Cómo llegó la exposición rural a Palermo

Las intenciones eran crear entre los expositores el estímulo de la competencia, acercar a los productores y lograr que los ganaderos pudieran detectar, a partir de la comparación, los defectos y virtudes de sus productos. Repetían la experiencia de una gran exposición que se había realizado en Córdoba y, más atrás en el tiempo, un par que había organizado el granjero escocés Diego White en la zona de Palermo.
La idea original tuvo que suspenderse por la revolución de 1874 (Mitre enfrentado a Sarmiento luego de las elecciones que habían consagrado a Nicolás Avellaneda). El clima político y social se enrareció lo suficiente: el país no estaba para exposiciones o reuniones masivas.
La situación institucional se normalizó y en 1875 los ruralistas arremetieron con su proyecto. Aunque esta vez tuvieron trabas en el mismo seno de la Sociedad Rural: algunos expositores se quejaron por el alto costo que significaba poner en condiciones el descuidado lote de la Recoleta. Por ese motivo, pidieron a uno de los fundadores de la institución, Leonardo Pereyra –casado con su prima Antonia Iraola– que les prestara un corralón que tenía en Florida esquina Paraguay (era la esquina SO, en la manzana comprendida por las cuadras mencionadas más Córdoba y Maipú).
El sábado 11 de abril de 1875 se inauguró la primera exposición organizada por la Sociedad Rural Argentina, con sesenta y seis caballos, trece vacunos, setenta y cuatro ovejas (fueron las más ponderadas), dieciséis cabras, once chanchos, quince perros más algunas aves y conejos. Pereyra exhibió a Niágara, el toro Hereford que había traído de Europa en 1862. La muestra fue un éxito: dieciocho mil personas la visitaron. Mucho tuvo que ver que fuera un lugar de fácil acceso, cercano a las zonas de mayor densidad de Buenos Aires.
Los ruralistas se convencieron de que había que organizar muestras todos los años. Eso sí: con un sistema de seguridad más estricto, ya que en la primera expo se había escapado un toro que pertenecía a Enrique Green. La bestia corrió enfurecida por la calle Florida rumbo al río. Pasó un largo rato haciendo un trote ligero por la Plaza San Martín, en Retiro –en 1810 allí se hacían las corridas de toros–, y luego de inspeccionar el terreno donde se sacrificaron a tantos de sus antepasados, enfiló hacia el río. Jamás pudieron recuperarlo.
En el discurso de cierre, el presidente de la SRA, José María Jurado, anunció que la próxima se llevaría a cabo en terrenos del Parque Tres de Febrero, en Palermo. La buena noticia provenía del ofrecimiento que les había hecho el presidente de la comisión del parque, Domingo Faustino Sarmiento. Fue el sanjuanino quien les señaló la ubicación que les cedería (en el mismo terreno que han ocupado por décadas).
La inauguración del Parque Tres de Febrero tuvo lugar ese mismo año, el 11 de noviembre, día de San Martín de Tours, patrono de la ciudad. La Sociedad Rural Argentina estuvo presente en la fiesta inaugural con una gran carpa en el terreno cedido. Luego la desmontaron y se abocaron a planear la primera feria de Palermo. Se dieron cuenta de que necesitaban trabajar muchos meses para poner esa tierra en condiciones: en su superficie solo había un rancho, lo demás eran pajonales.

El 22 de septiembre abrió sus puertas la tercera muestra de la SRA, la primera en Palermo. El acto de inauguración fue presidido por el titular del Poder Ejecutivo, Nicolás Avellaneda, secundado por Carlos Tejedor, gobernador de la provincia de Buenos Aires. A partir de ese día comenzaron a tejerse las mil historias que encierra el popular paseo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario