la transición venezolana: chávez inicia su nuevo mandato contra el "golpe débil"
Recibimos
este interesante comentario del
compañero Zinni , aclaratorio sobre la compleja anatomía de la
transición venezolana que compartimos
El
10 de enero efectivamente no hay “falta absoluta”, eso fue una locura de Ramón Aveledo (vocero de la MUD) que no tiene goyete.
Ahora, no necesariamente a partir de esa fecha se abre el período de 90/180 días
que se establece en los casos de “falta temporal”, de hecho ese es el tema de
discusión hoy. Para el chavismo, y eso es lo que dijo Maduro ayer, el acto de
juramentación es un mero formalismo que puede ser postergado sin plazos
específicos; lo que sí comienza a correr a partir de esa fecha es el mandato
presidencial.
A
eso se refería el vicepresidente con lo de la “flexibilidad dinámica”, y no al
margen de tres meses. Sin intención, en la nota de TELAM se replica la interpretación de la derecha
moderada (Capriles & Cía.), que el mismo Maduro calificó ayer como “golpe
débil” (en contraposición al "golpe" sin más de la estrategia
de Aveledo)
Lo
más importante de todo esto es que entonces no sería Diosdado quien ocupe la
presidencia, ni siquiera el mismo Vicepresidente Maduro, sino que todo
continuaría como hasta ahora. Es Chávez quien inicia su nuevo mandato, esperando
su recuperación para cumplir con el “trámite” de prestar juramentación. En
efecto, la posición oficial es que Chávez hoy se encuentra en funciones en el
exterior, con permiso de la Asamblea Nacional, en reposo pero no inhabilitado,
ni temporal ni permanentemente.
Ahora
bien, cómo se determina una “falta temporal”? ahí está lo bonito, nadie sabe, no
se encuentra especificado por la Constitución, ni se establece que deba ser
declarado por la AN. Igualmente, es probable que este problema devenga en
abstracto, y que en 6 meses haya una definición definitiva, para bien o para
mal, sobre la salud de Chávez. Esperemos que se recupere.
la transición en venezuela : el 10 de enero no habrá "falta absoluta"
Tal como anticipamos en Ramble el 10 de enero no habrá de
constituirse la figura de "Falta Absoluta" que propone la constitución
venezolana para habilitar el proceso electoral que reemplace al ejecutivo electo
en 2011.
Habrá prórroga por 180 días a la espera de la
mejoría de Hugo Chávez y de no suceder, entonces sí, en principio - los 90 días
son prorrogables, situación que probablemente la defina la evolución en la salud
de Chávez - se materializaría la convocatoria a elecciones , 30 días después de
vencidos los plazos y con Chávez ya sin posibilidad de asumir.
Se trata de un lapso durante el cual Diosdado Cabello ejercerá la presidencia y Nicolás Maduro continuará sus funciones de vice y delfín del lider fundador.
Leemos en Télam
Se trata de un lapso durante el cual Diosdado Cabello ejercerá la presidencia y Nicolás Maduro continuará sus funciones de vice y delfín del lider fundador.
Leemos en Télam
Para Maduro, no habrá una falta definitiva,
porque no se aplican los supuestos previstos como causas para declarar la
ausencia absoluta, que implicaría la convocatoria de nuevas elecciones
presidenciales.
"Ninguno de los casos que se establecen en
el artículo 233 se aplica en estos momentos. No hay falta absoluta", explicó el
vice, en una entrevista que le hizo el ministro de Comunicaciones, Ernesto
Villegas, con un cuadro de Simón Bolívar de fondo, y transmitida por el estatal
canal Venezolana de Televisión.
Maduro, señalado por el propio Chávez como
su eventual sucesor, reseñó que el mandatario está en uso de licencia concedida
por la Asamblea Nacional, y que el 10 de enero continuará el actual
mandato.
Insistió, además, en que si Chávez no puede
jurar el jueves próximo, podrá hacerlo después ante el Tribunal Supremo de
Justicia (TSJ).
"La Constitución establece que en todo caso
-como formalismo- debe presentar su juramento ante la Asamblea el 10 de enero,
pero ya el 10 de enero comienza el nuevo período constitucional y él continúa en
sus funciones y se establecerá el momento que pueda prestar juramento ante el
TSJ", explicó.
Indicó el también canciller que la
Constitución "abre una flexibilidad dinámica", porque puede haber una ausencia
temporal del jefe del Estado, con un permiso de hasta 90 días y una prórroga de
otros 90...
un mundo sin grandes cambios

Leemos en Analytica sobre las expectativas para el año 2013 a nivel global y para países emergentes:
El
crecimiento de la economía global en 2012 fue del orden de 3%. Para 2013, la
expectativa es que se acelere ligeramente, hasta +3.5%. La divergencia entre
economías emergentes y desarrolladas persiste. En el primer caso, el crecimiento
rondará 5.5%, algo más que en 2012 (+5%) mientras que el PIB del mundo
desarrollado aumentará apenas 0.7%, medio punto menos que el año
pasado.
¿Qué
podemos esperar de la política fiscal? Europa y los EE.UU. buscarán reducir el
déficit en un punto del producto, en línea con lo que ocurrió en 2012. El
proceso de consolidación fiscal en los países avanzados será similar en
magnitud.
¿Qué nos
preocupa? Que una eventual profundización de la estrategia de equilibrio fiscal
(ajustes mayores a 1% del PIB) pueden recortar en medio punto nuestras
expectativas de crecimiento para la economía global durante este
año.
¿Quo
Vadis Europa? Alejada la posibilidad de una disolución del Euro luego del
relajamiento monetario de Mario Draghi en el Banco Central Europeo, ¿qué podemos
esperar en términos de crecimiento? 2013 será recesivo en la UE, con inflación
controlada (por debajo del 2%). En este contexto, el BCE puede recortar más aún
las tasas (0.25%) pero será de muy poca utilidad. El consenso espera una
reactivación en el segundo semestre, lo que vemos muy complejo por la
continuidad de los programas de austeridad.
En definitiva, la persistencia de la crisis nos obliga a pensar en un año de continuidad (políticas austeras y recesión) sin rupturas. Los problemas estructurales de la bajísima capacidad de crecimiento europeo seguirán sin resolverse en 2013, en particular porque Alemania, con elecciones en el cuarto trimestre, no tomará medidas al respecto.
En definitiva, la persistencia de la crisis nos obliga a pensar en un año de continuidad (políticas austeras y recesión) sin rupturas. Los problemas estructurales de la bajísima capacidad de crecimiento europeo seguirán sin resolverse en 2013, en particular porque Alemania, con elecciones en el cuarto trimestre, no tomará medidas al respecto.
Estados
Unidos sin recesión, sin abismo fiscal pero sin creación de empleo. Repetimos
mucho de lo que se dijo en 2012. La economía americana navega a una tasa
promedio de 2%. Las negociaciones pendientes entre demócratas y republicanos
sobre el futuro del gasto público es el evento a monitorear durante el año. Un
buen acuerdo puede implicar que crezcamos en línea con el promedio de los años
post-Lehman.
La falta de acuerdo o “apretón fiscal” puede hundir a la economía en una recesión. ¿Qué esperamos? Seguir creciendo a tasas mediocres pero estables con una Reserva Federal muy activa y una política fiscal errática. Para destacar a nivel micro, los recientes cambios que se observan en la industria de la tecnología de la información (impresoras 3-D) al igual que en la energía (shale-gas). Vemos estos desarrollos como puntales del crecimiento para fines de la década. Aunque por el momento deberemos conformarnos con seguir los vaivenes de la política fiscal y monetaria.
La falta de acuerdo o “apretón fiscal” puede hundir a la economía en una recesión. ¿Qué esperamos? Seguir creciendo a tasas mediocres pero estables con una Reserva Federal muy activa y una política fiscal errática. Para destacar a nivel micro, los recientes cambios que se observan en la industria de la tecnología de la información (impresoras 3-D) al igual que en la energía (shale-gas). Vemos estos desarrollos como puntales del crecimiento para fines de la década. Aunque por el momento deberemos conformarnos con seguir los vaivenes de la política fiscal y monetaria.
El año de
la Serpiente. En algunos momentos de 2012 se temió que la economía china frenase
en forma violenta, una suerte de “hard landing”. La tasa de crecimiento
mostrará, cuando sean publicadas, una desaceleración de casi un punto y medio
respecto de 2011 (de 9.2% a 7.7%). Para el bienio 2013-14 el consenso espera +8%
apuntalado por un gasto en infraestructura en aumento y el reciente cambio de
gobierno que favorece (en su discurso) al consumo
interno.
En líneas generales, se espera que la economía siga creciendo de manera sostenida al 7.5% en los próximos años. Nuestra visión es menos optimista. Aunque China pueda crecer al 7-7.5% en 2013, hay condiciones que llevan a pensar en una nueva desaceleración. La debilidad de la demanda externa (exportaciones), la aceleración de la fuga de capitales y la caída de la tasa de ganancias del sector privado pueden condicionar el potencial de crecimiento chino por varios años.
En líneas generales, se espera que la economía siga creciendo de manera sostenida al 7.5% en los próximos años. Nuestra visión es menos optimista. Aunque China pueda crecer al 7-7.5% en 2013, hay condiciones que llevan a pensar en una nueva desaceleración. La debilidad de la demanda externa (exportaciones), la aceleración de la fuga de capitales y la caída de la tasa de ganancias del sector privado pueden condicionar el potencial de crecimiento chino por varios años.
Brasil no
reacciona. Con un consumo que se mantendrá sólido en 2013, la clave para que se
materialice un crecimiento de 4% es que la inversión reaccione a las políticas
de estímulo de la administración Rousseff. Pero reducir el costo de hacer
negocios en Brasil no alcanza. El contexto internacional no es tan constructivo
como en 2010 o incluso 2011.
Por esta razón somos menos optimistas y vemos un crecimiento más cerca de 3% con un Banco Central poco participativo (con la inflación en el 5-6% no se esperan nuevos recortes en la tasa de interés). Para crecer, debemos ver más cambios en la política fiscal (más gasto o menos impuestos). Brasil ha crecido muy poco en los últimos años, y parte del problema está en el formidable retraso cambiario que aún se mantiene, a pesar de las devaluaciones nominales de 2012.
Por esta razón somos menos optimistas y vemos un crecimiento más cerca de 3% con un Banco Central poco participativo (con la inflación en el 5-6% no se esperan nuevos recortes en la tasa de interés). Para crecer, debemos ver más cambios en la política fiscal (más gasto o menos impuestos). Brasil ha crecido muy poco en los últimos años, y parte del problema está en el formidable retraso cambiario que aún se mantiene, a pesar de las devaluaciones nominales de 2012.
may be, may be
En
un año de desaceleración económica, la economía nacional, contra lo sostenido
por los gurúes, igualmente creció pero por debajo de años anteriores.
La
desaceleración fue centralmente producto del impacto de la crisis internacional
sobre el conjunto de los principales socios comerciales del país, pero –a
diferencia de otras épocas de hegemonía neoliberal, por caso cuando, durante la
crisis del tequila, el desempleo saltó del 10,7% al 18,4% en el lapso
comprendido entre el segundo semestre de 1994 y el mismo período de 1995–, en
2012 todos los indicadores socioeconómicos relevantes se mantuvieron estables e
incluso, en una serie más larga, desde el inicio de la crisis del neoliberalismo
con la caída del Lehman Brothers, en 2008, el desempleo en el país bajó del 8%
al 7,6% en el segundo semestre de 2012, con tasas de actividad
constantes.
Durante
2012, los niveles de empleo y consumo se mantuvieron sin cambios interanuales:
la desocupación abierta quedó estabilizada en el 7,5% promedio sin caídas en la
tasa de actividad, mientras el crecimiento de la recaudación trepó 27,2% en
diciembre respecto del mismo mes del año anterior y 25,9% en todo 2012,
impulsado fundamentalmente por el sostenimiento del consumo interno, pilar del
modelo de crecimiento económico kirchnerista desde 2003, cuya centralidad como
motor de la demanda agregada permaneció nítida en 2012.
Se
actualizaron además en 2012 la asignación universal por hijo el 25,9%, las
jubilaciones y pensiones el 31,05%, y las casi 1.900 convenciones colectivas se
pactaron por sobre el 24% promedio de aumento salarial, sin techo.
Todas
estas actualizaciones resultaron para las consultoras opositoras en línea o para
las mediciones más serias sobre el nivel inflacionario –en ningún caso por
debajo–, por lo que es lógico que el sistema de preferencias de octubre de 2011
fundamentado en los niveles de empleo y consumo de entonces –como vimos,
similares a los niveles actuales–, y que supuso una gran hegemonía electoral
oficialista, no se haya modificado en lo sustancial durante 2012.
Más
allá de las tradicionales operaciones de medios y los microclimas construidos
por diversos medios y analistas de la oposición, los casi 12 millones de
votantes que acompañaron al oficialismo en octubre de 2011 no han migrado y
siguen hoy respaldando la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
En
sentido contrario, la oposición marcha ahora mismo aun más dividida que en
octubre de 2011, puesto que los dos nuevos liderazgos nacionales que aparecen de
cara a 2015, Mauricio Macri y José Manuel de la Sota, toman votos del mismo
espacio opositor, redistribuyendo las preferencias de ciudadanos que ya
adversaron al Gobierno nacional.
Mauricio
Macri toma votos de los que acompañaron a los binomios Binner-Morandini y
Alfonsín-De Narváez, en tanto De la Sota recupera votos de Rodríguez Saá, y
ambos nuevos candidatos absorben votantes de Eduardo Duhalde. Sin embargo,
ninguno logra construir un puente que conecte los electorados oficialistas y
opositores, que aparecen a principios de 2013 como electorados
estancos.
En
esta lógica, el año electoral de cara a las elecciones de medio mandato se
presenta muy favorable al FpV, que renueva las elecciones de 2009, en las que
obtuvo el 30% de los votos nacionales, la peor elección oficialista desde
2005.
Mucho
se habla acerca de que el FpV carece de candidatos en los principales distritos,
pretendiendo asimilar la actual situación a la de 2009, donde en Córdoba, Santa
Fe y la Ciudad Autónoma, que sumados representan el 30% del padrón electoral, el
oficialismo obtuvo el 10% de los votos promedio...

Provincia
de Buenos Aires, que representa el 40% del padrón electoral, donde Néstor
Kirchner y Daniel Scioli obtuvieran el 32% de los votos, muestra que hoy
cualquier candidato del FpV logra como piso el 45% de los votos, 13 puntos
adicionales a aquellos 32 del año 2009, con lo cual el aporte bonaerense suma
5,2 puntos nacionales más al 30% de 2009.
Así
las cosas, con el solo aporte adicional respecto del año 2009 de estos cuatro
grandes distritos, el FpV obtiene ya un piso de 40 puntos de votos sobre el 70%
del padrón.
Proyectando
una muy conservadora mejora adicional promedio similar en el resto de los
distritos del NEA, NOA y la Patagonia, muy favorables al oficialismo y que
representan sumados el 30% del padrón, el FpV se planta con un piso del 45% de
los votos nacionales, 15 puntos adicionales respecto de la elección de medio
mandato del oficialismo, en el crítico año 2009.
Mientras
tanto, la oposición camina a mostrar aun más fracturas que en octubre de 2011 y
muchas más que en 2009, cuando, por caso, De Narváez obtuvo el 34% de los votos
en Buenos Aires, y hoy proyecta apenas 14%, veinte puntos menos.
A
fin de dar dimensión a la mejora de 15 puntos de piso que es esperable que
obtenga el FpV en 2013 respecto de su elección de medio mandato de 2009, debemos
recordar, estimados lectores de PERFIL, que con este porcentaje de 45% de votos
el bloque FpV-PJ, como se observa en el cuadro, obtendría 69 bancas y pasaría a
tener 145 (56,4% del total), 31 bancas más que actualmente, y sumando aliados
podría fácilmente acceder a la mayoría calificada de dos tercios de la Cámara de
Diputados.
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