Los votos del político improvisado
El sociólogo Horacio González advirtió sobre “el vaciamiento de la palabra política” practicado por la nueva derecha. Julio Bárbaro defendió la “comprensión de lo popular” que puede tener un humorista.
La postulación a gobernador de Miguel Del Sel y el resultado que obtuvo en las elecciones de Santa Fe del domingo pasado continuaron generando debate. La aparición del candidato humorista implica “un vaciamiento completo de la palabra política”, según la definición ensayada por el sociólogo Horacio González, director de la Biblioteca Nacional. En cambio, el ex responsable del Comfer Julio Bárbaro cuestionó ese enfoque y alegó que “a veces un humorista tiene una comprensión de lo popular muy superior a la de un docente que tiene a cincuenta personas que lo aplauden”. Para el politólogo Marcelo Leiras, una de las claves que explica los votos cosechados por Del Sel fue el apoyo del peronismo no kirchnerista. Aunque observó: “El electorado parece estar demandando algo que las organizaciones partidarias no pueden dar”.
Un día después de las elecciones, González, miembro del espacio de intelectuales Carta Abierta, consideró que el “vaciamiento de la palabra política” expresado en el voto a Del Sel estaba presente en la manera en la que festejó su segundo puesto en el bunker PRO, en la “supuesta ingenuidad” del discurso del candidato y en sus declaraciones acerca de que se postulaba para el cargo de gobernador “sin saber nada”. “Del Sel representa una visión bruscamente trasladada a la política, desde un desprecio explícito al vocabulario político, que hasta el momento había constituido el abecedario de los movimientos populares”, afirmó González.En respuesta a esas declaraciones, Bárbaro criticó a los intelectuales vinculados con el oficialismo. “Gorila siempre fue el que se creía más inteligente que el pueblo y se enojaba con el pueblo con el voto de la gente”, dijo del diagnóstico de Carta Abierta sobre las elecciones porteñas y, en referencia a Del Sel, afirmó: “A veces un humorista tiene una comprensión de lo popular muy superior a la de un docente que tiene a cincuenta personas que lo aplauden”.
González negó ayer haber hecho cualquier referencia peyorativa respecto del voto popular y aclaró que, con la caracterización del “vaciamiento de la palabra política”, se refería al esquema de campaña de Del Sel: “Un falso inmediatismo entre el votante insatisfecho y el político improvisado que declara su ‘no saber’ con jactancia es un fenómeno nuevo y preocupante que hasta el momento no se había dado con esa extensión y como campo de operaciones de la nueva derecha”, aseguró.
Para el director de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de San Andrés, Marcelo Leiras, una de las razones que explican el caudal de votos de Del Sel es su alto nivel de conocimiento y la asociación de su imagen con “experiencias agradables, como puede ser una función de los Midachi”. Leiras sostiene que esta asociación genera confianza y la construcción de confianza es una parte básica de la política electoral en sociedades urbanizadas y mediatizadas. Sin embargo, también considera que en el voto a Del Sel se canalizó un rechazo al oficialismo provincial y al nacional y que, al igual que en el voto bonaerense del 2009 al diputado Francisco de Narváez, el acompañamiento territorial del peronismo no kirchnerista explica una parte importante del resultado.
“Por otra parte, es cierto que hay algo en cómo se amasa la política en los partidos tradicionales, en los cuadros que se forman en esos ámbitos, que hace que muchas veces queden atrás de otras figuras que no tienen una experiencia política tradicional. El electorado, en ese punto, parece estar demandando algo que las organizaciones partidarias no pueden dar”, dijo Leiras a este diario, y consideró que las fuerzas más progresistas deberían tomar nota de la performance de Del Sel y evaluar sus propias estrategias para producir candidatos con visibilidad y que despierten confianza entre los votantes.
González también expresó su apuesta a la capacidad del arco kirchnerista de incorporar herramientas para actualizar el vínculo entre representantes y representados, pero sin vaciarlo de contenido político: “La política es fundamentalmente una arena de debates y de ensayos pedagógicos –dijo–. Es seguro que sus prácticas más nobles tendrán la suficiente fuerza como para examinar los aspectos engañosos de esta pospolítica detrás de cuyas bambalinas hay toda clase de proyectos restauracionistas”.
Informe: Sol Prieto.
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