martes, 13 de diciembre de 2011

del blog de artemio

12/12/2011

los beatles contra la violencia de género !

Es una ironía... Ps!

hijos de la 125

Leemos: Creo que esa miltancia fue parida por el conflicto de la 125, bisagra histórica a partir de la cual entendimos que las cosas que soñaramos se podían concretar.
Que los discursos Clasistas y Combativos de nuestra izquierda terminaban en las antípodas al pie del Monumento a los Españoles.
Que la dirigencia de Instituciones representativas de los pequeños y medianos agricultores se había transformado en peoncito de patio de aquellos que siempre habían sido sus antagonistas.
Que las plataformas de los partidos políticos progresistas eran simples enunciados que no estaban dispuestos a sostener en caso de llegar a ser elegidos. Creo que hasta el conflicto de la 125, el kirchnerismo era una curiosidad. A partir de ese momento para muchos, muchísimos paso a ser la Causa Nacional...

apuntes...

El sábado, en la presentación del gabinete, mientras la Presidenta le hablaba desde la Rosada a las miles de personas que se habían concentrado en la plaza, Lorenzino delineó la tarea de “seguir defendiendo el mercado interno” con las pautas para la creación de empleo y las políticas para el consumo.
“Crecimiento, empleo e inclusión social”, fueron los grandes lineamientos de Lorenzino. El tratamiento de la inflación, que el Gobierno busca realizar por la vía de la moderación de la pauta de aumentos salariales, también completará la agenda, líneas que marcó Cristina Fernández ante el Congreso.
En ese contexto, el flamante ministro ponderó la importancia de sumar funciones “al tener al comercio como una unidad”. Para los privados el anuncio fue el sinceramiento de que la administración del comercio pasa por Moreno, y ahora con su estrecha colaboradora Paglieri.
Club de París. “Coordinar todos los instrumentos es la tarea del Ministerio de Economía”, aseguró Lorenzino, que además enumeró –en el marco de un camino de “continuidad”–, el trabajo conjunto con el Banco Central para salvaguardar el ingreso de divisas, el valor del tipo de cambio y las reservas internacionales, así como los principales organismos que permiten cerrar el programa financiero, como el Banco Nación y el Fondo de Garantías de la ANSES.
En el manejo de la deuda, la negociación con el Club de París es una de las metas para completar el desendeudamiento. La preservación de las reservas del Central también es un objetivo de cara al programa financiero 2012, que contempla un nuevo fondo para pagar vencimientos de deuda por 5.674 millones de pesos. El jueves, en tanto, Economía terminará de pagar los vencimientos con los desembolsos de este año con el cupón de PBI por unos 2.538 millones de dólares...

otro kirchnerismo

Recibimos esta opinión de Julio Burdman.
Los términos se invirtieron. Cuando Néstor Kirchner llegaba al poder en 2003, Argentina venía de atravesar la peor crisis económica y social de su historia. La que, cual tsunami, había arrasado con todo lo que encontraba a su paso, sistema de partidos incluido. El pueblo no confiaba en la dirigencia política, el peronismo estaba dividido, el no-peronismo había desaparecido.
Kirchner asumió la presidencia con solo 22% de los votos, apoyo partidario condicionado, alto nivel de desconocimiento y tibias expectativas sociales. Pero contó con un gran aliado: aún cuando Argentina estaba fuera del mercado de capitales, su economía disfrutó del momento más favorable de la historia del capitalismo mundial. Enfrentó el enorme desafío de construir un gobierno desde foja cero bajo las peores condiciones políticas y con las mejores condiciones macroeconómicas. Su modelo funcionó.
Ocho años y medio después, Cristina Kirchner reasume la presidencia con los factores alterados. Sus condiciones políticas son óptimas: ganó las elecciones con el porcentaje de votos más alto desde Perón, cuenta con mayorías en ambas Cámaras, el peronismo está unido y disciplinado bajo su liderazgo, y registra altos índices de popularidad. Pero ahora, su problema es el contexto económico internacional: el sistema financiero enfrenta una de sus peores crisis y el crecimiento económico mundial se desacelera.
La forma en que los presidentes conforman sus gabinetes es un indicador de perfil de gestión, y no casualmente las estrategias de Néstor en 2003 y Cristina en 2011 fueron muy diferentes. Kirchner arrancó con un 50% de ministros "heredados" del "duhaldismo" y, a su vez, convocaba a independientes "progresistas" a integrarlo.
No era un gobierno de "unidad nacional", pero sí uno que necesitaba sumar apoyos, lo que también se vio reflejado en los dos vicepresidentes que buscó -Daniel Scioli y Julio Cobos. La Presidenta, a su vez, seleccionó un equipo de colaboradores totalmente propio y uniforme, como ya había elegido a su Vicepresidente –Amado Boudou-: los apoyos ya los tiene, su preocupación es dar continuidad e implementar políticas para enfrentar el temporal.
Eso ya empezó. Si bien no hay "paquete de medidas", porque ese no es el estilo K, desde el día después de las elecciones del 23 de octubre, comenzó a tomar decisiones de austeridad necesarias y, hay que decirlo, antipáticas para algunos sectores. Avanzó en la ley de Presupuesto 2012 que incluye facultades al Estado para renegociar la deuda con el Club de Paris, la renovación de la emergencia económica y el impuesto al cheque, y prorrogó por decreto la ley de Pacto Fiscal. Introdujo regulaciones a la compra minorista de dólares, anunció la quita gradual de los subsidios a los servicios públicos y el traspaso de la concesión de subterráneos.
En su mensaje de apertura agregó, al concepto de "sintonía fina" que había planteado semanas atrás, el de coordinación de políticas activas: unifica todas las áreas de política comercial, bajo la égida férrea de Guillermo Moreno, y una secretaría de competitividad para "destrabar" los problemas de cuenta corriente de las empresas y administrar las exenciones impositivas.
Las palabras importan: ella dice “sintonía fina”, que no es sintonía “gruesa”. Su convicción es que los grandes lineamientos de política económica y los objetivos sociales del kirchnerismo no cambian porque haya cambiado del entorno global. Solo deben ajustarse. Hay otro kirchnerismo, pero sigue siendo kirchnerismo.

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