PRESIDENTE DE ECUADOR ARRASO EN LAS ELECCIONES Y DIJO QUE TRABAJARA POR LA INTEGRACION REGIONAL
El mandatario electo se dirigió luego al interior del palacio de gobierno para hablar con los periodistas en una sala repleta. Sentado junto al vicepresidente saliente, Lenin Moreno, y al vice entrante, Jorge Glass, Correa destacó la consolidación de su agrupación Alianza País, que obtuvo diez puntos más que en abril de 2009 (cuando se realizaron unos comicios anticipados tras la promulgación de una nueva Constitución). El economista insistió en que el desafío para los próximos cuatro años será “hacer irreversible el cambio” en la lucha contra la pobreza. “Seguiremos con las políticas sociales, apuntando a un crecimiento económico con eficiencia.” Y es que, como analizó la historiadora Jenny Londoño López, uno de los motivos por los cuales Correa obtuvo esta contundente victoria electoral es haber ayudado a las clases más necesitadas. “Los sectores populares lo eligieron debido a las políticas sociales. El gobierno desarrolló cambios y transformaciones en el área de la salud y se preocupó por dar derechos laborales.”
Ante la pregunta de si tenderá puentes hacia la oposición, Correa dijo que no hablaría con una dirigencia “impresentable” y mencionó los nombres de sus rivales, Lucio Gutiérrez y Alvaro Noboa (este último quedó en cuarto lugar). “¿Qué se puede debatir con Gutiérrez o con Noboa? Son los demagogos, los que no presentaron ninguna propuesta, han sido los grandes derrotados.” También mencionó a Lasso. “El error que cometió el que salió en segundo lugar es unirse a la partidocracia. Aquí hay dirigentes inmorales, culpables del saqueo de la patria. Este presidente no puede sentarse a dialogar con ellos.” Según una de las encuestadoras, Gutiérrez obtenía el 5,5 por ciento, el empresario Noboa un 3,5 por ciento, el independiente Mauricio Rodas un 3,1 por ciento y el ex ministro Alberto Acosta, un 2,9 por ciento de los sufragios.
El mandatario reelecto se refirió a los medios de comunicación, que él llama “la gran prensa”. “Otras de las grandes derrotadas es la prensa mercantilista, que conspiró y desinformó.” Correa adelantó que el próximo gobierno reimpulsará el proyecto de ley de Comunicación, que está trabado en el Congreso desde 2009. “Una de las cosas que hay que arreglar es una prensa que quiere juzgar, y no lo vamos a permitir. Con la prensa honesta no tenemos ningún problema. Vamos a luchar por una ley de Comunicación que logre aprobar la asamblea.” Si bien las consultoras al cierre de esta edición no habían dado los resultados sobre la composición de la Asamblea Nacional, el oficialismo ansiaba conseguir la mayoría.
A propósito de los medios privados, Correa dijo que algunos de esos medios desinformaban sobre los procesos que se están dando en la región. Y que en el gobierno entrante seguirá apostando por la integración regional. “Hablo en nombre de Cristina, de Raúl, de Evo, no buscamos nada para nosotros, para la patria grande. Tenemos que consolidar los procesos revolucionarios que se están dando en América latina.” Según la analista Londoño López, el discurso sobre la política exterior de Correa caló en la clase media. “El planteamiento antiimperialista, la retirada de la base norteamericana de Manta, pegó en los sectores medios, que lo apoyan.” En cuanto a la clase alta, la historiadora señaló que si bien existe una burguesía muy dura, que apoya a los banqueros, también hay muchos votantes que lo apoyan debido a la estabilidad económica. “Hay empresarios que votaron por él porque les va bien en sus negocios.”
Horas antes de los festejos frente a Carondelet, en el sureño y populoso barrio El Camal, tres monjas vendían a 25 centavos de dólar un plástico para guardar el cartón en el que se registra el voto, que en Ecuador es obligatorio (salvo para los menores de 16 años). Con el cartón en una mano, y tomando a su hijo con la otra, Jesús Simba, 40 años, se detuvo para contar que votó por Correa. “Ha hecho cosas para que mejore el país, como hospitales y escuelas, ha creado el seguro social. Los gobiernos anteriores no hicieron nada de eso.”
Era difícil encontrar a una persona que no eligiera la lista 35, del oficialismo. Luis Alfonso, con notable disminución de la vista, dijo que ahora está sin trabajo y espera una ayuda por su discapacidad. Votó por Correa. “Si los otros entran, habrá problemas con la educación, sacarán leyes en contra de los trabajadores.”
A unos metros del colegio católico, en un pequeño mercado de El Camal, un vendedor de ollas y otros utensilios de cocina dijo que ya había ido a votar y que su opción era el presidente. “Tengo dos hijas, una de ellas es abanderada y este gobierno apoya a los estudiantes con buenas calificaciones.” Unos pasos más adentro del lugar, una mujer que vendía pollos dijo que en el cuarto oscuro dudó y finalmente eligió a Mauricio Rodas, el candidato outsider que trabajó en la Cepal. “Porque es joven”, dijo Rosa Noboa. Y agregó: “Antes del dólar había más comercios, hoy hay centros comerciales, me alcanza para el pan”.
En la otra punta de la ciudad, en el norte, barrio La Florida, los electores eran de clase media y alta, más “pelicones” (adinerados), como dijo un vendedor de diarios. Dos señoras que salían del centro de votación ubicado entre chalets y casas residenciales dijeron a esta cronista que votaron por la lista de Alianza País. “Correa es el único que hizo algo por la gente, en educación, salud, vialidad”, dijo Marta Yerobi y su hermana, Cumandá, asintió. A corta distancia de allí, entre edificios, concesionarias de autos y negocios de venta de oro, una mujer de 45 años se diferenciaba por su comentario. “Lasso es la mejor opción, por su política por la seguridad y la libertad de expresión”, sostuvo Greta Lima y siguió caminando. En cambio, Nelsy Lisarasu, docente en Comunicación, dijo que votó por la continuidad del gobierno. “Hay más oportunidades para los estudiantes.” En el norte y en el sur de Quito, una mayoría celebraría hasta tarde en la noche.
Correa promete construir la patria grande
Desde el balcón del Palacio Carondelet, el reelecto mandatario saludó a sus seguidores y les dijo: “A esta revolución no la para nadie. Estamos construyendo la patria chica, Ecuador, y la patria grande, nuestra América”.
Por Mercedes López San Miguel
Desde Quito
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, arrasó en los comicios de ayer y obtuvo su reelección, que dedicó a sus seguidores de la “patria chica” ecuatoriana y la “patria grande” americana. De acuerdo con el escrutinio oficial, Correa obtenía anoche casi el 57 por ciento de los votos, seguido por el banquero Guillermo Lasso, muy atrás, con el 24,9 por ciento de los sufragios. Las bocas de urna le habían otorgado el tercer lugar el ex coronel Lucio Gutiérrez, con el 5,5 por ciento. Desde el balcón del Palacio Carondelet, el reelecto mandatario saludó a sus seguidores, una especie de delirio de color verde estridente. Micrófono en mano, les dijo: “A esta revolución no la para nadie. Estamos construyendo la patria chica, Ecuador, y la patria grande, nuestra América. Esta victoria es de ustedes, ¡que viva la patria!”. Una multitud en la Plaza Central aplaudió y gritó con fuerza. “Aquí ya no mandan la partidocracia, ni la bancocracia, ni los medios de comunicación, ni el Fondo Monetario Internacional”, dijo con voz ronca Correa, interrumpido por un “¡No!” de sus seguidores.El mandatario electo se dirigió luego al interior del palacio de gobierno para hablar con los periodistas en una sala repleta. Sentado junto al vicepresidente saliente, Lenin Moreno, y al vice entrante, Jorge Glass, Correa destacó la consolidación de su agrupación Alianza País, que obtuvo diez puntos más que en abril de 2009 (cuando se realizaron unos comicios anticipados tras la promulgación de una nueva Constitución). El economista insistió en que el desafío para los próximos cuatro años será “hacer irreversible el cambio” en la lucha contra la pobreza. “Seguiremos con las políticas sociales, apuntando a un crecimiento económico con eficiencia.” Y es que, como analizó la historiadora Jenny Londoño López, uno de los motivos por los cuales Correa obtuvo esta contundente victoria electoral es haber ayudado a las clases más necesitadas. “Los sectores populares lo eligieron debido a las políticas sociales. El gobierno desarrolló cambios y transformaciones en el área de la salud y se preocupó por dar derechos laborales.”
Ante la pregunta de si tenderá puentes hacia la oposición, Correa dijo que no hablaría con una dirigencia “impresentable” y mencionó los nombres de sus rivales, Lucio Gutiérrez y Alvaro Noboa (este último quedó en cuarto lugar). “¿Qué se puede debatir con Gutiérrez o con Noboa? Son los demagogos, los que no presentaron ninguna propuesta, han sido los grandes derrotados.” También mencionó a Lasso. “El error que cometió el que salió en segundo lugar es unirse a la partidocracia. Aquí hay dirigentes inmorales, culpables del saqueo de la patria. Este presidente no puede sentarse a dialogar con ellos.” Según una de las encuestadoras, Gutiérrez obtenía el 5,5 por ciento, el empresario Noboa un 3,5 por ciento, el independiente Mauricio Rodas un 3,1 por ciento y el ex ministro Alberto Acosta, un 2,9 por ciento de los sufragios.
El mandatario reelecto se refirió a los medios de comunicación, que él llama “la gran prensa”. “Otras de las grandes derrotadas es la prensa mercantilista, que conspiró y desinformó.” Correa adelantó que el próximo gobierno reimpulsará el proyecto de ley de Comunicación, que está trabado en el Congreso desde 2009. “Una de las cosas que hay que arreglar es una prensa que quiere juzgar, y no lo vamos a permitir. Con la prensa honesta no tenemos ningún problema. Vamos a luchar por una ley de Comunicación que logre aprobar la asamblea.” Si bien las consultoras al cierre de esta edición no habían dado los resultados sobre la composición de la Asamblea Nacional, el oficialismo ansiaba conseguir la mayoría.
A propósito de los medios privados, Correa dijo que algunos de esos medios desinformaban sobre los procesos que se están dando en la región. Y que en el gobierno entrante seguirá apostando por la integración regional. “Hablo en nombre de Cristina, de Raúl, de Evo, no buscamos nada para nosotros, para la patria grande. Tenemos que consolidar los procesos revolucionarios que se están dando en América latina.” Según la analista Londoño López, el discurso sobre la política exterior de Correa caló en la clase media. “El planteamiento antiimperialista, la retirada de la base norteamericana de Manta, pegó en los sectores medios, que lo apoyan.” En cuanto a la clase alta, la historiadora señaló que si bien existe una burguesía muy dura, que apoya a los banqueros, también hay muchos votantes que lo apoyan debido a la estabilidad económica. “Hay empresarios que votaron por él porque les va bien en sus negocios.”
Horas antes de los festejos frente a Carondelet, en el sureño y populoso barrio El Camal, tres monjas vendían a 25 centavos de dólar un plástico para guardar el cartón en el que se registra el voto, que en Ecuador es obligatorio (salvo para los menores de 16 años). Con el cartón en una mano, y tomando a su hijo con la otra, Jesús Simba, 40 años, se detuvo para contar que votó por Correa. “Ha hecho cosas para que mejore el país, como hospitales y escuelas, ha creado el seguro social. Los gobiernos anteriores no hicieron nada de eso.”
Era difícil encontrar a una persona que no eligiera la lista 35, del oficialismo. Luis Alfonso, con notable disminución de la vista, dijo que ahora está sin trabajo y espera una ayuda por su discapacidad. Votó por Correa. “Si los otros entran, habrá problemas con la educación, sacarán leyes en contra de los trabajadores.”
A unos metros del colegio católico, en un pequeño mercado de El Camal, un vendedor de ollas y otros utensilios de cocina dijo que ya había ido a votar y que su opción era el presidente. “Tengo dos hijas, una de ellas es abanderada y este gobierno apoya a los estudiantes con buenas calificaciones.” Unos pasos más adentro del lugar, una mujer que vendía pollos dijo que en el cuarto oscuro dudó y finalmente eligió a Mauricio Rodas, el candidato outsider que trabajó en la Cepal. “Porque es joven”, dijo Rosa Noboa. Y agregó: “Antes del dólar había más comercios, hoy hay centros comerciales, me alcanza para el pan”.
En la otra punta de la ciudad, en el norte, barrio La Florida, los electores eran de clase media y alta, más “pelicones” (adinerados), como dijo un vendedor de diarios. Dos señoras que salían del centro de votación ubicado entre chalets y casas residenciales dijeron a esta cronista que votaron por la lista de Alianza País. “Correa es el único que hizo algo por la gente, en educación, salud, vialidad”, dijo Marta Yerobi y su hermana, Cumandá, asintió. A corta distancia de allí, entre edificios, concesionarias de autos y negocios de venta de oro, una mujer de 45 años se diferenciaba por su comentario. “Lasso es la mejor opción, por su política por la seguridad y la libertad de expresión”, sostuvo Greta Lima y siguió caminando. En cambio, Nelsy Lisarasu, docente en Comunicación, dijo que votó por la continuidad del gobierno. “Hay más oportunidades para los estudiantes.” En el norte y en el sur de Quito, una mayoría celebraría hasta tarde en la noche.
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