pelea de pesos pesados
El kirchnerismo va con Rossi y Bielsa para recuperar la provincia
Desde Santa Fe
En las primarias santafesinas no sólo comienza la carrera por la sucesión del socialista Hermes Binner, sino que también será la oportunidad del Partido Justicialista para recuperar el terreno perdido en 2007, cuando el Frente Progresista Cívico y Social le arrebató la gobernación de Santa Fe luego de 24 años de hegemonía. Y mientras muchos ven cómo se apaga la influencia del senador Carlos Reutemann, una figura asciende en el firmamento político y se posiciona en el centro: el diputado nacional Agustín Rossi es el alfil peronista para la tarea de recuperar la confianza del electorado.
Es que Rossi es el favorito de las encuestas dentro del PJ, con al menos diez puntos por encima de su rival. Curiosamente, su principal competidor se ubica en la misma vereda ideológica: el ex canciller Rafael Bielsa vuelve a buscar la candidatura a gobernador. No es la primera vez que estos dos kirchneristas se enfrentan en las urnas: en 2007, Rossi perdió la interna a manos de Bielsa, quien había sido respaldado explícitamente por el propio Néstor Kirchner.
Bielsa logró apenas un respaldo tácito de la Casa Rosada, y llevó a la provincia a funcionarios del riñón de Cristina, como la ministra de Producción, Débora Giorgi, o el ministro de Economía, Amado Bodou. Con el armado político de los operadores de Casa Rosada, Juan Carlos “Chueco” Mazzón y Carlos Zannini, sumado a la estructura de su vice Oscar “Cachi” Martínez –un peronista disidente que tiene su propio partido–, Bielsa se ubica segundo en las mediciones.
A la vez, su contrincante cuenta con el respaldo de las organizaciones sociales filoperonistas: CTA, Movimiento Evita y toda una serie de ONG progresistas, formando dos listas de diputados que lo acompañan: una que refleja el marco de alianzas territoriales, y otra con jóvenes sub 35. Esto lo complementa con un intenso trabajo territorial que realiza su equipo desde hace varios años.
En este esquema, un ausente con aviso es La Cámpora, que no acordó con ninguno de los candidatos. La agrupación ofreció su estructura en ambos sectores, pero pedían lugares en las listas que los dirigentes ya tenían comprometidos. De ese modo, declararon su autonomía y los únicos miembros de La Cámpora que participan fueron ubicados en espacios menores.
Con esta estrategia a dos frentes, el kirchnerismo se asegura un caudal de votos para la reelección de Cristina, un espacio de privilegio en las primeras planas al día siguiente, y, finalmente, correr al senador Carlos Reutemann de la escena, proceso hasta el momento exitoso: los cuadros del ex gobernador –que en otro tiempo fueron mayoría– hoy se concentran en las listas que encabezan el senador Juan Carlos Mercier, hombre de confianza de “Lole”, y el intendente de Rafaela, Omar Perotti, quien también recibió el apoyo del ex gobernador Jorge Obeid y, a pesar de haber jugado con Reutemann en 2009, mantiene conexiones con la Casa Rosada.
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