miércoles, 8 de febrero de 2012

grande cristina

Malvinas - 30 años

Argentina acusará al Reino Unido en la ONU por militarizar el Atlántico Sur

Publicado el 8 de Febrero de 2012

La presidenta instruyó al canciller Timerman para plantee la denuncia ante el Consejo de Seguridad y la Asamblea General del organismo. Formalizó la desclasificación del Informe Rattenbach y formó una comisión para analizarlo.
Cristina Fernández anunció ayer, ante un Salón de los Patriotas Latinoamericanos repleto, en la Casa de Gobierno, que instruyó al canciller Héctor Timerman para que denuncie ante el Consejo de Seguridad y también ante la Asamblea General de la ONU la militarización del Atlántico Sur que efectúa por estos días el Reino Unido. “Es un grave riesgo para la seguridad internacional”, advirtió la presidenta. Y le envió un mensaje directo a David Cameron: “Quiero pedirle al primer ministro inglés que le dé una oportunidad a la paz, que alguna vez le dé una oportunidad a la paz y no a la guerra”, dijo.
El acto, que empezó pasadas las siete de la tarde, puso fin a un misterio que se prolongó unas 24 horas. El marco fue inusual: estuvieron desde el jefe de la CGT, Hugo Moyano, pasando por el banquero Jorge Brito, el industrial Ignacio de Mendiguren, organizaciones de Derechos Humanos, y un buen número de dirigentes políticos de la oposición (ver aparte). Un vistazo por la primera fila daba cuenta de la variedad atípica. “Hoy más que nunca soy la presidenta de los 40 millones de Argentinos”, dijo Cristina a modo de bienvenida a todos los sectores presentes en la Rosada.
“Que nadie espere que nosotros nos salgamos de la política y de la diplomacia. No nos atraen los juegos de las armas y la guerra”, señaló Cristina. Y justificó la denuncia que la Argentina hará ante las Naciones Unidas porque “están militarizando el Atlántico Sur una vez más”.
“No podemos interpretar de ninguna otra manera el envío de un destructor inmenso y moderno”, apuntó la presidenta en referencia al HMS Dauntless. Y, acto seguido, se explayó sobre la llegada a las islas de Guillermo, nieto de Isabel II, como parte de un entrenamiento militar como piloto de helicóptero. “Nos hubiera gustado ver al heredero real vestido con uniforme civil”, admitió.
El gobierno argentino puede no tener mayores expectativas respecto de la presentación formal ante el Consejo de Seguridad. La presidenta subrayó que está manejado por “las potencias” y que, por esa razón, también duplicarán el reclamo ante la Asamblea General de la ONU (además de volver a llevar la posición argentina al Comité de Desconolización el próximo mes de junio).
Cristina habló una y otra vez de Malvinas como una causa que ya no es sólo de la Argentina sino que también es “regional y global”. “Ese fue uno de nuestros mayores logros”, se jactó. Y habló de la insólita situación de que existan 16 colonias, diez de ellas con el Reino Unido como colonizador, y también recordó la tensión creciente entre España y Gran Bretaña por el peñón de Gibraltar.
La jefa de Estado formalizó además, con un decreto, la creación de una comisión para desclasificar el informe crítico sobre la actuación en la Guerra de Malvinas que la dictadura militar archivó 30 años atrás. Augusto Rattenbach, uno de los fundadores del Centro de Militares para la Democracia, hijo del teniente general Benjamín Rattenbach (quien lideró ese duro documento), participará junto con un representante del Ministerio de Defensa y otro del de Relaciones Exteriores de una evaluación del material a publicar. Rattenbach se sentó junto a la presidenta durante el acto. Y muy cerca estaban sus hijos.
Su trabajo, aclaró la presidenta, será el de constatar que ninguna de las informaciones del informe pueda afectar la seguridad interior ni las relaciones exteriores. En el caso de que hubiera datos de esa envergadura, estos conservarían su estado secreto.
Cristina destacó que el archivo ordenado por Reynaldo Bignone no estipulaba un límite temporal, pero “30 años después no es posible seguir manteniendo el secreto de Estado”. Porque –argumentó– es imprescindible para el “conocimiento de la historia reciente”.
El teniente general Benjamín Rattenbach produjo durante un año, con un grupo de colaboradores, por encargo del gobierno militar, un informe que entregó en 1983 a modo de profunda evaluación política y militar sobre la actuación en la Guerra de las Malvinas. El informe calificó las medidas de las tres armas como “irreflexivas y precipitadas”, describió la iniciativa como “una aventura militar”, e indagó en las responsabilidades políticas, morales y penales que le cabrían a la dirigencia militar y a algunos funcionarios de altos cargos, proponiendo hasta la pena de muerte para Leopoldo Galtieri y Alfredo Astiz. Pero Bignone archivó el trabajo como “secreto militar” y desde entonces el documento circula extraoficialmente (aunque se supone que mutilado).
El acto sirvió también para que Cristina Fernández anunciara la construcción del Hospital de Salud Mental Malvinas Argentinas, que funcionará en las instalaciones del antiguo Instituto Geográfico Militar. “Es un viejo reclamo de los ex combatientes”, dijo la presidenta y recordó que 439 de ellos se suicidaron desde 1982. “Va a atender las secuelas, las adicciones, las situaciones de violencia familiar de esos hombres que vivieron situaciones límites, en el sentido más literal de la palabra”, añadió.
Al término del acto, desde un balcón interno, Cristina saludó a los muchos militantes jóvenes que se acercaron a aplaudirla. Y se animó a entonar, con ellos, algunos cánticos tradicionales peronistas.<

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