"El Frente Progresista murió"
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Pablo Javkin encarna en sí el respeto y el odio de los socialistas de Santa Fe. Es el dirigente más valorado en lo personal por el oficialismo local pero integra la agrupación política más detestada por ellos. Para ponerle nombre y apellido a la cosa, Hermes Binner, Antonio Bonfatti y sus seguidores miran al diputado de la Coalición Cívica con un afecto proporcional al desprecio que le tienen a la líder de esa agrupación, Elisa Carrió. Entre medio de esas pasiones, el joven abogado rosarino intentará hacerse de un escaño en octubre que lo ubique en la Cámara de Diputados de la Nación.
"El Frente Progresista Cívico y Social no existe más. No ha habido una sola reunión orgánica ni para debatir el clima", suelen confesar los cercanos a Javkin cuando se los ausculta sobre el funcionamiento del acuerdo en estos últimos tiempos. Ya se sabe que para los comicios de octubre el novel Frente Amplio y las huestes de Carrió van a ir por separado. Pero es interesante relevar a través de las perspectivas de la cabeza de la lista de diputados de la Coalición el ritmo cardíaco del encuentro del PS, CC, radicales y demoprogresistas en tierra santafesina. Bonfatti no se cansa de decir que el Frente local no se rompe.
"Después de la interna, los socialistas decidieron no darle bola a nadie. No hay debate. Ni un llamado telefónico", sentencia de manera opuesta Javkin ante sus más íntimos en conversaciones reservadas. "El Frente está en coma profundo sostenido artificialmente por una formal decisión discursiva. La verdad es que en la práctica se lo quiere disolver", se grafica allí mismo. Como si esto fuera poco, arguyen dirigentes del ARI, "hay que salir a esquivar la escoba del núcleo duro del binnerismo que se puso en funcionamiento después de la elección de junio para barrer todo residuo que respondiera a Giustiniani", le confiesa a este cronista un asiduo concurrente a la Casa Gris. "Y te juro que no hay metáfora con lo del operativo limpieza", dice serio el mismo hombre.
Mirado en la retrospectiva de estos últimos cuatro años, el rosarino que integra el seleccionado de la diputada chaqueña no se queja de su vínculo con Binner. Hace unos días, Javkin lo explicaba en el departamento de avenida Santa Fe de Buenos Aires a su jefa política en un diálogo filtrado por un allegado: "Con Hermes la relación fue y es buena. No hay nada que decir. Sí se podría señalar que nunca fuimos un bloque en la Cámara. Mandaron siempre los socialistas y eso fue tolerado mansamente ya que era la primera experiencia en el gobierno. Se le perdonaron muchas cosas al gobernador que, me parece, no van a ser contempladas si Bonfatti llega a ganar". Las previsiones de los coalicionados es que, para el caso del triunfo, de los 28 diputados apenas 7 u 8 sean del núcleo duro de los binneristas. El resto, será de los partidos del Frente que no van a ser tan disciplinados como hasta ahora. "Los radicales están con ganas de pasar factura", le dijo Javkin a Carrió en esa misma charla.
Y eso es cierto. Mario Barletta camina por la provincia regurgitando desprecio al minué veraniego que bailó Binner con Ricardo Alfonsín sacándose fotos a diestra y siniestra con el hijo del ex presidente. Los que se sientan en las principales sillas de la mesa de la UCR local juran venganza por la traición, situación que luce civilizada si se la compara con lo que sienten los seguidores de Jorge Boasso.
"¿Ganan los socialistas en tu provincia?", le preguntó Carrió a Javkin. "En Rosario, con comodidad. La elección decisiva fue la interna. Boasso, que perdió con Mónica Fein, sacó 117 mil votos. Héctor Cavallero no llegó a los cien mil", justificó el diputado provincial según cuentan fuentes inobjetables. Ahí se cree en una suerte ya echada. El abogado rosarino también está convencido de que Antonio Bonfatti va a suceder a Hermes Binner. Su percepción es que si el candidato peronista hubiera sido Omar Perotti habría habido final abierto. Es que cree que Agustín Rossi galvaniza toda chance de conquistar electorado independiente.
¿Se muda Javkin a la Capital?
Para obtener una banca en la Cámara de diputados la Nación, Javkin necesita, al menos, del ocho por ciento de los votos positivos que se escruten en octubre. Sin perjuicio de que sería muy merecido que los obtuviera por su formación y honestidad, el camino no aparece sin piedras. La papeleta de diputados va a ir enganchada con la de presidente. Y el efecto arrastre va a ser inevitable. "Nos hubiera ayudado mucho la boleta única", confiesa a sus asesores el aspirante al escaño. Hermes Binner está, hoy día, empatado con Cristina Kirchner en las voluntades de sufragio para la Presidencia y Carrió está en el peor momento en intención de voto. Todo esto, claro, en Santa Fe. Lo más llamativo es que la capacidad de recuperación de la líder de la Coalición aparece centrada en las poblaciones más pequeñas y en las zonas rurales. "A diferencia de otros años, Rosario y Santa Fe le están siendo esquivas a Lilita", reconoce una dirigente muy cercana a la diputada que analiza que la candidatura de Binner va a "robarle" más votos a Alfonsín que a su jefa.
Sin embargo, sostiene la misma dirigente: "Carrió va a venir a hacer campaña por nosotros. No va a hacer la «gran Cristina», que le soltó la mano al Chivo. Y va a viajar cargada de sus tradicionales misiles de investigación para conseguir atención y un poco de espacio en algunos medios locales, tan cercados por el discurso oficialista".
Como ejemplo de esta dificultad para hacer conocer sus propuestas el propio equipo de Javkin exhibe la estadística de entrevistas previas a la interna provincial. "Siendo los impulsores de la ley de la boleta única nos costó una enormidad conseguir un par de entrevistas en la radio y en la tele sobre el tema", explica el jefe de campaña del diputado. Frente a este fenómeno que se repite en muchas provincias, la candidata a presidenta por la Coalición tendría tomada la decisión de instrumentar, no se sabe si por proyecto de ley o de manera privada, una auditoría de medios, de agencias de publicidad y de autodenominados comunicadores sobre inversiones en publicidad oficial electoral empezando por Santa Fe. "En algunos casos, los números -y ya tenemos unos cuantos- van a desnudar una verdadera obscenidad", sentenció Lilita a los suyos.
Con armas nobles como su vocación y su seriedad política, enfrentando cierta soledad nacional y una silente defunción del frente local que podría darle sustento, Pablo Javkin mira esperanzado hacia el Congreso nacional. Ya se sabe que la fe es lo último que se pierde a la hora de conseguir con trabajo digno lo que se merece.
PUBLICADO EN LA COLUMNA DOMINICAL DE EL CIUDADANO DE ROSARIO
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