Robert cox y andrew graham-yooll
"Magnetto siempre fue misterioso, en cambio Murdoch es mucho más visible"
Diálogo imperdible entre los dos periodistas más autorizados para analizar el escándalo de Rupert Murdoch. Las similitudes con la Argentina. Su lucha en contra de la dictadura.

Robert Cox y Andrew Graham-Yooll no sólo son dos periodistas autorizados para hablar sobre el escándalo en Gran Bretaña por las escuchas ilegales que practicaba el imperio de Rupert Murdoch, sino también voces calificadas para debatir acerca de la prensa en la Argentina. “Clarín no es tan importante como Murdoch. Es una exageración decir que es un monopolio. No tiene tanto poder o influencia como el dueño del Sun. Héctor Magnetto siempre fue un hombre misterioso, en cambio Murdoch es mucho más visible. Es más un hombre de negocios que un magnate de los medios”, aseguró Cox, ex director del Buenos Aires Herald.
A 12 mil kilómetros de Londres y mientras Rupert Murdoch está en el ojo de la tormenta por las escuchas ilegales del tabloide News of the World, el violento oficio de escribir, como lo definió una vez Rodolfo Walsh, se enfrascó en el debate entre periodistas que adscriben al kirchnerismo y aquellos que se consideran independientes. “El periodismo militante es un adjetivo que suena lindo para ciertas generaciones. En el siglo XX, tanto Roberto Arlt como Ariel Delgado, periodista de Radio Colonia políticamente comprometido y que tuvo una notable carrera, jamás habrían pensado decir: ‘Yo soy un periodista militante’. Son falsas autocalificaciones que dentro de un tiempo van a morir”, opina Graham-Yooll.
—¿Se puede hacer ese estilo de periodismo, Robert?
COX: No, porque el deber como periodista es informar. Y no se puede informar militando. Los periodistas debemos tener una vocación para buscar la verdad, que es una tarea muy difícil, y por eso siempre tenemos que estar en contra de la autoridad, para informar a la gente bien. Y eso no se puede hacer si se es militante.
—¿Consideran que la prensa argentina es más seria que la británica?
GRAHAM-YOOLL: Son dos sociedades que no son comparables. Estamos hablando de diarios que empezaron cincuenta o sesenta años antes de la Revolución de Mayo. Por ejemplo, para ser bastante peyorativo: ¿cuán serio era el periodismo argentino en la dictadura? Creo que hay un buen periodismo acá, hay buenos periodistas. Algunos son serios, otros no tanto. Hay mucha libertad, pese a algunas restricciones.
C: Hay libertad de expresión en la Argentina hoy en día. Es un poco más difícil si uno quiere hablar bien de la derecha, ¿no? No está tan bien recibido. Sin embargo, hay opiniones de todo el mundo. Para mí es una maravilla estar acá.
—¿Por qué los tabloides venden millones de ejemplares en Gran Bretaña?
GY: El estilo del tabloide estuvo siempre en la prensa británica. Algunos diarios datan de 1780 y de principios del siglo XVIII. Cuando el periódico empezó a ser un producto utilitario, el escándalo siempre fue algo que vendió. Tan es así que Fleet Street, que era el centro del periodismo británico y yo me enorgullezco de trabajar ahí, era llamada por los políticos y el establishment ‘la calle de la vergüenza’.
—¿Por qué algunos señalan que Murdoch es un empresario inescrupuloso que corrompió a los medios de comunicación y otros lo defienden al destacar su habilidad para los negocios?
GY: Murdoch dijo que los tabloides no tenían noticias, sino que eran un entretenimiento. Instituyó la chica de la página 3 con los pechos desnudos. Siempre hubo un sector del periodismo británico al borde de lo que algunos llaman las cloacas.
C: En Estados Unidos compró el Wall Street Journal, que ejercía un periodismo independiente fantástico, para competir con The New York Times. Ahora está usando ese diario como el vocero de la derecha, como lo hace con Fox News.
Periodistas ejemplares
Robert Cox escapó de Buenos Aires en 1979, luego de ser detenido por los militares. En 2005, esa misma ciudad que lo desalojó por la fuerza, lo distinguió por su valor durante la dictadura. Al aceptar el galardón, declaró que lo recibía “en nombre de los periodistas desaparecidos”. Dirigió el diario Buenos Aires Herald desde 1966 a 1979. Desde ese lugar publicó los hábeas corpus sobre detenciones ilegales y de-sapariciones que perpetraba la dictadura militar. Fue a la Plaza de Mayo a dialogar con un puñado de mujeres que reclamaban por sus hijos y que luego fundarían Madres de Plaza de Mayo. Le exigió a Jorge Videla que terminara con las desapariciones. Ahora vive en los Estados Unidos.
De padre escocés y madre inglesa, Andrew Graham-Yooll nació en Buenos Aires en 1944. Ingresó a la redacción del Buenos Aires Herald en 1966, donde trabajó bajo la dirección de Robert Cox. Con una denuncia penal y tres pedidos de captura del régimen militar, en 1976 se exilió en Londres, donde permaneció 18 años. En los años de plomo, Graham-Yooll colaboraba con Amnesty International, enviando información sobre los crímenes que ordenaba la Junta Militar encabezada por Jorge Rafael Videla. Trabajó en The Daily Telegraph y The Guardian, entre otras publicaciones. En la actualidad es Defensor del Lector de PERFIL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario