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el memorandum que trata el congreso

El 80% cree que no habrá justicia pero sí más negocios con Irán

Tras la primera semana en la que se expuso el acuerdo en el Senado, dos de cada tres argentinos que apoyan la gestión K no están de acuerdo con el memorándum. Timerman no iría a Diputados.

Por Gabriel Ziblat / Ezequiel Spillman

15/02/13 - 11:37

 

Timerman. Desde el Gobierno se anunció que no iría a Diputados.

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El acuerdo que el Gobierno de Cristina Kirchner alcanzó con Irán en el marco de las investigaciones por el atentado a la AMIA no sólo despertó el rechazo de la dirigencia judía y de una parte de los familiares de las víctimas, sino que también es criticado por una importante mayoría de la sociedad argentina. La percepción generalizada es que el gobierno iraní no va a permitir que los acusados sean interrogados, que el acuerdo no servirá para saber la verdad sobre los responsables del atentado, y que el motivo que se esconde detrás de la negociación es el de mejorar el vínculo comercial.
Según un sondeo nacional de Management & Fit, exclusivo para PERFIL, más de un 80 por ciento de los consultados que estaban al tanto de la noticia se manifestó en contra del memorándum de entendimiento (sólo un 67 por ciento reconoció tener conocimiento del proyecto presidencial). Así, se suma un problema más para el Gobierno, que viene acumulando rechazos al acuerdo desde que Cristina Kirchner lo anunciara el 27 de enero vía Twitter, primero, y desde su envío al Congreso, que informó la semana pasada a través de la cadena nacional.
El miércoles, el canciller Héctor Timerman defendió el memorándum ante tres comisiones del Senado, donde finalmente el oficialismo consiguió las firmas necesarias para que el dictamen se trate la semana próxima en el recinto. Las explicaciones del funcionario, sin embargo, no fueron suficientes ni para la dirigencia judía ni para la oposición.
Uno de los ejes del debate giró en torno a si finalmente el juez y el fiscal que siguen la causa podrán indagar a los cinco iraníes que están acusados y recibieron una notificación roja por parte de Interpol (hay otros tres acusados que no tienen ese estatus y quedaron fuera de la negociación). El propio Timerman llegó a plantear dudas sobre que eso finalmente suceda. El 76 por ciento de los entrevistados en el estudio de Management & Fit, precisamente, desconfía de que Irán vaya a permitir que se juzgue a los ciudadanos iraníes imputados por la Justicia argentina. Sólo el 7 por ciento confía de que eso finalmente suceda.
Por otra parte, el 82 por ciento sostuvo que no cree que el acuerdo con Irán ayude a llegar a la verdad sobre los responsables del atentado a la AMIA, que el 18 de julio de 1994 dejó como saldo 85 muertos. El 9 por ciento, en tanto, contestó por la positiva.
Las declaraciones de funcionarios iraníes, sumadas a las publicaciones en diarios de Teherán, probablemente aumentaron la desconfianza.
Cruces y sospechas. La tensión entre Gobierno, dirigencia judía, familiares y opositores viene aumentando a medida que se acerca la aprobación del memorándum en el Congreso, con lo cual el acuerdo tendría estatus de tratado internacional (lo que le daría una trascendencia más allá de los actuales gobiernos). Ayer, Timerman volvió a cruzar al presidente de AMIA, Guillermo Borger, por sus referencias a un eventual tercer atentado (ver nota aparte).
Diputados opositores, a su vez, solicitaron por escrito que el ministro de Relaciones Exteriores se presente también en la Cámara baja cuando sea el momento de debatir el proyecto. Se espera que el próximo jueves se apruebe en el Senado y que el miércoles siguiente (26 de febrero) comience a ser debatido en cuatro comisiones de Diputados. Como Timerman ya estuvo seis horas en el Senado, desde el kirchnerismo consideraron que no es necesario que también se presente ante los diputados. Elisa Carrió, en tanto, presentó un pedido de juicio político contra la Presidenta y el propio Timerman, por “incumplimiento de los deberes de funcionario público” (ver página 6).
Desde los opositores al acuerdo, además, siguen surgiendo diversas hipótesis respecto de las verdaderas motivaciones del Gobierno para firmar el acuerdo con Irán. En el estudio de Management & Fit, la percepción general es contundente. Ante la pregunta de si el Gobierno firmó el acuerdo para saber la verdad sobre el atentado o para mejorar la relación económica con Irán, un 78 por ciento se inclinó por la segunda opción. Sólo el 10 por ciento consideró que el kirchnerismo busca la verdad.
Más allá de estos números (que se suman a una encuesta de Poliarquía que señalaba que el 81 por ciento de la comunidad judía rechazaba el acuerdo), se descuenta que el Gobierno conseguirá aprobar el memorándum de entendimiento el jueves 27 de febrero. Para ese día, grupos de familiares y sectores de la oposición ya están convocando a una manifestación de rechazo frente al Congreso.