los duros contrastes de barrio parque
En el coqueto barrio de Macri se quejan del abandono del Estado
Los vecinos del coqueto Barrio Parque de Capital Federal, en donde vive el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, pasean por los espacios verdes característicos de la zona y se lamentan por el abandono de sus parques y veredas.
Macri ni siquiera tendría que cruzar la calle de su departamento para saber de qué hablan sus vecinos, ya que es en la Plaza de la República de Chile, lindante con el edificio donde vive, donde se cruzan con indigentes durmiendo a plena luz del día, monumentos robados, veredas rotas y basura sin recolectar.
“Todos los monumentos y sus placas fueron robados, hay un gran descuido. Esta plaza fue hecha hace un año por la Embajada de Chile y es muy doloroso caminar por acá y ver el descuido que tiene y la poca importancia que se le da”, dice a PERFIL Marcos Quiroga Cortinas, señalando una base en donde se encontraba uno de los monumentos del grupo escultórico “Colaboradores del General San Martín” que fue hurtado.
A pocos metros, sobre el pasto, duermen tapados con frazadas varios indigentes. En la puerta del edificio del jefe de Gobierno, un hombre revisa la basura en busca de comida. Bajo un árbol de la plaza hay un campamento improvisado con una parrila de obra y calentadores que minutos más tarde se utilizan para cocinar.
“De día es peligroso caminar por acá, pero te aseguro que de noche es imposible”, dice Susana Canneta mientras pasea a su cachorro Caniche Toy. Los hechos de inseguridad también preocupan a Rosa Chicaro, quien cuenta: “Es habitual escuchar gritos por robos. Hay algunas garitas de policía sobre la avenida Figueroa Alcorta, pero uno camina por las cuadras de adentro y no hay vigilancia”. Este barrio residencial sin comercios y colmado de lujosos edificios y mansiones que se convirtieron en sedes de embajadas extranjeras tiene su contraste en sus propias veredas. “Por acá no se puede caminar, están todas las baldosas sueltas y hace años que no se ve una máquina para arreglar el estado deplorable en el que se encuentran”, se queja un vecino del edificio de Macri, quien prefiere no dar su nombre.
Su mujer lo interrumpe y pregunta: “¿Sabés cuánto pagamos nosotros de ABL para que nos dejen días enteros las bolsas de basura en las veredas? Quieren que paguemos los impuestos pero ni siquiera se encargan de realizar los servicios mínimos que los porteños necesitamos”.
Pese a que en la elección del último 10 de julio en este barrio el ex presidente de Boca obtuvo una de las más amplias diferencias de votos sobre Daniel Filmus, sus vecinos de la calle Ramón Castilla reclaman una presencia más activa del Estado en su barrio.
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