sábado, 5 de enero de 2013

del blog de artemio lopez

la transición venezolana: chávez inicia su nuevo mandato contra el "golpe débil"



Recibimos este interesante comentario del compañero Zinni , aclaratorio sobre la compleja anatomía de la transición venezolana que compartimos

El 10 de enero efectivamente no hay “falta absoluta”, eso fue una locura de Ramón Aveledo (vocero de la MUD) que no tiene goyete. Ahora, no necesariamente a partir de esa fecha se abre el período de 90/180 días que se establece en los casos de “falta temporal”, de hecho ese es el tema de discusión hoy. Para el chavismo, y eso es lo que dijo Maduro ayer, el acto de juramentación es un mero formalismo que puede ser postergado sin plazos específicos; lo que sí comienza a correr a partir de esa fecha es el mandato presidencial.

A eso se refería el vicepresidente con lo de la “flexibilidad dinámica”, y no al margen de tres meses. Sin intención, en la nota de TELAM se replica la interpretación de la derecha moderada (Capriles & Cía.), que el mismo Maduro calificó ayer como “golpe débil” (en contraposición al "golpe" sin más de la estrategia de Aveledo)

Lo más importante de todo esto es que entonces no sería Diosdado quien ocupe la presidencia, ni siquiera el mismo Vicepresidente Maduro, sino que todo continuaría como hasta ahora. Es Chávez quien inicia su nuevo mandato, esperando su recuperación para cumplir con el “trámite” de prestar juramentación. En efecto, la posición oficial es que Chávez hoy se encuentra en funciones en el exterior, con permiso de la Asamblea Nacional, en reposo pero no inhabilitado, ni temporal ni permanentemente.

Ahora bien, cómo se determina una “falta temporal”? ahí está lo bonito, nadie sabe, no se encuentra especificado por la Constitución, ni se establece que deba ser declarado por la AN. Igualmente, es probable que este problema devenga en abstracto, y que en 6 meses haya una definición definitiva, para bien o para mal, sobre la salud de Chávez. Esperemos que se recupere.


la transición en venezuela : el 10 de enero no habrá "falta absoluta"




Tal como anticipamos en Ramble el 10 de enero no habrá de constituirse la figura de "Falta Absoluta" que propone la constitución venezolana para habilitar el proceso electoral que reemplace al ejecutivo electo en 2011.

Habrá prórroga por 180 días a la espera de la mejoría de Hugo Chávez y de no suceder, entonces sí, en principio - los 90 días son prorrogables, situación que probablemente la defina la evolución en la salud de Chávez - se materializaría la convocatoria a elecciones , 30 días después de vencidos los plazos y con Chávez ya sin posibilidad de asumir.

Se trata de un lapso durante el cual Diosdado Cabello ejercerá la presidencia y Nicolás Maduro continuará sus funciones de vice y delfín del lider fundador.

Leemos en Télam

Para Maduro, no habrá una falta definitiva, porque no se aplican los supuestos previstos como causas para declarar la ausencia absoluta, que implicaría la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales.

"Ninguno de los casos que se establecen en el artículo 233 se aplica en estos momentos. No hay falta absoluta", explicó el vice, en una entrevista que le hizo el ministro de Comunicaciones, Ernesto Villegas, con un cuadro de Simón Bolívar de fondo, y transmitida por el estatal canal Venezolana de Televisión.

Maduro, señalado por el propio Chávez como su eventual sucesor, reseñó que el mandatario está en uso de licencia concedida por la Asamblea Nacional, y que el 10 de enero continuará el actual mandato.

Insistió, además, en que si Chávez no puede jurar el jueves próximo, podrá hacerlo después ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

"La Constitución establece que en todo caso -como formalismo- debe presentar su juramento ante la Asamblea el 10 de enero, pero ya el 10 de enero comienza el nuevo período constitucional y él continúa en sus funciones y se establecerá el momento que pueda prestar juramento ante el TSJ", explicó.

Indicó el también canciller que la Constitución "abre una flexibilidad dinámica", porque puede haber una ausencia temporal del jefe del Estado, con un permiso de hasta 90 días y una prórroga de otros 90...


un mundo sin grandes cambios







Leemos en Analytica sobre las expectativas para el año 2013 a nivel global y para países emergentes:

El crecimiento de la economía global en 2012 fue del orden de 3%. Para 2013, la expectativa es que se acelere ligeramente, hasta +3.5%. La divergencia entre economías emergentes y desarrolladas persiste. En el primer caso, el crecimiento rondará 5.5%, algo más que en 2012 (+5%) mientras que el PIB del mundo desarrollado aumentará apenas 0.7%, medio punto menos que el año pasado.

¿Qué podemos esperar de la política fiscal? Europa y los EE.UU. buscarán reducir el déficit en un punto del producto, en línea con lo que ocurrió en 2012. El proceso de consolidación fiscal en los países avanzados será similar en magnitud.

¿Qué nos preocupa? Que una eventual profundización de la estrategia de equilibrio fiscal (ajustes mayores a 1% del PIB) pueden recortar en medio punto nuestras expectativas de crecimiento para la economía global durante este año.

¿Quo Vadis Europa? Alejada la posibilidad de una disolución del Euro luego del relajamiento monetario de Mario Draghi en el Banco Central Europeo, ¿qué podemos esperar en términos de crecimiento? 2013 será recesivo en la UE, con inflación controlada (por debajo del 2%). En este contexto, el BCE puede recortar más aún las tasas (0.25%) pero será de muy poca utilidad. El consenso espera una reactivación en el segundo semestre, lo que vemos muy complejo por la continuidad de los programas de austeridad.

En definitiva, la persistencia de la crisis nos obliga a pensar en un año de continuidad (políticas austeras y recesión) sin rupturas. Los problemas estructurales de la bajísima capacidad de crecimiento europeo seguirán sin resolverse en 2013, en particular porque Alemania, con elecciones en el cuarto trimestre, no tomará medidas al respecto.

Estados Unidos sin recesión, sin abismo fiscal pero sin creación de empleo. Repetimos mucho de lo que se dijo en 2012. La economía americana navega a una tasa promedio de 2%. Las negociaciones pendientes entre demócratas y republicanos sobre el futuro del gasto público es el evento a monitorear durante el año. Un buen acuerdo puede implicar que crezcamos en línea con el promedio de los años post-Lehman.

La falta de acuerdo o “apretón fiscal” puede hundir a la economía en una recesión. ¿Qué esperamos? Seguir creciendo a tasas mediocres pero estables con una Reserva Federal muy activa y una política fiscal errática. Para destacar a nivel micro, los recientes cambios que se observan en la industria de la tecnología de la información (impresoras 3-D) al igual que en la energía (shale-gas). Vemos estos desarrollos como puntales del crecimiento para fines de la década. Aunque por el momento deberemos conformarnos con seguir los vaivenes de la política fiscal y monetaria.

El año de la Serpiente. En algunos momentos de 2012 se temió que la economía china frenase en forma violenta, una suerte de “hard landing”. La tasa de crecimiento mostrará, cuando sean publicadas, una desaceleración de casi un punto y medio respecto de 2011 (de 9.2% a 7.7%). Para el bienio 2013-14 el consenso espera +8% apuntalado por un gasto en infraestructura en aumento y el reciente cambio de gobierno que favorece (en su discurso) al consumo interno.

En líneas generales, se espera que la economía siga creciendo de manera sostenida al 7.5% en los próximos años. Nuestra visión es menos optimista. Aunque China pueda crecer al 7-7.5% en 2013, hay condiciones que llevan a pensar en una nueva desaceleración. La debilidad de la demanda externa (exportaciones), la aceleración de la fuga de capitales y la caída de la tasa de ganancias del sector privado pueden condicionar el potencial de crecimiento chino por varios años.

Brasil no reacciona. Con un consumo que se mantendrá sólido en 2013, la clave para que se materialice un crecimiento de 4% es que la inversión reaccione a las políticas de estímulo de la administración Rousseff. Pero reducir el costo de hacer negocios en Brasil no alcanza. El contexto internacional no es tan constructivo como en 2010 o incluso 2011.

Por esta razón somos menos optimistas y vemos un crecimiento más cerca de 3% con un Banco Central poco participativo (con la inflación en el 5-6% no se esperan nuevos recortes en la tasa de interés). Para crecer, debemos ver más cambios en la política fiscal (más gasto o menos impuestos). Brasil ha crecido muy poco en los últimos años, y parte del problema está en el formidable retraso cambiario que aún se mantiene, a pesar de las devaluaciones nominales de 2012.

may be, may be


En un año de desaceleración económica, la economía nacional, contra lo sostenido por los gurúes, igualmente creció pero por debajo de años anteriores.
La desaceleración fue centralmente producto del impacto de la crisis internacional sobre el conjunto de los principales socios comerciales del país, pero –a diferencia de otras épocas de hegemonía neoliberal, por caso cuando, durante la crisis del tequila, el desempleo saltó del 10,7% al 18,4% en el lapso comprendido entre el segundo semestre de 1994 y el mismo período de 1995–, en 2012 todos los indicadores socioeconómicos relevantes se mantuvieron estables e incluso, en una serie más larga, desde el inicio de la crisis del neoliberalismo con la caída del Lehman Brothers, en 2008, el desempleo en el país bajó del 8% al 7,6% en el segundo semestre de 2012, con tasas de actividad constantes.
Durante 2012, los niveles de empleo y consumo se mantuvieron sin cambios interanuales: la desocupación abierta quedó estabilizada en el 7,5% promedio sin caídas en la tasa de actividad, mientras el crecimiento de la recaudación trepó 27,2% en diciembre respecto del mismo mes del año anterior y 25,9% en todo 2012, impulsado fundamentalmente por el sostenimiento del consumo interno, pilar del modelo de crecimiento económico kirchnerista desde 2003, cuya centralidad como motor de la demanda agregada permaneció nítida en 2012.
Se actualizaron además en 2012 la asignación universal por hijo el 25,9%, las jubilaciones y pensiones el 31,05%, y las casi 1.900 convenciones colectivas se pactaron por sobre el 24% promedio de aumento salarial, sin techo.
Todas estas actualizaciones resultaron para las consultoras opositoras en línea o para las mediciones más serias sobre el nivel inflacionario –en ningún caso por debajo–, por lo que es lógico que el sistema de preferencias de octubre de 2011 fundamentado en los niveles de empleo y consumo de entonces –como vimos, similares a los niveles actuales–, y que supuso una gran hegemonía electoral oficialista, no se haya modificado en lo sustancial durante 2012.
Más allá de las tradicionales operaciones de medios y los microclimas construidos por diversos medios y analistas de la oposición, los casi 12 millones de votantes que acompañaron al oficialismo en octubre de 2011 no han migrado y siguen hoy respaldando la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
En sentido contrario, la oposición marcha ahora mismo aun más dividida que en octubre de 2011, puesto que los dos nuevos liderazgos nacionales que aparecen de cara a 2015, Mauricio Macri y José Manuel de la Sota, toman votos del mismo espacio opositor, redistribuyendo las preferencias de ciudadanos que ya adversaron al Gobierno nacional.
Mauricio Macri toma votos de los que acompañaron a los binomios Binner-Morandini y Alfonsín-De Narváez, en tanto De la Sota recupera votos de Rodríguez Saá, y ambos nuevos candidatos absorben votantes de Eduardo Duhalde. Sin embargo, ninguno logra construir un puente que conecte los electorados oficialistas y opositores, que aparecen a principios de 2013 como electorados estancos.
En esta lógica, el año electoral de cara a las elecciones de medio mandato se presenta muy favorable al FpV, que renueva las elecciones de 2009, en las que obtuvo el 30% de los votos nacionales, la peor elección oficialista desde 2005.
Mucho se habla acerca de que el FpV carece de candidatos en los principales distritos, pretendiendo asimilar la actual situación a la de 2009, donde en Córdoba, Santa Fe y la Ciudad Autónoma, que sumados representan el 30% del padrón electoral, el oficialismo obtuvo el 10% de los votos promedio...
Sin embargo, todas las encuestas de opinión serias señalan que cualquier candidato del FpV hoy eleva ese promedio al 25% de intención de voto, por lo que tan sólo estos tres distritos aportan en 2013 4,5 puntos nacionales adicionales del piso del 30% obtenido en 2009.
Provincia de Buenos Aires, que representa el 40% del padrón electoral, donde Néstor Kirchner y Daniel Scioli obtuvieran el 32% de los votos, muestra que hoy cualquier candidato del FpV logra como piso el 45% de los votos, 13 puntos adicionales a aquellos 32 del año 2009, con lo cual el aporte bonaerense suma 5,2 puntos nacionales más al 30% de 2009.
Así las cosas, con el solo aporte adicional respecto del año 2009 de estos cuatro grandes distritos, el FpV obtiene ya un piso de 40 puntos de votos sobre el 70% del padrón.
Proyectando una muy conservadora mejora adicional promedio similar en el resto de los distritos del NEA, NOA y la Patagonia, muy favorables al oficialismo y que representan sumados el 30% del padrón, el FpV se planta con un piso del 45% de los votos nacionales, 15 puntos adicionales respecto de la elección de medio mandato del oficialismo, en el crítico año 2009.
Mientras tanto, la oposición camina a mostrar aun más fracturas que en octubre de 2011 y muchas más que en 2009, cuando, por caso, De Narváez obtuvo el 34% de los votos en Buenos Aires, y hoy proyecta apenas 14%, veinte puntos menos.
A fin de dar dimensión a la mejora de 15 puntos de piso que es esperable que obtenga el FpV en 2013 respecto de su elección de medio mandato de 2009, debemos recordar, estimados lectores de PERFIL, que con este porcentaje de 45% de votos el bloque FpV-PJ, como se observa en el cuadro, obtendría 69 bancas y pasaría a tener 145 (56,4% del total), 31 bancas más que actualmente, y sumando aliados podría fácilmente acceder a la mayoría calificada de dos tercios de la Cámara de Diputados.


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