. Fue su prima quien hizo el check in en el hotel francés. Para disimular, se registró con su apellido, Mercado. Los turistas que reconocieron a la hija presidencial no pudieron identificar cuál de sus dos primas la acompañaba, Romina o Natalia Mercado, pero una fuente cercana a la familia confirmó a NOTICIAS que se trataba de Romina. Ella misma se encargó de contar a su entorno que se iba de vacaciones a Europa con Florencia.
La prima es bastante más grande que la hija presidencial: tiene 37 años y mucha experiencia en el rubro hotelero. Figura en el directorio de Hotesur SA, la sociedad que administra en El Calafate el hotel cuatro estrellas Alto Calafate, que pertenece a la familia Kirchner.
Quizá por sus conocimientos hoteleros eligió para pasar la estadía en París el exclusivo hotel boutique De Buci, un cuatro estrellas ubicado en el barrio Saint-Germain-des-Prés en el número 22 de la rue de Buci. Apenas se instalaron en el hotel, generaron una revolución entre los otros huéspedes, que se preguntaban quién era la joven que venía rodeada por semejante despliegue de seguridad que desentonaba con la calma del refinado alojamiento. Fue un grupo de argentinos el que la reconoció y se encargó de poner al tanto a los turistas curiosos. Cuentan que la hija presidencial advirtió que la habían reconocido y que trató de mostrarse lo menos posible.
Florencia tuvo todo el tiempo a su lado una custodia de seis oficiales de la guardia presidencial, vestidos de civil. Dos de ellos permanecían en el lobby del De Buci cuando la joven K estaba en el hotel. Los otros se quedaban en la puerta de la habitación. Cuando salía a recorrer la ciudad, la acompañaban sin disimulo.
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