Sociedad
Los mejores chimentos políticos y de sociedad
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Por Ernesto Ise, Alfredo Ves Losada y Patricio Navarra. | 26.02.2012 | 17:17
El dueño del juego amplía su poder con un nuevo bingo. Cristóbal López es un empresario del sector petrolero y de la construcción. Pero su fuerte es, sin dudas, el negocio del juego. Dueño de más de una docena de casinos y otras tantas salas de slots en todo el país, después de varios años puso un pie en la provincia de Buenos Aires al adquirir el Bingo de Los Polvorines. Pero ahora, dispuesto a extender su hegemonía en territorio bonaerense, ha comprado también el Bingo Avellaneda. La casa de juegos había sido adquirida por un grupo ruso que administra la familia Blaquier, en 100 millones de dólares. En una operación relámpago, la sociedad que López comparte con Federico de Achával pagó por la operación la friolera de 240 millones. Lejos de mostrarse ansioso, Achával, socio y factótum del Hipódromo de Palermo, paseaba la mañana del viernes por las veredas de Canal 7. Lo acompañaba su nueva mujer en bicicleta. Ningún rastro había del profundo corte en la mano que le hiciera Achával con un cuchillo de asado tratando de cortar un cochinillo en el fastuoso cumpleaños de Daniel Mautone, colega, empresario del juego y amigo personal suyo.
Miami para todos. Para aprovechar la semana del Boat Show, miles de argentinos se acercaron a la Florida. Entre ellos, el hombre fuerte de Covelia, Ricardo Despresbíteris, que ha abandonado la costumbre de viajar en avión privado. Esta vez se lo vio abordar un asiento en business del vuelo de LAN 4520 junto a un empresario italiano. Horas más tarde, cenó con amigos en el exclusivo hotel W de South Beach. Cerca de allí, estuvo también hospedado Ernesto Gutiérrez. Más precisamente, en el hotel One Bal Harbour, donde su novia habría comprado un departamento. El imponente inmueble disputa el cetro del más exclusivo de Miami con el St. Regis, donde Susana Giménez ya tiene sus propios metros cuadrados. Tan próspera parece esa zona que ha llevado al constructor Sergio Grosskopf a invertir allí algún dinero. Agotado el stock de viviendas a bajos precios en Miami, el empresario busca reavivar el boom constructivo y en un raid de compras se quedó con algunos terrenos en Sunny Isles, donde desarrollará un proyecto a 7 mil dólares el metro cuadrado. También habría adquirido el último terreno libre en Bal Harbour, una espectacular extensión frente al mar, por la módica suma de 60 millones de dólares. Mientras tanto, permanece en tierra un costoso avión cuya propiedad Grosskopf compartía con Daniel Mautone, dueño del Casino Victoria. En el tema se esconde una disputa que tal vez desemboque en litigio. Grosskopf acusa a sus socios de haberle vendido una lata vieja a un valor de 1,8 millón de dólares. El avión necesita recargar combustible tres veces para llegar a la Florida, y desde que el empresario lo compró, apenas pudo levantar vuelo un par de veces. Mucho más económica fue la última visita de Gerardo Werthein a Miami, aunque no son pocos los que con ansias esperan la pomposa boda que le prepara a su hijo mayor para marzo. Por último, quien no ha pasado un buen momento en EE.UU. es la mujer de Carlos de Narváez, Mariana Hart. Siempre elegante, fue a almorzar con una amiga al restó China Grill, en South Beach, pero al bajar del auto un caco la apuntó con una pistola ante la mirada atónita del valet parking. Pasado el mal trago, entre risas, Carlos de Narváez bromeaba al respecto. A Martín López Perrando se le habrá escapado el puma, dijo, pero ahora Vicente López es más seguro que Miami.
El jockey, un polvorín. Si resultaba difícil imaginar una foto de Enrique Olivera y Bruno Quintana juntos en Qatar, pues ahora sí será imposible. Al menos en estos días en los que ambos deberían estar compartiendo el viaje por aquel país. Pero Olivera decidió desistir de la invitación que anualmente se le cursa desde allí al presidente en actividad del Jockey Club para que participe y entregue el premio de una carrera de caballos que lleva el nombre de la entidad. En esta oportunidad, también había sido invitado Bruno Quintana, aunque no de manera protocolar. En una maniobra que provocó el encono de varios socios, el ex titular del Jockey aprovechó la situación para manipular ante los medios la realidad de esas invitaciones y hacer gala de una investidura que ya no ostenta. En consecuencia, Olivera se bajó del periplo aduciendo cuestiones del quehacer doméstico del Jockey y en su lugar autorizó a un representante de la comisión directiva. Lo cierto es que el consorcio de la avenida Alvear es un polvorín. Hay socios que no ocultan su malestar con Quintana y, además, le auguran un futuro inmediato en Tribunales.
Paseo de altura. De viaje por Perú se encuentra Archibaldo Lanús, y eso fue motivo para que Javier Pérez de Cuellar –quien fuera por una década secretario general de las Naciones Unidas– le organizara una comida en el tradicional club limeño El Nacional, ubicado en el centro histórico de la ciudad. Entre los invitados se encontraban el empresario Mario Brescia Cafferata y José Antonio García Belaúnde, quien hasta 2011 fue ministro de Relaciones Exteriores peruano y cuya familia cuenta con dirigentes en la vida política de ese país: su tatarabuelo, general Pedro Diez Canseco, fue presidente provisional en dos ocasiones, en 1868 y en 1872; su tío Fernando Belaúnde Terry fue presidente también dos veces, en 1963 y en 1980; y su hermano Víctor Andrés García Belaúnde, congresista. Cafferata podía ostentar el título del hombre más rico –y poderoso por supuesto– pero en prosapia presidencial José Antonio es imbatible. Gente con extenso recorrido por el mundo y por la vida, la comida tuvo más de recordar anécdotas con todos sus detalles que de analizar la coyuntura mundial, aunque hubo espacio para conversar un poco sobre el peronismo y sobre la próxima presentación de La Argentina inconclusa, el último ensayo de Lanús. Luego, el anfitrión y el agasajado Archibaldo relataron momentos compartidos en representación de sus respectivos países en Francia y ante la Unesco, y fue imposible evitar mencionar a la argentina más querida por los Pérez de Cuellar, Amalia Fortabat. La de ambas familias fue una amistad que se prolongó por más de tres décadas y el relato de una de esas muestras de afecto y confianza corrió por cuenta de Marcela Temple Seminario, esposa de Javier. A comienzos de 2002, la revista Hola hizo su primer intento de ingresar al mercado argentino y necesitaban notas “de las que todo el mundo hablaría”. Marcela fue quien gestionó el acceso total al tríplex de Amalita, quien, en medio de un país que aún no había salido de la crisis, posó con vestido de alta costura, sus cuadros, sus salones recién decorados por colores. Una actitud criticada por muchos, incluso empresarios, pero un gesto que selló aún más esa amistad infranqueable.
Todos al mar. El fin de semana súper largo de Carnaval sedujo a varios hombres y mujeres de la política para el descanso y el esparcimiento. Como ocurrió con miles de turistas, Mar del Plata fue el destino de varios de ellos. Así fue que Espía detectó en conocidísimo hotel cinco estrellas de La Feliz a Beatriz Rojkés de Alperovich, que ostenta simultáneamente los títulos de primera dama tucumana, presidenta provisional del Senado y tercera en la línea sucesoria presidencial. El mismo día que la Presidenta cumplía 59 años, Rojkés disfrutaba de los aires marplatenses junto a dos compañeras de viaje. En el mismo hotel, y casi sin dejar verse, estuvo la ministra de Industria, Débora Giorgi, en plan familiar. Y aunque no se alojaban en tan “estrellada” residencia, fueron vistos por allí José Scioli y el diputado Juan Cabandié, quien junto a mujer e hijo degustaba unos churros en un clásico lugar. También recalaron los sciolistas Martín Ferré y Alberto Pérez: se casó allí uno de los secretarios de este último.
Sin banderas. Dante Gullo es símbolo de la militancia, un soldado kirchnerista y un practicante activo de la cultura nac & pop. Pero la ideología desaparece cuando el estómago reclama. Con look informal –camisa a rayas y juvenil campera color caqui– y rodeado de jóvenes, el Canca se dejó ver deglutiendo suculentos cortes de ternera en una de las mesas del TGI Friday’s del Alto Palermo.
Escándalo en puerta. En pleno conflicto por las paritarias docentes, un escándalo estalló en la caja Complementaria Docente, un organismo mixto entre sindicatos y el Ministerio de Educación que administra las jubilaciones de los maestros de todo el país. Daniel Di Bártolo, presidente del organismo, perteneciente al Sadop (Sindicato Argentino de Docentes Privados), contrató una remodelación de la sede social por 27 millones de pesos con detalles que hacen empalidecer las reformas de Amado Boudou en el Senado. Entre otras comodidades, el edificio contará con anfiteatro y quincho. El contrato se firmó el Día de los Inocentes y desató una verdadera guerra sindical. Ctera y los demás gremios cuestionan el monto de la obra, que saltó de 9 millones a 27 sin escalas y sin intervención de los organismos de control. Alberto Sileoni ordenó interrumpir la obra pero ya se pagaron 7 millones de pesos sin contraprestación alguna. La misteriosa empresa Rovial SA, de origen rosarino, se niega por ahora a devolver el dinero. El tema es motivo de comidillas en el ministerio y por ahora, la única solución que aportaron al ministro es convertir el edificio de lujo en un geriátrico para maestros jubilados.
Romance enigmático. Parece que diputada de gran porte ha conseguido su objetivo. Sus eternos respeto y admiración por la figura de un soltero sin tiempo de origen radical habrían dado sus frutos. El hombre habría sucumbido a la tentación y ahora, enredada en un fogoso romance, la pareja estaría compartiendo algo más que sus raíces políticas y la obsesión por el bronceado constante.
Cumpleaños peronista. En el petit hotel que en Constitución tiene una de sus sedes la Coppal, Guillermo Piuma festejó sus 44 años y eso fue motivo para compartir una de las actividades que más complacen a todo peronista que se precie –cualquiera sea su tendencia–, el debate político combinado con el disfrute gastronómico; y entre quienes fueron se dedicaron con ahínco a ambas “misiones”, estuvieron Rafael Follonier, Mariano Pinedo, Francisco Cafiero, José Richards, Juan Pablo Maglier, Ramón Bogado, Aníbal Leguizamón y Agustín Freixas. La presencia femenina estuvo menos nutrida; el cupo femenino lo cubrieron la senadora Marina Moretti, la politóloga Adriana Sirito y la mujer de Piuma. Entre los temas conversados estuvieron la normalización del PJ de la provincia luego de la renuncia presentada por Moyano, más aun teniendo en cuenta el anclaje territorial de muchos de los presentes, en líneas generales se confió que terminará primando un criterio de unidad de acción en beneficio del partido. Finalmente luego de las 12 y después de soplar las velitas, Piuma dijo que la amistad es lo mejor de la política y minutos después se brindó por un nuevo aniversario del primer triunfo de Perón el 24 de febrero de 1946. Para tranquilidad de algunos, no hubo marcha peronista para cerrar la cena.
Avión propio. Para ver a Luis Miguel, miles de argentinos saltaron el charco. En un Conrad repleto, se vio a Ernestina Herrera de Noble charlar animadamente con Adrián Suar. En las primeras filas compartían palmas también Griselda Siciliani, Mariana Gallego, abogada de Juana Viale, Enzo Francescoli y un desaforado empresario armenio que debutaba con su compañía aérea. Daniel Samilian es el dueño de los remises cinco estrellas de Buenos Aires y, en sociedad con empresarios del sector, ha comprado un avión cuyo vuelo inaugural fue fletado especialmente para el recital de “Luismi”.
Almuerzo interruptus. La última vez que había ido a Tomo I, fue para almorzar con el renunciado Alejandro Macfarlane, ex presidente de Edenor. Tal vez asustado por los efectos, Mauricio Macri decidió este jueves comer en el mismo restó pero en soledad. Sin embargo, no pudo evitar que una fan se le acercara para criticar al Gobierno nacional. Macri la escuchó, circunspecto.
Cumpleaños pro. Con tanto espacio que esta sección lleva dedicado a diferentes banquetes misóginos, es merecedor de un lugar el festejo feminista que por otro aniversario de su natalicio la diputada Paula Bertol organizó en su departamento. Pese a la restricción masculina que rigió durante la velada, fue un menú bien varonil de picada y cervezas el que generó pronto la saciedad de unas veinte mujeres, aunque luego devoraron con fruición una chocotorta de propia autoría de la legisladora. Pasada la medianoche, pues el día siguiente era laborable, las tertulianas fueron viendo la salida no sin antes dejar, entre otros obsequios, elementos de valor para la anfitriona como carteras, libros y CD’s.
De viaje. Los tiempos de un hombre como Santiago Soldati, que pautó su jubilación a edad todavía activa, le permiten dejar sus vacaciones en Uruguay para volar a República Dominicana y ponerse más serio en las reuniones que allí tendrá estos días con Gustavo Cisneros y José María Aznar.
Miami para todos. Para aprovechar la semana del Boat Show, miles de argentinos se acercaron a la Florida. Entre ellos, el hombre fuerte de Covelia, Ricardo Despresbíteris, que ha abandonado la costumbre de viajar en avión privado. Esta vez se lo vio abordar un asiento en business del vuelo de LAN 4520 junto a un empresario italiano. Horas más tarde, cenó con amigos en el exclusivo hotel W de South Beach. Cerca de allí, estuvo también hospedado Ernesto Gutiérrez. Más precisamente, en el hotel One Bal Harbour, donde su novia habría comprado un departamento. El imponente inmueble disputa el cetro del más exclusivo de Miami con el St. Regis, donde Susana Giménez ya tiene sus propios metros cuadrados. Tan próspera parece esa zona que ha llevado al constructor Sergio Grosskopf a invertir allí algún dinero. Agotado el stock de viviendas a bajos precios en Miami, el empresario busca reavivar el boom constructivo y en un raid de compras se quedó con algunos terrenos en Sunny Isles, donde desarrollará un proyecto a 7 mil dólares el metro cuadrado. También habría adquirido el último terreno libre en Bal Harbour, una espectacular extensión frente al mar, por la módica suma de 60 millones de dólares. Mientras tanto, permanece en tierra un costoso avión cuya propiedad Grosskopf compartía con Daniel Mautone, dueño del Casino Victoria. En el tema se esconde una disputa que tal vez desemboque en litigio. Grosskopf acusa a sus socios de haberle vendido una lata vieja a un valor de 1,8 millón de dólares. El avión necesita recargar combustible tres veces para llegar a la Florida, y desde que el empresario lo compró, apenas pudo levantar vuelo un par de veces. Mucho más económica fue la última visita de Gerardo Werthein a Miami, aunque no son pocos los que con ansias esperan la pomposa boda que le prepara a su hijo mayor para marzo. Por último, quien no ha pasado un buen momento en EE.UU. es la mujer de Carlos de Narváez, Mariana Hart. Siempre elegante, fue a almorzar con una amiga al restó China Grill, en South Beach, pero al bajar del auto un caco la apuntó con una pistola ante la mirada atónita del valet parking. Pasado el mal trago, entre risas, Carlos de Narváez bromeaba al respecto. A Martín López Perrando se le habrá escapado el puma, dijo, pero ahora Vicente López es más seguro que Miami.
El jockey, un polvorín. Si resultaba difícil imaginar una foto de Enrique Olivera y Bruno Quintana juntos en Qatar, pues ahora sí será imposible. Al menos en estos días en los que ambos deberían estar compartiendo el viaje por aquel país. Pero Olivera decidió desistir de la invitación que anualmente se le cursa desde allí al presidente en actividad del Jockey Club para que participe y entregue el premio de una carrera de caballos que lleva el nombre de la entidad. En esta oportunidad, también había sido invitado Bruno Quintana, aunque no de manera protocolar. En una maniobra que provocó el encono de varios socios, el ex titular del Jockey aprovechó la situación para manipular ante los medios la realidad de esas invitaciones y hacer gala de una investidura que ya no ostenta. En consecuencia, Olivera se bajó del periplo aduciendo cuestiones del quehacer doméstico del Jockey y en su lugar autorizó a un representante de la comisión directiva. Lo cierto es que el consorcio de la avenida Alvear es un polvorín. Hay socios que no ocultan su malestar con Quintana y, además, le auguran un futuro inmediato en Tribunales.
Paseo de altura. De viaje por Perú se encuentra Archibaldo Lanús, y eso fue motivo para que Javier Pérez de Cuellar –quien fuera por una década secretario general de las Naciones Unidas– le organizara una comida en el tradicional club limeño El Nacional, ubicado en el centro histórico de la ciudad. Entre los invitados se encontraban el empresario Mario Brescia Cafferata y José Antonio García Belaúnde, quien hasta 2011 fue ministro de Relaciones Exteriores peruano y cuya familia cuenta con dirigentes en la vida política de ese país: su tatarabuelo, general Pedro Diez Canseco, fue presidente provisional en dos ocasiones, en 1868 y en 1872; su tío Fernando Belaúnde Terry fue presidente también dos veces, en 1963 y en 1980; y su hermano Víctor Andrés García Belaúnde, congresista. Cafferata podía ostentar el título del hombre más rico –y poderoso por supuesto– pero en prosapia presidencial José Antonio es imbatible. Gente con extenso recorrido por el mundo y por la vida, la comida tuvo más de recordar anécdotas con todos sus detalles que de analizar la coyuntura mundial, aunque hubo espacio para conversar un poco sobre el peronismo y sobre la próxima presentación de La Argentina inconclusa, el último ensayo de Lanús. Luego, el anfitrión y el agasajado Archibaldo relataron momentos compartidos en representación de sus respectivos países en Francia y ante la Unesco, y fue imposible evitar mencionar a la argentina más querida por los Pérez de Cuellar, Amalia Fortabat. La de ambas familias fue una amistad que se prolongó por más de tres décadas y el relato de una de esas muestras de afecto y confianza corrió por cuenta de Marcela Temple Seminario, esposa de Javier. A comienzos de 2002, la revista Hola hizo su primer intento de ingresar al mercado argentino y necesitaban notas “de las que todo el mundo hablaría”. Marcela fue quien gestionó el acceso total al tríplex de Amalita, quien, en medio de un país que aún no había salido de la crisis, posó con vestido de alta costura, sus cuadros, sus salones recién decorados por colores. Una actitud criticada por muchos, incluso empresarios, pero un gesto que selló aún más esa amistad infranqueable.
Todos al mar. El fin de semana súper largo de Carnaval sedujo a varios hombres y mujeres de la política para el descanso y el esparcimiento. Como ocurrió con miles de turistas, Mar del Plata fue el destino de varios de ellos. Así fue que Espía detectó en conocidísimo hotel cinco estrellas de La Feliz a Beatriz Rojkés de Alperovich, que ostenta simultáneamente los títulos de primera dama tucumana, presidenta provisional del Senado y tercera en la línea sucesoria presidencial. El mismo día que la Presidenta cumplía 59 años, Rojkés disfrutaba de los aires marplatenses junto a dos compañeras de viaje. En el mismo hotel, y casi sin dejar verse, estuvo la ministra de Industria, Débora Giorgi, en plan familiar. Y aunque no se alojaban en tan “estrellada” residencia, fueron vistos por allí José Scioli y el diputado Juan Cabandié, quien junto a mujer e hijo degustaba unos churros en un clásico lugar. También recalaron los sciolistas Martín Ferré y Alberto Pérez: se casó allí uno de los secretarios de este último.
Sin banderas. Dante Gullo es símbolo de la militancia, un soldado kirchnerista y un practicante activo de la cultura nac & pop. Pero la ideología desaparece cuando el estómago reclama. Con look informal –camisa a rayas y juvenil campera color caqui– y rodeado de jóvenes, el Canca se dejó ver deglutiendo suculentos cortes de ternera en una de las mesas del TGI Friday’s del Alto Palermo.
Escándalo en puerta. En pleno conflicto por las paritarias docentes, un escándalo estalló en la caja Complementaria Docente, un organismo mixto entre sindicatos y el Ministerio de Educación que administra las jubilaciones de los maestros de todo el país. Daniel Di Bártolo, presidente del organismo, perteneciente al Sadop (Sindicato Argentino de Docentes Privados), contrató una remodelación de la sede social por 27 millones de pesos con detalles que hacen empalidecer las reformas de Amado Boudou en el Senado. Entre otras comodidades, el edificio contará con anfiteatro y quincho. El contrato se firmó el Día de los Inocentes y desató una verdadera guerra sindical. Ctera y los demás gremios cuestionan el monto de la obra, que saltó de 9 millones a 27 sin escalas y sin intervención de los organismos de control. Alberto Sileoni ordenó interrumpir la obra pero ya se pagaron 7 millones de pesos sin contraprestación alguna. La misteriosa empresa Rovial SA, de origen rosarino, se niega por ahora a devolver el dinero. El tema es motivo de comidillas en el ministerio y por ahora, la única solución que aportaron al ministro es convertir el edificio de lujo en un geriátrico para maestros jubilados.
Romance enigmático. Parece que diputada de gran porte ha conseguido su objetivo. Sus eternos respeto y admiración por la figura de un soltero sin tiempo de origen radical habrían dado sus frutos. El hombre habría sucumbido a la tentación y ahora, enredada en un fogoso romance, la pareja estaría compartiendo algo más que sus raíces políticas y la obsesión por el bronceado constante.
Cumpleaños peronista. En el petit hotel que en Constitución tiene una de sus sedes la Coppal, Guillermo Piuma festejó sus 44 años y eso fue motivo para compartir una de las actividades que más complacen a todo peronista que se precie –cualquiera sea su tendencia–, el debate político combinado con el disfrute gastronómico; y entre quienes fueron se dedicaron con ahínco a ambas “misiones”, estuvieron Rafael Follonier, Mariano Pinedo, Francisco Cafiero, José Richards, Juan Pablo Maglier, Ramón Bogado, Aníbal Leguizamón y Agustín Freixas. La presencia femenina estuvo menos nutrida; el cupo femenino lo cubrieron la senadora Marina Moretti, la politóloga Adriana Sirito y la mujer de Piuma. Entre los temas conversados estuvieron la normalización del PJ de la provincia luego de la renuncia presentada por Moyano, más aun teniendo en cuenta el anclaje territorial de muchos de los presentes, en líneas generales se confió que terminará primando un criterio de unidad de acción en beneficio del partido. Finalmente luego de las 12 y después de soplar las velitas, Piuma dijo que la amistad es lo mejor de la política y minutos después se brindó por un nuevo aniversario del primer triunfo de Perón el 24 de febrero de 1946. Para tranquilidad de algunos, no hubo marcha peronista para cerrar la cena.
Avión propio. Para ver a Luis Miguel, miles de argentinos saltaron el charco. En un Conrad repleto, se vio a Ernestina Herrera de Noble charlar animadamente con Adrián Suar. En las primeras filas compartían palmas también Griselda Siciliani, Mariana Gallego, abogada de Juana Viale, Enzo Francescoli y un desaforado empresario armenio que debutaba con su compañía aérea. Daniel Samilian es el dueño de los remises cinco estrellas de Buenos Aires y, en sociedad con empresarios del sector, ha comprado un avión cuyo vuelo inaugural fue fletado especialmente para el recital de “Luismi”.
Almuerzo interruptus. La última vez que había ido a Tomo I, fue para almorzar con el renunciado Alejandro Macfarlane, ex presidente de Edenor. Tal vez asustado por los efectos, Mauricio Macri decidió este jueves comer en el mismo restó pero en soledad. Sin embargo, no pudo evitar que una fan se le acercara para criticar al Gobierno nacional. Macri la escuchó, circunspecto.
Cumpleaños pro. Con tanto espacio que esta sección lleva dedicado a diferentes banquetes misóginos, es merecedor de un lugar el festejo feminista que por otro aniversario de su natalicio la diputada Paula Bertol organizó en su departamento. Pese a la restricción masculina que rigió durante la velada, fue un menú bien varonil de picada y cervezas el que generó pronto la saciedad de unas veinte mujeres, aunque luego devoraron con fruición una chocotorta de propia autoría de la legisladora. Pasada la medianoche, pues el día siguiente era laborable, las tertulianas fueron viendo la salida no sin antes dejar, entre otros obsequios, elementos de valor para la anfitriona como carteras, libros y CD’s.
De viaje. Los tiempos de un hombre como Santiago Soldati, que pautó su jubilación a edad todavía activa, le permiten dejar sus vacaciones en Uruguay para volar a República Dominicana y ponerse más serio en las reuniones que allí tendrá estos días con Gustavo Cisneros y José María Aznar.
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