a dias de los anuncios
Menos expectativas de cambio para el nuevo gabinete
De Vido sigue firme como un ministro potenciado. Fábrega entró a terciar por Economía. Yahuar es número puesto para Agricultura. Randazzo y Abal Medina pugnan por ascender. Bauer iría al ministerio del relato.
El equipo. Buena parte del gabinete se reunió esta semana en el cierre de Tecnópolis. Muchos ignoran dónde estarán a partir del próximo sábado, en la segunda etapa.
El tiempo se terminó, pero la incertidumbre no. Esta semana, inevitablemente, se dará a conocer el nuevo gabinete de Cristina, pero las expectativas de grandes cambios han quedado muy diluidas.
Una alta fuente del Gobierno le repitió a PERFIL algo que había blanqueado el diputado Carlos Kunkel hace un tiempo: “No habrá mayores cambios en el Gobierno”. La lectura que hacen es que se harán los cambios obligados y algún tapado.
La Presidenta parece preparar un equipo para tormentas, con poco de renovación y mucho de experiencia en el trajinado ejercicio de administrar el poder.
Hoy parece haber perdido espacio la impronta renovadora que se le atribuyó al gabinete de Cristina. El rol de La Cámpora y el triunfo aplastante parecían vaticinar un nuevo aire. Pero las dificultades económicas y las duras medidas implementadas parecieron volver el escenario mucho más conservador. En algún sentido, el gabinete sería menos cristinista y más nestorista que lo que se había previsto.
Por ese motivo, Julio De Vido aparece como una figura preponderante de la futura conformación. Hace un par de meses, había trascendido su voluntad de abandonar el Gobierno, por cansancio, razones de salud y familiares. Sin embargo, en las últimas semanas apareció como un apaga-incendios vital, tanto para el tema dólar, como Aerolíneas y los subsidios.
Hay coincidencia en que el titular de Planificación va a crecer en el futuro gabinete, ya sea como jefe de ministros o como un ministro de Economía con funciones ampliadas (muchos en el Gobierno remarcan cómo eclipsó a Amado Boudou en el rol de cara visible del Gobierno).
Si De Vido no va a Economía, los nombres que más se han mencionado son los de Mercedes Marcó del Pont, titular del Banco Central, y –pese a los roces de Boudou con Cristina– de Hernán Lorenzino, el secretario de Finanzas, que lleva adelante la negociación con el Club de París. Como punto intermedio, surgió con fuerza en los últimos días la alternativa de Juan Carlos Fábrega, presidente del Banco Nación.
Por esa razón también se especula con que su lugar en el Nación lo termine ocupando Guillermo Moreno, quien se sigue despidiendo de sus empleados de la Secretaría de Comercio Interior. El dice que su ciclo “está terminado”, pero nadie le cree.
La Cámpora tendrá también su premio con alguna secretaría. El que tiene más chances es Iván Heyn, el economista de la agrupación. La posibilidad de que Héctor Icazuriaga vaya a Justicia suena cada vez más fuerte. Si esto ocurre, el actual ministro, Julio Alak, podría ir de embajador en México, cargo que ocupa hoy Patricia Vaca Narvaja.
Para jefe de Gabinete, si no va De Vido, suena Juan Manuel Abal Medina. Con su salida de Medios, se crearía el Ministerio de Información, que fusiona Cultura y Comunicación. Tristán Bauer suena para el puesto.
En Interior, quedaría Florencio Randazzo y en Industria, Débora Giorgi. También seguiría Juan Manzur en Salud, Lino Barañao en Ciencia y Tecnología, y Alberto Sileoni en Educación. Los más inciertos son Carlos Tomada y Héctor Timerman, quienes pese a todos los vaivenes, podrían seguir en Trabajo y Cancillería.
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