Aníbal, el senador con el ego más alto
La trastienda de la política (y de los políticos)
Parece que
Aníbal Fernández tiene un muy buen concepto de su aspecto físico. Por lo menos eso se desprende del protector de pantalla que se activa en la
tablet que el senador kirchnerista utiliza para mantenerse conectado a Internet mientras participa de las reuniones de comisión, que no es otra cosa que una foto suya en la que se lo puede ver con el brazo izquierdo extendido señalando hacia un costado. Para que no lo acusen de exceso de narcisismo, el equipo del ex jefe de Gabinete cuenta con otro salvapantalla. En este caso, tiene que ver con su afición por el fútbol: es la palabra Quilmes, club de sus amores, en letras blancas y con la misma tipografía de la cerveza del mismo nombre sobre fondo azul.
Macri y De Narváez se pelean hasta en el fútbol
Las elecciones de anteayer en el club Racing de Avellaneda fueron una nueva muestra de la magnitud de la separación de Mauricio Macri y su ex socio político Francisco de Narváez. Y es que mientras el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, acompañó la postulación de Pablo Podestá, saliente vicepresidente del club, el denarvaísta Daniel Amoroso, legislador porteño y ex Pro, sumó los votos de su agrupación Racing Puede Más, de Gastón Cogorno, que ganó los comicios.
Santa María, gremialista y doctor honoris causa
En tiempos difíciles para muchos gremialistas en su relación con el Gobierno, algunos representantes de sindicatos kirchneristas tienen motivos para festejar. Es el caso de Víctor Santa María, jefe del sindicato que agrupa a los trabajadores de edificios y fiel sostén del relato kirchnerista. Pues bien: fue Santa María quien recibió el doctorado honoris causa de manos de la Academia Mundial de Educación, por el trabajo de su fundación, llamada Octubre, donde funcionan un instituto terciario y el centro cultural Caras y Caretas. Kirchneristas caracterizados como la senadora María Laura Leguizamón, el consultor Hugo Haime y el peronista porteño Juan Manuel Olmos no se quisieron perder la premiación, en la que el sindicalista K apareció, emocionado, con toga y el característico birrete académico.
Moreau, lejos de Carrió y López Murphy
La elección de Mario Barletta como nuevo titular del Comité Nacional de la UCR trajo alivio en la dirigencia partidaria y dejó algunos enojados. Leopoldo Moreau , que quedó afuera de la flamante conducción, pero ya criticó algunas declaraciones de Barletta, que se mostró proclive a aceptar el regreso de ex radicales, como Elisa Carrió y Ricardo López Murphy. "¡Otra vez sopa! ¿Por qué no convocamos a los jóvenes progresistas, a radicales sin partido?", escribió indignado Moreau, que en 2003 obtuvo el 2,3 por ciento de los votos, muy lejos de los guarismos cosechados por Lilita y "el Bulldog"..
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