| entrevista a florencio randazzo
En las elecciones de este año la Argentina tiene que finalmente saldar una deuda: decidir si su dirigencia representa a quienes los eligen o a los grupos económicos." Así lo definió el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, durante su paso por Pinamar, a donde viajó para participar de actividades en el Parador Vial. Le pidió al gobernador bonaerense Daniel Scioli que "por responsabilidad" explique las diferencias que dice tener con el kirchnerismo y consideró que la "ineptitud" de Mauricio Macri sólo es viable porque "es invisibilizada por los medios". Según prometió, en 60 días se notarán los primeros cambios en las líneas Sarmiento y Mitre.
“Si Clarín elige al candidato, la Argentina va al 2001”
El ministro de Interior y Transporte, en su paso por Pinamar, habla del proyecto, de la dirigencia y del aumento del subte.

–Después de décadas de viajar mal en los trenes, la gente espera que se produzcan cambios urgentes. ¿Cuándo cree que se notarán?
–En los próximos 60 días, con seguridad. Estamos terminando la obra de vías en el Sarmiento. De Moreno a Once vamos a tener vías totalmente nuevas. Estamos mejorando el 50% de las formaciones y, durante el año, vamos a continuar con el resto. Eso se va a complementar con la compra de los nuevos coches que van a duplicar la capacidad de transporte. Además, estamos interviniendo y poniendo en valor las estaciones. Vamos a instalar carteles digitales de 42 pulgadas que van a permitir saber cuándo va a llegar el tren. Pusimos a la Gendarmería en el Sarmiento y en el Mitre. Además vamos a hacer 61 bajos a nivel en un año que van permitir aumentar las frecuencias y van a ayudar a disminuir los accidentes. Puedo asegurar que cuando todo eso esté funcionando se va a notar una verdadera revolución en el transporte.
–¿Y en el Mitre cómo avanzan las obras?
–Estamos trabajando la vía en la curva del hipódromo en Carranza, estamos poniendo una vía nueva a José León Suárez y estamos reparando el tramo Retiro-Tigre. Y con la incorporación de 30 formaciones de seis coches con la que vamos a duplicar la capacidad de transporte.
–El Estado subsidia la mayor parte de los pasajes de trenes y de colectivos y el último aumento no afectó a los beneficiarios de la Asignación Universal ni a los jubilados, algo que fue posible por la implementación de la SUBE. ¿Se está pensando en un esquema de tarifas segmentadas?
–La implementación de la SUBE nos permite tener información muy valiosa para reasignar recursos. Estamos recaudando 92 millones de pesos más porque aparecen pasajeros que las empresas no informaban en las declaraciones juradas. La idea es orientar el subsidio hacia la demanda en función de una concepción que sostiene que el transporte es una política de inclusión que ayuda a la distribución del ingreso. Eso nos permite que los que reciben la AUH, los veteranos de guerra, las empleadas de casa de familia y estudiantes no reciban aumento. Eso sólo lo podemos implementar gracias a la SUBE. Y la idea es seguir avanzando, con la SUBE, en esta orientación de los subsidios para llegar con más a los que tienen menos.
–¿El ministerio tiene estudiado cómo va a repercutir el aumento del subte a $ 3,50 en el resto de la red de transporte?
–Hay una falta de criterio absoluta por parte de Mauricio Macri. Es increíble y sólo se puede explicar por la impunidad mediática que tiene. Tomó el subte en enero del año pasado y lo único que supo hacer fue aumentar la tarifa en un 127 por ciento. Hicimos las vías y el señalamiento nuevo de la línea A, pusimos en valor las estaciones, cambiamos la electrificación sin cerrar el subte un solo día. Le compramos los 45 coches nuevos en los que él se saca fotos, algo que los multimedios se ocupan de avalar. Y ahora se le ocurre cerrar el subte, con lo cual va a afectar a los 200 mil pasajeros que lo usan y a los comerciantes. El subte va a ser sólo para pudientes y los que no puedan pagarlo van a optar por el colectivo y van a descompensar aun más el sistema.
–El PRO argumenta que el aumento a $ 3,50 es razonable porque acompaña otras subas de precios que se han dado en los últimos años.
–No, y eso no tiene nada que ver. Macri está pensando en la rentabilidad de una empresa y el transporte es un servicio social, tiene que ver con la posibilidad de que los que menos tienen puedan viajar al menor costo posible. Pero es inútil, qué va a entender esto Macri si nunca viajó en un medio de transporte público.
–Usted fue un gran defensor de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. ¿Son suficientes para salvar las diferencias programáticas e ideológicas que hay en los partidos?
–Son un avance importante porque ampliaron las bases de participación y permitieron que los candidatos no surjan de las burocracias partidarias y las minorías afiliadas. Además, la última experiencia fue un éxito porque participó el 80% del padrón…
–Sí, la participación fue alta. ¿Pero cómo repercuten al interior del partido?
–Creo que ordenan. Pero de todas maneras creo que los que tienen que decidir quiénes son sus candidatos son los partidos y ofrecerle alternativas a la gente. Si los grupos hegemónicos quieren a un candidato, que formen un partido. Si Clarín quiere poner un candidato, que forme un partido para ir a la elección.
–¿Por qué le pidió al gobernador bonaerense Daniel Scioli que explicara cuáles eran sus diferencias con la presidenta?
–Porque sería un acto de responsabilidad y de sinceridad de su parte que corresponde. Si tiene diferencias, que las exprese. No es lo mismo tener diferencias intrascendentes que diferencias de fondo. Nosotros, los que integramos el modelo, creemos que debe continuar e institucionalizarse en el tiempo y para eso necesitamos de dirigentes, hombres y mujeres, que expresen con claridad y sin dudas los núcleos centrales de este proyecto.
–¿Tiene sus ahorros pesificados?
–Sí, todo.
–¿Eso es fue a partir del pedido de la presidenta a los funcionarios?
–En ese momento tenía 20 mil o 15 mil dólares y los pasé a pesos.
–¿Le gustaría ser candidato en las próximas elecciones?
–Me gustaría ser el hombre que resolvió los problemas históricos del transporte de la Argentina, ese es el desafío que me planteó Cristina.
–Históricamente las elecciones de medio término son difíciles para las gestiones nacionales. ¿Cómo piensa enfrentar el gobierno ese desafío?
–Nosotros no podemos dejar de gestionar, no podemos frenar porque es nuestro gran capital político. Creo que en las próximas elecciones la Argentina tiene que finalmente saldar una deuda: decidir si su dirigencia representa a quienes los eligen o si representan a los grupos económicos. Esto es lo que viene: Si Clarín elige al candidato, la Argentina va al 2001. Los dirigentes son del pueblo o del monopolio. El núcleo central de cierta tensión que hay hoy en la Argentina es que tenemos una presidenta que representa a la mayoría y lógico, esa tensión antes no existía porque hasta que llegó Kirchner los presidentes eran funcionales a los intereses de esos grupos concentrados. Y ese esquema terminó en la crisis de 2001. Por favor, no repitamos esa experiencia. «
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