por qué persiste la pobreza ... el apagón educativo y el trabajador pobre
El gobierno nacional ha desplegado politicas sociales de eficacia para combatir la pobreza y la indigencia. La AUH es su emblema y logró reducir a valores similares a los del año 1980 ambas carencias.
En líneas generales hoy hay consenso en que los niveles de pobreza se ubican en torno al 22% de la población y la indigencia en el 5,5%.
De no existir la AUH los valores de pobreza rozarían el 30% y la indigencia se ubicaría en torno al 11%, esto con una situación de apenas 7,3% de desempleo abierto al finalizar 2010 y probalemente aún menos en el primer trimestre de 2011.
La persistencia de niveles de pobreza elevados a pesar de la baja en el desempleo, debe atribuirse entonces ya no al desempleo abierto como en el ciclo 1990-2001 , sino a partir del año 2006 ( donde la pobreza se instala en torno al 27% y no cede de no existir políticas sociales como al AUH ) al fenómeno de "trabajador pobre".
Se trata de trabajadores que aún con empleo o recibiendo planes sociales, no logran el ingreso suficiente para superar los nieveles de pobreza específicos de su hogar de residencia.
La consitencia de la Población Económicamente Activa , la calificación laboral y el nivel salarial obtenido , está en directa relación al nivel educativo de sus integrantes.
En el cuadro de apertura (click para agrandar) se observa el desagregado de población según máximo nivel educativo alcanzado de acuerdo al último dato oficial disponible .
Como se ve el 55,2% de la población tiene como máximo nivel educativo alcanzado la escuela secundaria incompleta.
Traduciendo en número de acuerdo al Censo 2010, la población total asciende a 40.091.359, de ella el 72,2% corresponde a población de 15 años y más. Esto supone que son 30.950.529 ciudadanos los que componen el tramo de 15 años o más.
De ellos, 3.000.000 de ciudadanos solo poseen como máximo nivel educativo la escuela primaria incompleta, el máximo nivel de privación observado.
Sin embargo, si la perspectiva de análisis es la inserción laboral y el salario, es hoy una condición necesaria para acceder a empleos con niveles de ingresos que los alejen de la pobreza y la vulnerabilidad ( superen hasta duplicar el valor de la línea de pobreza de su hogar de residencia), poseer al menos estudios secundarios completos.
Pues bien, los datos oficiales muestran que sobre 30.950.000 habitantes, 17.115.000 residentes tienen como máximo nivel educativo alcanzado el de secundaria incompleta, privación extensa y muy profunda que garantiza a futuro, de no alterarse generacionalmente ( y no está sucediendo) , un nivel de inserción laboral e ingresos con un perfil muy precario.
Así las cosas el mecanismo de reproducción de la pobreza es hoy el bajo nivel educativo promedio de la población nacional, medida por el máximo alcanzado.
No hay chances reales de superar situaciones de carencia a largo plazo en el siglo XXI, con el 55% de la población aún sin estudios medios completos.
Es inexorable entonces la persistencia de trabajadores pobres, con empleos de muy con baja calificación y salarios que no permitan al hogar superar la situación de pobreza en este contexto de empobrecimiento educativo aún sin reversión a la vista.
Sabe todo esto el sanatellismo distribuidor pero adherido, o solo reclaman de manera sí que inconstitucional los grupos incendiarios al mando de Pino Solanas?
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