viernes, 30 de diciembre de 2011

el regreso de los muertos vivos V

CHARLA EXCLUSIVA CON SM

Reviglio: “Con la ley de lemas no existía la traición”

Víctor Félix Reviglio, gobernador de Santa Fe entre 1987 y 1991, mantuvo una extensa charla con Sin Mordaza donde habló de todo: la celebración de los 20 años de su gestión, la famosa ‘cooperativa', la ley de lemas, sus ‘encontronazos' con Reutemann y entretelones de la política nacional en el final de Alfonsín y el inicio de Menem.

Reviglio habló de todo con Sin Mordaza
Reviglio habló de todo con Sin Mordaza
Celebración
Reviglio, hace una semana, hizo una celebración secreta en Santa Fe para conmemorar los 20 años que pasaron luego de su gestión como mandatario provincial. "Surgió conversando con compañeros funcionarios de mi época y comentábamos que en diciembre se cumplían 20 años de que nos retirábamos del gobierno. ‘Podríamos juntarnos', dijimos y cuando lo empezamos a conversar me halagó que todos estuvieron contentos. Había personas que hace 20 años no me veían la cara. Estuvieron el Dr. David, Rufino Beltrán, Murillo, Daniel Germano, Sánchez García, Didier. Con mucha calidez humana aceptaron. Inclusive vinieron de Buenos Aires, como Alvarito González y Carranza".
Muchos de los concurrentes ahora pertenecen al PRO y al Peronismo Federal. Ante ello, el ex gobernador expresó que "puse en claro lo siguiente: esto no se trataba de una reunión política que tuviera que ver con el presente ni con el futuro. Era una reunión social con una base eminentemente política. Y así lo fue. Había gente del Peronismo Federal; independientes que no venían del justicialismo, gente como Jorge Fernández, del Frente para la Victoria. Fue una charla de camaradería, con más de 80 personas. Inclusive prohibimos que vinieran con los familiares. Algunos me aparecieron pero bueno...".
La ‘cooperativa'
"La fiesta la pagó cada uno de ellos", aclaró Reviglio y señaló que lo que más se destacó de aquella gestión fue "el punto de vista humano". "El único orador fui yo y hablé de aquella época. Recordé la reorganización partidaria del justicialismo, las internas, el tema Cafiero, cómo surgió la palabra famosa de la cooperativa, que no es lo que se cuenta. Fue una palabra que expresó Manzano cuando estábamos reorganizando el partido y llegamos a un acuerdo después de mucho andar. Todos los gobernadores queríamos que Cafiero fuera el presidente del partido y que no fuéramos a una interna. Y Menem quería hacerlo también, con todo el derecho. No había forma de arreglar el asunto. Entonces yo hablé con Cafiero y le dije ‘me voy a hablar con Menem, ¿me autorizas?' y fui y conversé con él junto a una par de gobernadores. Y le dije: ‘Carlitos, esto no da para más. Vos tenés derecho pero acá hay una realidad: los gobernadores quiere que esto sea por consenso y que Antonio (Cafiero) sea el presidente del partido y vos, el vicepresidente 1º'. Él me contesta: ‘Bueno Víctor. Pero con una condición: yo no soy el vicepresidente 1º, yo soy el vicepresidente'. Y el vicepresidente 1º fue Vernet. Después vino la lista de todos los gobernadores. Yo creo que estaba en la Secretaría de Acción Política. Pero claro, en Santa Fe había una realidad: los referentes importantes de la zona sur y la norte, que tuvieron la virtud de ponerse de acuerdo, en la época de Vernet, de encolumnarse y trabajar todos juntos. Cosa que no ocurre ahora y así nos va. Y ese fue el triunfo que tuvimos frente a Cáceres. Y ellos querían figuran en la plantilla del partido. Estaba Vernet y yo. Apareció no sé cuál de ellos y lo pusieron, después otro y así. En ese momento, Manzano fue que dijo: ‘¿Santa Fe qué es? ¿Una cooperativa? Y ahí quedó. Pero que nadie se engañe: esta era la realidad de un peronismo de una época con referentes que tenían su base, no solo en Santa Fe y Rosario, sino en toda la provincia. Pero de ahí a creer que gobernaba la cooperativa con Vernet, minga. Y conmigo, no solamente no gobernó, sino que a mitad de periodo hubo problemas con varios de ellos, que el periodismo levantó en su momento", señaló.
Logros de su gestión
Consultado sobre lo que recuerda como logros de su mandato, Reviglio contestó que "fue entregar la provincia como queríamos hacerlo nosotros: ordenada. Con un gobernador nuevo, que no tuvo los problemas que tuve yo, que tenía las cuentas en rojo y no podía pagar aguinaldos ni sueldos".
Sobre los encontronazos con la gestión Reutemann, dijo que "el error lo cometió el ministro Mercier cuando dijo que le debíamos 40 millones a la Nación, cuando era al revés. Se imagina que el ministro Germano y el que había sido Fiscal de Estado, López, se lo comieron en las cámaras y tuvo que dar marcha atrás".
"(A Reutemann) la habían hecho los rulos, que de nosotros teníamos que terminar e ir todos presos. Pero eso es producto de un trabajo que se hizo con la oposición y sobre todo con ciertos medios de Santa Fe, que veían la oportunidad, desde el '46 a esa fecha de ganarle al justicialismo", explicó el ex gobernador santafesino.
"Nosotros entregamos la provincia ordenada. Hay que agregar que sufrimos la debacle alfonsinista y los primeros años de Menem también fueron de terror. Luego se equilibraron las cosas y pudimos terminar de esa forma. Es más: nunca recibimos un peso ni de Alfonsín ni de Menem. El costo por haberle pedido que no fuera el presidente del partido y luego el apoyo que le dimos a Cafiero desde Santa Fe, son boletas que en la política tenés que pagar", agregó.
Sobre las disculpas de Reutemann, Reviglio dijo que "lean la frase del día en la primera hoja de La Nación del 11 de diciembre de 1999, y dice: ‘Recibí mejor la provincia en mi primer mandato que en la actualidad'. A buen entendedor, pocas palabras".
La ley de lemas
El ex gobernador dice que en aquella época, la ley de lemas "fue bien vista".
-¿Se arrepiente de la ley de lemas?
-No, al contrario.
"Es una ley perfectible. En primer lugar, existía eso que Larriera llamaba ‘interna sangrienta'. Y era verdad, sobre todo en el radicalismo con Cáceres y Usandizaga. Más que nosotros. Porque en mi interna con Carignano nunca nos faltamos el respeto. Fue dura, como corresponde. Entonces cuando cayó la ley de lemas y no había internas, fue bien vista. Es una ley electoral donde se suma sin mezclar. Y esa fue la ecuación, que no lo dice nadie, que se me prendió la lamparita a mí. Nosotros íbamos a la derrota del justicialismo, por los enfrentamientos internos", indicó.
-Uno de los mitos es que usted pagó para que saliera la ley. El voto radical de Palud, que se dio vuelta...
-Nadie pagó absolutamente nada. Si hubiera sido así, no hubiese sido posible que el presidente del bloque del Justicialismo, Barrionuevo que no solamente votó en contra, sino que trajo gente en colectivos. Hubo seis votos en contra. Se ganó por un voto, por los votos de Usandizaga. Eso es parte de un cuento.
"Yo lo tengo que felicitar Binner porque le metió a la población, con el pie de Obeid, el tema del ‘cambio'. Está bien. Ahora, ¿qué pasó con la nueva ley? Perdimos la provincia. La entregamos con la nueva ley y la regalamos ahora. En las dos elecciones, en las internas el peronismo saca más votos que el Frente Progresista. Si usted suma los cuatro candidatos nuestros y los del Frente, saca más votos el justicialismo. Si hubiera habido ley de lemas, buenas noches y hasta luego. Bielsa y Rossi hubiesen sido gobernadores. Este es un tema que lo explica a Obeid", indicó.
Reviglio, ampliando su opinión sobre este sistema electoral, fue contundente: "Con la ley de lemas no se permite la traición".
"Con la ley de lemas, no hubiésemos perdido ni la elección que ganó Binner y mucho menos la de Bonfatti, que perdió 10 puntos. Entonces, que esto lo escuchen bien los periodistas. En la ley de lemas no existe la traición. Usted vota a su candidato, como en una interna. Rossi hubiera sido el gobernador, ahí están las consecuencias", remarcó.
Crisis nacional durante su gestión
Retomando el tema de las crisis nacionales que hubo cuando fue gobernador, Reviglio indicó que "trabajamos con el corazón en la boca por la crisis financiera y económica del país. Fueron los dos últimos años de Alfonsín. Para colmo, cuando pierde casi todas las gobernaciones, dejó de gobernar. Íbamos con los gobernadores, encabezados por Cafiero y Menem a hablar con el presidente. Le pedíamos que por favor gobierne. Tal es así, que el grupo renovador de Cafiero, Manzano, De la Sota y Grosso, se habían acercado bastante al gobierno en ese sentido. En cambio Menem dio un paso al costado y enfrentó a Alfonsín. Hay cosas que son verdades: el golpe de mercado, el FMI que quiso hacer de Argentina la víctima y un ejemplo de lo que puede pasar hizo que no terminara el gobierno. A mí me lo venían pedir las organizaciones intermedias del establishment de Santa Fe, como la Bolsa de Comercio, la Sociedad Rural, los medios: ‘Dígale al Dr. Menem que se haga cargo del gobierno'".
"El año '89 fue fatal. Tomaron La Tablada, una locura. Uno de los guerrilleros desaparecidos fue Carlos Burgos, quien estuvo preso conmigo en el plan CONINTES. Era peronista y luego giró a la izquierda, terminó con Gorrirán Merlo. Luego vino el tema de los supermercados. Lo de Rosario fue tremendo porque fue masivo. Es mentira que nosotros lo sabíamos. Alfonsín dice en su libro que yo había dejado de repartir los bolsones. Eso es una infamia, que no se la puedo achacar a Alfonsín. Él tenía asesores y se lo han contado porque tenían que justificar de alguna manera lo que realmente estaba pasando en el país por la hiperinflación. En la época de vacas flacas, pagábamos los sueldos más tarde. La gente s enloquecía porque le remarcaban el precio no de día a día, de hora a hora. Le quitaban la manteca de la mano y se la remarcaban. Entonces la gente quería cobrar cuanto antes. Estaba desesperada. Esto se dio en Rosario. A mí me carga Alfonsín con que la policía nuestra no actuó. Dígame: un policía que está en un supermercado, donde vienen las mujeres con niños, entran a los supermercados y sacan las cosas, ¿qué puede hacer? Yo di órdenes terminantes al ministro de Gobierno, el Dr. Didier, de que nosotros no vamos a pasar a la historia de Santa Fe por un baño de sangre para defender azúcar, yerba, aceite y todo lo demás", señaló.
"No hubo muertos, salvo tres o cuatro. Había supermercadistas subidos a los techos tirando. Y no nos ayudó con Rosario la prensa. Se mentía. Lo vivían como un partido de fútbol. A mí en Rosario me vino a ver el establishment a pedirme que reprimiera, porque decían que iban air a sus casas, a sus countries a tomarlos. O le dije terminantemente que de ninguna manera. Para lo cual me muñí de lo siguiente: además de tomar posición la policía provincial, intervino la policía federal y pedí hablar con el Dr. Alfonsín. Me recibió en Olivos, le pedí que instalara el Estado de Sitio, que lo hizo en todo el país, y que me mandara la Gendarmería. Duró tres días. Fueron tres días caóticos y desesperantes. Allí fue cuando le pide adelantar las elecciones a Menem, con quien se enojó porque Menem dijo ‘yo estoy listo para gobernar' a la prensa, cuando por abajo le dijo que no estaba en condiciones de asumir. Luego, cuando se lo reprocha Terragno, Menem le dice ‘y qué podía decir". Y tenía razón. Qué podía decirle al pueblo...", manifestó el ex mandatario santafesino.
Reviglio recordó que los primeros meses de Menem fueron terribles. "Recién se equilibró con Cavallo. Ahí fue cuando nosotros nos pusimos a ordenar la provincia", explicó.
"Hay que recordar algo: Reutemann es impulsado por Menem pero cuando salió la ley de lemas. Eso la gente no se acuerda. Antes de sacar la ley de lemas, fui hablar con Menem. Tengo de testigo a Bauzá y a López. Menem, cuando terminé de explicar la situación, me dijo: ‘Me parece bien Víctor. Metele para adelante'. Y entonces después me llama Mera Figueroa, que era ministro del Interior, que me decía: ‘Mirá, tenés una cantidad de traidores vos que están en Buenos Aires pero que viven en Santa Fe, y que vienen a golpearme la puerta todos los días para pedirme que te intervenga la provincia. Son todos locos estos tipos'", indicó.
"Hubo gente, de esa famosa cooperativa, que decían que ‘con Reviglio no voy a conseguri que trabaje para mí. Tenemos que poner interventor'. Hubo alguien que buscó un interventor de Córdoba. Hubo otro que lo quería poner a Fisher, porque supuestamente le respondía pero no lo hacía más. Una vez vino a decirme lo que pasaba y me negó que tuviera algo que ver. Le tengo que estar agradecido porque me cantó la justa", señaló.
"Ocurrió algo peor: hubo un juez federal que quiso procesar a Vernet y a mí por la Caja de Asistencia Docente, una caja nacional donde la provincia era el ente recaudador y había que hacer los aportes. Desde la época del proceso que no se hacían. Lo empezó a hacer García Solá. Nos quería procesar, y saben por qué: porque le habían contado que lo querían poner de candidato a vicegobernador. ¿Sabe quién me lo dijo? El propio juez. Él mismo me lo dijo. Había una gran cantidad de conspiraciones porque lo veían débil al gobierno. Nosotros seguimos adelante y entregamos la provincia como corresponde. Me alegro después con los años que Reutemann se haya dado cuenta de lo que recibió", remarcó Reviglio.

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