martes, 29 de enero de 2013

esta mina es una "massa"

PAIS › MONICA LOPEZ, LA DIPUTADA QUE DEJO EL BLOQUE DE DE NARVAEZ Y SE FUE AL DE MASSA

“Terminamos en veredas distintas”


Por Miguel Jorquera
Mónica López se hizo conocida por una intensa campaña publicitaria de la mano de Francisco de Narváez, a quien acompañó como candidata a vicegobernadora en 2011. Pero ahora encabezó junto a su marido –el diputado nacional y sindicalista petrolero Alberto Roberti– el éxodo de varios dirigentes peronistas de las filas denarvaístas para tributar al proyecto político del intendente de Tigre, Sergio Massa. “No comparto eso de tirar platos al aire y empezar a disparar contra cualquier iniciativa del Gobierno solo porque soy opositor”, afirma la diputada provincial e insiste en que “cualquier proyecto para la provincia debe surgir de la unidad del peronismo bonaerense”. Comparte el reclamo del gobernador Daniel Scioli de rediscutir la coparticipación federal, pero no la forma: “Requiere de un acuerdo de todos los gobernadores con el gobierno nacional y no de una carta al presidente de la Cámara de Diputados”, afirmó.
–¿Por qué rompió políticamente con De Narváez?–Teníamos objetivos muy parecidos en 2012, aunar esfuerzos para la unidad del peronismo en la provincia de Buenos Aires, tanto con el gobernador como con el intendente Sergio Massa, y llegado el fin de año, luego de realizar un gran esfuerzo, terminamos en veredas distintas. Algunos quedaron en el camino, otros no entendieron lo que queríamos expresar. Entonces, no solamente yo, también la diputada Torresi o el diputado Roberti, Osvaldo Mércuri y otros más decidieron abandonar ese espacio.
–¿La idea es generar una propuesta dentro o fuera del oficialismo?–Frente a la sociedad, la política va a venir cuando se discutan las listas, los candidatos, entonces veremos en qué lugar. Las cuestiones políticas y partidarias se acomodarán en el momento que sea, y hoy la propuesta que tenemos es para la gestión.
–¿Esto significa acompañar la gestión de Scioli?–El año pasado, cuando el gobernador presentó el paquete impositivo, nuestro espacio votó en contra porque le habíamos dado todas las herramientas en el mes de mayo para la discusión de la coparticipación, de la reforma, de destrabar el ente de reparación histórica del conurbano, todo para hacerse del dinero que necesita la provincia para gobernar. Obviamente con diálogo y con consenso, nunca con enfrentamiento. Pero no íbamos a permitir que se siguiera asfixiando el bolsillo de los bonaerenses. En otras cosas acompañamos, como el voto a los 16 años, o el beneplácito para que YPF sea reestatizada, o como el ingreso universal por niño o para las mujeres embarazadas.
–¿Ahora habrá que encuadrarla dentro de la oposición o del oficialismo?–Se puede ser oposición en algunas cosas, lo que no puede ser es oponerse permanentemente porque hay un gobierno que a nosotros nos gusta o no nos gusta. La política requiere mucha responsabilidad, no son momentos fáciles para la Argentina, pero por sobre todo no son momentos fáciles para la política. Si me opongo a algo debo dar los fundamentos, lo que no puede ser es que cada vez que hay un disparador desde el gobierno nacional yo tengo que estar en la oposición. Hay muchas cosas que vienen a favor de la solidaridad y de la gente y hoy por hoy la gente necesita responsabilidad desde el Estado. Y nosotros también somos parte de ese Estado y de ayudar a gobernar. Tanto los legisladores nacionales como provinciales tenemos que ser responsables de no provocar crisis que después se transforman en desequilibrios. El equilibrio en la política es bueno, también la discusión, y el consenso mucho mejor. Y la verdad que no comparto eso de tirar platos al aire y empezar a disparar, no vengo de esa política, soy peronista y por lo tanto apuesto al consenso, al diálogo.
–De Narváez le reclamaba a Massa que defina su postura a favor o en contra de una posible re-reelección presidencial. ¿Usted lo comparte?–De ninguna manera. Los tiempos de los dirigentes son los que se respetan y nadie es quien para obligar al otro a pronunciarse a favor o en contra de tal o cual cosa, y más cuando la Presidenta no hizo mención a una reforma. Creo que Cristina Fernández de Kirchner es muy inteligente y una abogada que conoce muy bien las leyes, ya se había opuesto a la reforma del ex presidente Menem, y no creo que ella la plantee.
–¿Usted cómo ubica a Massa, dentro del oficialismo o de la oposición?–Es un espacio que él se ha ganado en la provincia por su gestión en Tigre, en materia de seguridad, de infraestructura, con capacidad de diálogo, consenso y amplitud de criterio, que es fundamental para gobernar.
–¿Lo ve a Massa como gobernador bonaerense o en una apuesta mayor?–El tiempo y la gente van a ir acomodando las cargas de responsabilidad que tenemos los dirigentes políticos a la hora de una propuesta. Obviamente, todos queremos ser papa y todavía no llegamos a ser cura párroco. Veo a Massa con esa responsabilidad en la gestión y me gusta porque la política requiere hoy de condimentos que tienen que ver con pacificar, bajar el tono de la discusión.
–¿Comparte el pedido de Scioli de rediscutir la coparticipación federal?–Sí. En mayo pasado, le reclamamos al gobernador que lo hiciera, pero ahora no comparto la forma. El gobernador y su equipo saben muy bien que la discusión no tiene que ver con una carta al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, sino con una mesa de diálogo y de consenso entre todos los gobernadores y el gobierno nacional. Además, la cámara de origen es la Cámara de Senadores. Pero hace falta previamente una discusión con el Gobierno para ver qué es lo que necesita cada provincia para salir adelante.
–¿Considera que habrá más deserciones en el sector de De Narváez?–Creo que sí.
–¿Se acabó el tiempo político de De Narváez en la provincia?–Es una cuestión que va a tener que evaluar el propio De Narváez

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