viernes, 29 de julio de 2011

excelente

EL MUNDO › OPINION

Modus operandi

Por Damián Loreti *
La reciente irrupción pública de las prácticas de escuchas ilegales por parte de News of the World y la discusión sobre los aspectos legales y éticos de estas acciones pueden –dada su importancia– dejar ocultas o invisibilizadas por el camino intrincado que se nos presenta adelante cuestiones tanto o más relevantes que podríamos lamentar, dentro de un tiempo, haber dejado pasar la oportunidad de enfocar. Sobre todo teniendo en cuenta debates más cercanos a nuestros terruños.
La primera de ellas, no menor: doscientos trabajadores han perdido sus fuentes de empleo. Entregar la dama para salvar al rey no implicó entonces sólo la renuncia y el procesamiento de Rebekah Brooks por sus prácticas ilegales. Al respecto, la National Union of Journalists ha dicho que se trató de un “acto de oportunismo político por parte del Grupo News International” y que dicha renuncia “es muy pequeña y tardía” como para confortar a los perjudicados. Veremos, entonces, qué significa querer salvar al rey.
La segunda cuestión es que las publicaciones sobre las prácticas de NofW habían sido divulgadas en The Guardian en julio de 2009. Meses después la Comisión de Quejas contra la Prensa dijo que no había nada en concreto que permitiera apoyar la insinuación de que hubiera habido una acción criminal para invadir la privacidad de las personas. Si hoy se accede por Internet al dictamen, se encontrará un cartel que dice “withdrawn” (revocado), puesto por la misma Comisión el 6 de julio de 2011. Debe ir pues un reconocimiento a Nick Davies, el periodista de The Guardian, que durante un bienio luchó por la credibilidad de su investigación, apoyado por su diario. Aspecto a enfatizar: sólo con pluralismo y sustentabilidad de muchos medios en la misma área y soporte se puede hacer periodismo de investigación. Incluso sobre las prácticas no periodísticas de las empresas informativas que están involucradas en otras industrias o actividades.
La tercera cuestión: las prácticas y recetas de cómo conformar un oligopolio y en lo posible un monopolio de la mano del poder trascienden a Gran Bretaña. En el reciente debate en la Cámara de los Comunes, el primer ministro conservador Cameron –acusado entre otras cosas de haber contratado como Director de Comunicaciones al ex editor de News of the World, de lo cual se arrepintió en público– contraatacaba a los laboristas por las relaciones que Tony Blair y Gordon Brown habían tenido con Rupert Murdoch (foto). Pero es del caso señalar que el ex presidente del gobierno español José María Aznar dejó la presidencia en 2004 y en 2006 asumió como miembro del directorio de News Corp. International, siendo el primer no anglófono en ocupar esa posición. Veremos qué puede ocurrir en caso de que el Partido Popular gane en España en las próximas elecciones generales.
Lo propio sucede en Estados Unidos con un conjunto de reporteros y columnistas de la cadena Fox provenientes del ala más conservadora del Partido Republicano. Como botón de muestra, recoge en su obra El sistema contra Barack Obama Eric Alterman el siguiente dicho de David Frum: “Los republicanos originariamente pensábamos que la Fox trabajaba para nosotros, y ahora estamos descubriendo que nosotros trabajamos para la Fox”. David Krum es reconocido como uno de los ex escritores de discursos del presidente Bush. Abundando en ejemplos, el sitio de Internet político.com, en una nota sobre los candidatos de la Fox News publica: “El editor de política de la C-SPAN Steve Scully dijo que cuando C-SPAN intentó hacer una entrevista a Sarah Palin, se le contestó que tenía que obtener primero permiso de Fox y que la empresa, citando el contrato con ella, en última instancia lo desestimó. Los productores de NBC, ABC, CBS, CNN y Msnbc informan todos experiencias similares”. Cualquier comparación con la realidad local –en épocas de debates– queda a criterio del lector.
La cuarta: British Sky Broadcasting y la condición del “fit and proper test”. En Gran Bretaña, la prueba de idoneidad dilucida si el postulante a licenciatario será “adecuado y apropiado”. Para ello la autoridad (Ofcom) tiene en cuenta las faltas de los encargados de gestionar y controlar el medio de comunicación que requiere una nueva licencia. He aquí la que debe entenderse como la verdadera razón por la que NofW fue cerrado y Murdoch compareció ante la Cámara de los Comunes. El secretario de Cultura del gobierno Cameron hubo de plantear en público que si el diario tenía negocios fuera de control durante muchos años, este asunto era motivo para dudar de las promesas de News Corp de proteger la independencia y la fortaleza financiera de Sky News. Y ello se debía a que Murdoch había hecho una oferta para quedarse con el 100 por ciento del British Sky Broadcasting, y el ente regulatorio debía revisar ese aspecto. Los diputados se adelantaron. Le hicieron saber que esa oferta no era bien vista y Murdoch la retiró. Nuevamente, es el crecimiento del grupo y el poder –sobre todo el poder– lo que está en juego en cualquier reino. Vale esto para recordar que, cuando se discutía la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, nuestros sectores concentrados reclamaban parámetros “objetivos” –léase “potencial económico”– a la hora de repudiar la apertura de nuevos concursos basados en antecedentes, propuestas y aportes al pluralismo.
La quinta: las reglas. El escándalo de las escuchas ilegales puso sobre la palestra tanto en Reino Unido como en Estados Unidos la capacidad de daño de poderes de las empresas de medios sin límites –de propiedad y de prácticas–. Obviamente, un efecto no previsto ni querido por los diversos actores en escena, pero que merece un énfasis especial. Hace unas semanas, en el caso Prometheus II, los jueces de la Corte de Apelaciones Federales del Tercer Circuito rechazaron las reglas que durante la administración Bush tomó la FCC para flexibilizar los procesos de la concentración de propiedad de los medios durante 2008, como previo a las elecciones en las que triunfó Obama, diciendo que las mismas eran un obstáculo a la promoción de la diversidad y el pluralismo. Los que ganaban con Bush en el 2008 –momentos en los que aquí se mostraban esas reglas como el camino a seguir enfrentado y opuesto al modelo de la LSCA– perdieron en la Justicia federal. Los que acumulaban poder y secretos (¿o a la inversa?) en Reino Unido encontraron el firme rechazo de la opinión pública inglesa y de gran parte de los miembros de la Cámara de los Comunes, que repudiaron las prácticas delictivas y de concesiones políticas infinitas a los medios concentrados.
Como en estas pampas las cosas parecen ser distintas, hay quienes van a la Justicia a reclamar que no se desconcentre, que no haya contenidos locales ni mayor pluralismo y que no haya licencias de cooperativas o de entidades sin fines de lucro en nombre de la libertad de prensa de las empresas. Estamos a las puertas de nuevos concursos para doscientos veinte nuevos medios de televisión, además de la asignación de canales para nuevas televisoras universitarias y provinciales. ¿Es que nos dimos cuenta antes? ¿O estábamos mucho peor de lo que pensábamos?
La sexta: la invisibilización. En nuestro medio es notorio que de manera tan grave como la discriminación ha funcionado la invisibilización. Nuevamente, en relación con la LSCA, más de treinta audiencias públicas a lo largo y ancho del país como paso previo a su presentación fueron ostensiblemente ignoradas por los medios más concentrados y con obvios intereses en juego. Fruto –es dable suponer– de un mayor pluralismo que el que aún tenemos nosotros en el medio televisivo, en Estados Unidos la FOX News intentó sin éxito invisibilizar el escándalo de las escuchas y sus consecuencias institucionales, La consultora independiente Media Matters registró durante los días del 13 al 17 de julio que la CNN informó esta historia en 108 segmentos, la Msnbc cubrió la noticia en 71 segmentos y Fox News cubrió la historia en 30 segmentos. Si la cadena FOX tuviera una inserción de más del 65 por ciento del mercado por su propia red de cable, ¿cuántos ciudadanos estadounidenses se hubieran enterado de lo sucedido?
* Abogado UBA.
Doctor en Ciencias de la Información UCM.

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