Los radares detectan autos a 173 kilómetros por hora en la autopista a Santa Fe
Los cinemómetros están sobre los extremos de la traza que una Rosario con la capital provincial. Hasta fin de mes sólo captan las faltas a título de "prueba" y no se labran multas.
imágenes elocuentes. Un Ford circula a 148 kilómetros por hora en un tramo de la autopista donde la máxima es de 80 y un Renault llega a 173 kilómetros por hora: un bólido sobre el asfalto.
Los dos primeros radares móviles puestos en funcionamiento el 9 de enero pasado en los extremos de la autopista Brigadier López, que conecta Rosario y Santa Fe, registraron "numerosos casos de exceso de velocidad", reveló ayer el subsecretario de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, Mariano Cuvertino. Y no precisamente a cualquier velocidad, sino a algunas elevadísimas. Un ejemplo: el 15 de enero, uno de los cinemómetros captó a un Renault Logan que marchaba a 173 kilómetros por hora, cuando la máxima permitida en la autovía es de 130.
No fue el único caso. En las proximidades del peaje, donde los carteles señalan que se debe ir disminuyendo la velocidad paulatinamente, un auto fue escrachado con una velocidad de 148 kilómetros por hora en el tramo donde la máxima autorizaba no más de 80.
"Lo grave es que el exceso de velocidad es, como la conducción bajo efectos del alcohol, una de las dos causas principales por las que se producen accidentes graves", advirtió Cuvertino.
En rigor, esas flagrantes infracciones se suman a la distracción y la fatiga como las condiciones "centrales" y "atribuibles al ser humano" en la mayoría de los siniestros viales.
Y como la accidentología demuestra que el exceso de velocidad gravita prioritariamente, la Agencia resolvió implementar controles con radares móviles "para fortalecer la política de prevención y control en todo el territorio provincial".
De hecho, los cinemómetros hoy están ubicados sobre la autopista a Santa Fe, pero la idea es sumar otros equipos en los próximos meses (ver página X).
Por ahora, remarcó el funcionario se trata sólo de "pruebas", pero antes de fin de mes las infracciones comenzarán a traducirse en actas con su correspondiente sanción.
Desde el momento en que empiecen a labrarse las multas, las infracciones por exceso de velocidad serán gestionadas por los municipios y comunas. El Estado provincial se encargará de realizar la correspondiente notificación al domicilio del propietario del automotor involucrado en la falta.
Luego serán los jueces de faltas de las correspondientes jurisdicciones quienes establecerán los montos económicos de la sanción, en función de la gravedad de la infracción y su reincidencia.
Lo recaudado por ese concepto se destinará a una cuenta especial que por ley administra la Agencia de Seguridad Vial, destinada a seguir fortaleciendo el sistema de controles en la provincia.
Concientizar.Lo cierto es que, al menos hasta fines de enero, no se labrarán multas porque el objetivo es que "los conductores vayan tomando conciencia sobre la necesidad e importancia de cumplir con la normativa vigente en materia de seguridad vial para evitar peligros a sí mismos y a terceros".
"El objetivo del gobierno provincial es poder fortalecer el apego a la norma y a lo que fija la ley para reducir los índices de siniestralidad y las muertes en rutas", remarcó Cuvertino
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