sábado, 16 de febrero de 2013

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 EL JEFE DE GOBIERNO ADELANTO QUE SI ES ELECTO PRESIDENTE ELIMINARIA FUTBOL PARA TODOS PORQUE ANTES “SE ORGANIZABA MUY BIEN”

Macri quiere volver al fútbol para pocos

El jefe de Gobierno sostuvo que se debería dedicar esos recursos para otras cuestiones. El jefe de Gabinete, Abal Medina, replicó que Macri demostraba con eso que busca un país “para unos pocos”.
 

 Por Werner Pertot
Mauricio Macri afirmó que, si fuera presidente, “eliminaría Fútbol para Todos, porque el fútbol se organizaba muy bien sin la intervención ni la manipulación del gobierno nacional”. Sin bien no lo aclaró, en un hipotético mandato del líder del PRO la transmisión de los partidos podría volver a ser paga y hasta codificada. El jefe de Gabinete nacional, Juan Manuel Abal Medina, contestó que “Macri quiere una salud para pocos, educación para pocos, trabajo para pocos, industria para pocos. En definitiva, cuando Macri dice que eliminaría Fútbol para Todos demuestra la visión de país que tiene, que es para unos pocos, sus amigos, los que se beneficiaron con las políticas de ajuste”. Diversos legisladores cuestionaron la idea del procesado jefe de Gobierno, mientras que dentro del PRO la declaración no fue precisamente festejada como un gol de media cancha.
Contra lo que pensaron muchos, el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba no estuvo detrás de esta jugada, que Macri hizo ante una pregunta en una entrevista radial. En la mesa chica del PRO descartaron que hubiera una táctica definida detrás de la frase. “No tiene el menor sentido decir esto ahora”, se agarró la cabeza uno de los dirigentes de peso del PRO. “Fue una espontaneidad”, se tiró al arco otro de los principales estrategas. “Puede ser que nos afecte a nivel popular”, se preocupó.
Se podría pensar que fue una pelota que se le escapó al ex presidente de Boca. Sin embargo, en líneas generales, la declaración de Macri se inscribe en una estrategia más amplia del jefe de Gobierno de consolidar el voto duro porteño y de la zona norte de la provincia y de presentarse a nivel nacional como el más opositor entre los opositores, el que plantea diferencias con todas las políticas del gobierno nacional. Incluso con aquellas que algunos sectores de la oposición parecen rescatar.

Todos atrás

Lo cierto es que los otros opositores siempre se cuidaron de decir una cosa así. En enero de 2011, Ernesto Sanz afirmó que, en caso de ser presidente, a Fútbol para Todos “lo mantendría, es una de las cosas de las que ya no podés volver atrás”. “Lo mantengo, pero tenemos que estudiar cómo hacemos para que deje de ser un programa de propaganda del Gobierno”, coincidió Ricardo Alfonsín en la misma época. El socialista Hermes Binner también señaló que no lo anularía, aunque pondría límites a los partidos que se transmiten y establecería controles sobre los fondos que reciben los clubes. “Lo dejo. A la inmensa masa de gente, la mayoría de Boca, que su única diversión es ver el fútbol, no le podés sacar eso”, paró la pelota entonces el ex presidente interino Eduardo Duhalde. Hasta Elisa Carrió se negó a sacarlo: “Lo que haría es poner la imagen sin audio al servicio de los canales. Eso es democratizar. Que cada uno transmita lo que quiera, con el conductor que quiera y sin propaganda oficial”.
El único de los candidatos presidenciales de la oposición que coincidió con Macri en 2011 fue Alberto Rodríguez Saá. El gobernador de San Luis estimó que hace dos años que “el Estado en el fútbol es una grosería. Criticábamos a los romanos por pan y circo y ahora damos plan prebendario y fútbol. No estoy de acuerdo”. A los ovnis.
El líder del PRO siempre se mostró coherente en este punto. Cuando le preguntaron por el tema en su efímera campaña presidencial de 2011, de la que se bajó para reelegir en la Ciudad, dijo que “hay que encontrarle una solución dentro del sector privado”. Cada vez que lo consultaron, volvió sobre esta idea de dejar hacer (y dejar cobrar): “El fútbol no necesita que la política se meta. El fútbol funcionaba maravillosamente bien sin el Gobierno”. Su idea parece ir en línea con la que expresó el presidente de Torneos y Competencias (TyC), Marcelo Bombau, en una declaración muy recordada en la Televisión Pública: “Lo más democrático es que el que quiera ver pague”. Dentro del macrismo, incluso los que estaban de acuerdo con Macri consideraban que es una de esas cosas que se piensan pero no se dicen.

Gol en contra

“Si vos sos gobierno, tus prioridades tienen que ser la pobreza, la exclusión, la marginalidad, la seguridad de la gente, la educación pública. No puede ser, la verdad, solamente el entretenimiento y el relato”, argumentó Macri. “Organizando bien el fútbol –de eso algo puedo decir que aprendí– podemos dedicar esos fondos a vivienda social, escuelas, tantas cosas, caminos que nos faltan”, indicó. Para el mandatario, la transmisión de los partidos en un eventual gobierno del PRO “será una combinación de cosas, pero falta mucho. Dentro de tres años va a haber otros medios alternativos de transmisión. Va a estar Internet mucho más activa. Las cosas evolucionan”.
Sus adversarios aprovecharon la pelota que les dejó picando. “Es bueno que aclare sus intenciones, su visión de país, que es el de una Argentina para pocos”, lo cruzó Abal Medina. “Es bueno que Macri empiece a dejar en claro qué tipo de país quiere y con quién va a concretar alianzas, porque cuando él dice que no quiere que el fútbol llegue a todo el pueblo queda claro que le entregaría el fútbol a Clarín”, interpretó.
“Antes del programa Fútbol para Todos, apenas un 10 por ciento de la población accedía a la transmisión de los partidos codificados a través del pago de un abono mensual a Clarín. Hoy, en nuestra casa o en la cancha, todos los argentinos podemos disfrutar de la fiesta del fútbol, a pesar de Macri”, defendió la transmisión el jefe de Gabinete.
“A Macri le falta potrero y le sobra intercountry”, lo mandó al banco el jefe del bloque kirchnerista en la Ciudad, el legislador Juan Cabandié. “Entre los intereses económicos y las pasiones de las multitudes, siempre eligió el camino del negocio, lo vemos todos los días en la Ciudad de Buenos Aires”, afirmó. “Escucharlo a Macri hablando de que eliminaría Fútbol parta Todos nos marca que quiere gobernar para las minorías elitistas”, le mordió los tobillos Delia Bisutti, legisladora de Nuevo Encuentro. “Quiere volver a los grandes emporios mediáticos y los grandes negociados, que se fueron eliminando con Fútbol para Todos. La gente puede ver los goles y no las caras de los espectadores”, consideró.
“Si fuera por Macri, habría que sacarles los televisores a los pobres”, le cobró penal Fabio Basteiro, de Buenos Aires para Todos. “Manifiesta la nostalgia de Macri de la década del noventa. Macri apela a lo de Fútbol para Todos como si no bajara los presupuestos de infraestructura social para poder aumentar la publicidad. Hay que empezar por casa para después poder criticar”, señaló. “Esta delantera de Macri, Grondona y el negocio de la televisión le dio rédito en términos personales. Pero es hipócrita: en Boca hizo lo contrario de lo que dice. Cuando estaba él, ¿por qué no se ocupó de La 12? Siguen desplegando un negocio que le hace mucho mal al fútbol”, insistió Basteiro.
“A mí me parece que en la Argentina hay plata suficiente para resolver la pobreza y para que también existan determinadas cuestiones que son populares como el fútbol y que nadie puede desconocer. Lo cierto es que se dejó de manejar como si fuera un comercio y se permitió que todos los argentinos puedan ver un deporte popular, que lo ven desde los más humildes hasta personas acomodadas”, consideró Jorge Selser, legislador del Partido Socialista Auténtico. “Macri tiene un presupuesto más grande en términos de ingresos-gastos y no resuelve la pobreza, así que no puede hablar”, lo marcó Selser, que forma parte del bloque de Proyecto Sur. Y continuó: “Podría resolver la pobreza mucho más fácil que el gobierno nacional. En lugar de eso, atenta contra el sistema de salud, elimina planes sociales, no resuelve el problema de las personas en situación de calle. Es el menos indicado para hablar del tema”.

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