A riesgo, en esta sociedad, donde todo es blanco o negro. O se está de acuerdo o en desacuerdo. Con altos índices de indiferencia, de ignorancia política. Altos índices de desinterés por la cosa pública.
Tengo que confesar que mas allá de la extensión del discurso, quiero hacer la salvedad, que la presidenta estaba improvisando en el sentido que no tenía un discurso escrito. Eso habla bien, porque se nota que está compenetrada en todas las areas de gobierno y no necesita recordatorios ni puntualizar determinadas cosas.
A mi me parecio que en algunas cosas estuvo muy bien, en otras estoy en desacuerdo y otras cosas están para el debate. Pero me queda algo muy claro: no hay dirigente político en la Argentina, que esté a la altura de la presidenta. Están 10 escalones abajo. Y lo digo por la compenetración, los datos, la pasión, la convicción con que habla la presidenta.
Uno puede estar de acuerdo o no. Pero está lejos del resto del arco político en la Argentina. Y eso le permite tal vez, jugar tranquila. No creo que haya dirigente político argentino que tenga el nivel de conocimiento y de información que tiene la presidenta. Ni siquiera que tenga una mirada de adonde se dirige el mundo y de la justificación de las medidas que se están adoptando, para bien o para mal. Creo que hubo mensajes para todos.
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